Respondiendo cuestionamientos sobre la Virgen María

Me he encontrado con un artículo titulado «La verdadera María de la Biblia», artículo protestante que lanza una serie de afirmaciones para rechazar la forma en que la fe católica presenta a la Virgen Santísima. A continuación los argumentos dados y su posterior respuesta:
ARGUMENTO 1:
Mientras María fue bendecida entre las mujeres, como ya lo hemos mencionado, las Escrituras no dicen que ella fue bendecida sobre las mujeres.Mas aun, siendo bendecida de esta manera no es unico para ella sola. Jael es descrita en una manera similar. Nota lo siguiente: 
¡Sea Jael, esposa de Héber el quenita, la más bendita entre las mujeres, la más bendita entre las mujeres que habitan en carpas! (Jueces 5:24 NVI)
 
Y hay también muchas mas en la Biblia que han sido descritos como dichosos.  Uno ejemplo similar aparece en el libro de Santiago:
 
Dichoso el que resiste la tentación porque, al salir aprobado, recibirá la corona de la vida que Dios ha prometido a quienes lo aman.  (Santiago 1:12 NVI)
 
Respuesta:
San Lucas nos narra que María fue llamada «bendita entre las mujeres». El argumento evangélico cae en el plano gramatical, sobre el uso que quiere hacer ver entre dos preposiciones: «entre» y «sobre». Es cierto que María no fue bendita «sobre» sino «entre». ¿Qué implica?
Mencionar que es bendita entre las mujeres muestra su ESCOGENCIA por parte de Dios. Si bien muchos fueron llamados dichosos o benditos (El mismo Cristo lo hace en las bienaventuranzas), hay que analizar el por qué se le llama bendita a María. Queda una pregunta: ¿Cuántas mujeres fueron escogidas para ser la madre del Verbo encarnado? ¿Cuál es la razón del que sea llamada «bendita»? El mismo texto de San Lucas nos muestra qué ha pasado antes y qué ha pasado después:
antes: Y sucedió que, en cuanto oyó Isabel el saludo de María, saltó de gozo el niño en su seno, e Isabel quedó llena de Espíritu Santo (verso 41)
después: «Y ¿de dónde a mí que la madre de mi Señor venga a mí?»
Comprender el por qué se le llama a María como bendita entre las mujeres está relacionado a que lo dijo Isabel llena del Espíritu Santo y reconociéndola como la madre de su Señor. Ahí radica el que María sea bendita entre las mujeres.
Por otra parte, colocar en el mismo plano a Jael y a María es muy desproporcionado, porque el ser benditas entre las mujeres, lo define sus acciones. ¿Qué hizo Jael para ser llamada bendita entre las mujeres?
Pero Jael, la esposa de Jéber, sacó una estaca de la carpa, tomó en su mano un martillo y, acercándose a él sigilosamente, le clavó la estaca en la sien, hasta hundirla en la tierra. Sísara estaba profundamente dormido, agotado por el cansancio. Cuando ya estaba muerto (Jue 14, 21)
Jael es llamada bendita por matar a un enemigo de Israel, pero María es bendita por dar a luz al Salvador del mundo. ¿Podremos equiparar esto, sólo porque usen la misma palabra?
El punto no es tanto el término que usen, pues como vemos es amplio, sino el POR QUÉ se le llama bendita. Más aun, si bien es dichoso o bendito el que obra el bien, en el caso de María, TODAS las generaciones la llamarán así:
«Por eso desde ahora todas las generaciones me llamarán bienaventurada, porque ha hecho en mi favor maravillas el Poderoso» (verso 48)
Esto demuestra que el acto por el cual María es bendita entre las mujeres es algo que trasciende y que pasará a todas las generaciones. ¿Esto sucede con Jael o con cualquier otro llamado así?
El que el argumento infiera que no es llamada «sobre» como por darle a María el mismo valor que a cualquier mujer, no es ser fiel a lo que la Biblia misma enseña sobre María. No es coincidencia que Isabel llena del Espíritu Santo menciona a María como bendita y el fruto de su vientre como bendito (Jesús). Esto es clave porque es Cristo el que da sentido a María como bendita.
 
Respecto al lenguaje bíblico, hay otra parte interesante. Podemos considerar como sinónimos el ser «bendito» o «bienaventurado», pero el griego distingue claramente estos términos. El término «bendito» como tal viene de la palabra griega εὐλογέω (eulogeo). Esta palabra es la que se utiliza en San Lucas para llamar «bendita» a María. Y es un término que siempre se utiliza para quien recibe bendición por acción de Dios o envío de Dios. Por ejemplo:
¡Bendito (Εὐλογημένη) el reino de nuestro padre David, que viene en el nombre del Señor! ¡Hosanna en las alturas (RV Mc 11, 10)
 
Entonces el Rey dirá a los de su derecha: Venid, benditos (εὐλογημένοι) de mi Padre, heredad el reino preparado para vosotros desde la fundación del mundo. (RV 25, 34)
 
Y otros pasajes en donde llaman a Cristo: bendito el que viene en el nombre del Señor (Mt 21, 9; Mt 23, 39; Mc 11, 9; Lc 13, 35; Lc 19, 38; Jn 12, 13)
 
La cita del argumento dado Stgo 1, 12 no utiliza este término. Utiliza otro que también puede traducir como bendito Μακάριος (makarios).  Es el que se usa en las Bienaventuranzas y en otros pasajes para traducir como «dichoso». Precisamente en el texto de San Lucas, a María se le llama de ambas formas. veamos:
Y bienaventurada la que creyó, porque se cumplirán las cosas que le fueron dichas de parte del Señor. (Lc 1, 45)
Es interesante que San Lucas aplique los dos términos en María. Porque tienen connotaciones diferentes. Cuando se usa makarios en el NT es para refererirse al estado de alguien que ha logrado algo para Dios y por Dios. Por ejemplo:
 
Jesús le dijo: Tomás, porque me has visto, creíste; bienaventurados los que no vieron, y creyeron. (Jn 20, 29)
Mas también si alguna cosa padecéis por hacer bien, sois bienaventurados. Por tanto, no temáis por el temor de ellos, ni seáis turbados (1 Pe 3, 14)
Bienaventurados los que guardan sus mandamientos, para tener derecho al árbol de la vida, y poder entrar por las puertas en la ciudad. (Ap 22, 14)
Y respondiendo Jesús, le dijo: Bienaventurado eres Simón hijo de Jonás; porque no te lo reveló carne ni sangre, sino mi Padre que está en el cielo. (Mt 16, 17)
 
Pero adicional, a Cristo nunca le aplican el término «makarios». Y el NT sólo llama «bendito» usando eulogeon directamente a María y a Cristo, a nadie más. Si bien, con la palabra εὐλογεῖν bendice a sus apóstoles:
Y aconteció que bendiciéndolos, fue apartado de ellos, y llevado arriba al cielo. (Lc 24, 51)
No es el mismo caso que en la cita con María.
 
San Lucas usa eulogion para María, para referirse a su papel de madre, escogencia divina desde siempre. Usa makarios para María, para mostrar el momento cuando ella cree al anuncio del ángel. Por tanto, el que se le llame BENDITA, sí tiene una particularidad y sobre todo, una profunda unión a Cristo, que es la fuente y raíz de que María sea bendita. Ese vínculo es tan fuerte que con nadie más se muestra.
 
 
 
ARGUMENTO 2
Mas aun, de acuerdo con Jesús mismo Juan el Baptista era mas grande que María:
Les aseguro que entre los mortales no se ha levantado nadie más grande que Juan el Bautista; sin embargo, el más pequeño en el reino de los cielos es más grande que él. (Mateo 11:11 NVI) 
 
Además, Jesús nos dijo quien es el mas grande en el reino del cielo, pero no nos dijo que era María:
Por tanto, el que se humilla como este niño será el más grande en el reino de los cielos. (Mateo 18:4 NVI)
 
Respuesta
¿Cuál es el contexto del pasaje? Están hablando sobre Juan Bautista. Sobre el mensaje que Juan predica:
Cuando éstos se marchaban, se puso Jesús a hablar de Juan a la gente: «¿Qué salisteis a ver en el desierto? ¿Una caña agitada por el viento?
¿Qué salisteis a ver, si no? ¿Un hombre elegantemente vestido? ¡No! Los que visten con elegancia están en los palacios de los reyes.
Entonces ¿a qué salisteis? ¿A ver un profeta? Sí, os digo, y más que un profeta.
Este es de quien está escrito: He aquí que yo envío mi mensajero delante de ti, que preparará por delante tu camino.
«En verdad os digo que no ha surgido entre los nacidos de mujer uno mayor que Juan el Bautista; sin embargo, el más pequeño en el
Reino de los Cielos es mayor que él. 
Desde los días de Juan el Bautista hasta ahora, el Reino de los Cielos sufre violencia, y los violentos lo arrebatan.
Pues todos los profetas, lo mismo que la Ley, hasta Juan profetizaron.
Y, si queréis admitirlo, él es Elías, el que iba a venir. (Mt 11, 7-14)
 
Cristo está predicando sobre la función de San Juan. Hace referencia al desierto donde San Juan predicaba (Mt 3, 1), hace referencia a su misión profética y es ahí donde hace ver que no ha nacido uno mayor que él. Pero cabe notar que lo dice como preámbulo a la frase posterior: el más pequeño en el Reino de los cielos es mayor que él. ¿Qué es lo que quiere resaltar Cristo? Que ni siquiera San Juan, el más grande de los profetas es mayor al más pequeño EN EL REINO DE LOS CIELOS. ¿Y a qué se refiere Cristo con eso?
«Y dijo: En verdad os digo que si no os convertís y os hacéis como niños, no entraréis en el reino de los cielos. Así pues, cualquiera que se humille como este niño, ése es el mayor en el reino de los cielos. Y el que reciba a un niño como éste en mi nombre, a mí me recibe» (Mt 18, 3-5)
Como vemos, ser mayor en el Reino de los Cielos es algo que se alcanza siendo como niños; pero también vemos que Cristo sí distingue que hay quien sea el más pequeño o quien sea el más grande en el Reino de los cielos, aunque en estas citas no lo diga. ¿Quien estaba en el Cielo (mortal) antes de su Resurrección? Nadie. Así que es obvio que no mencione a nadie.
¿Podemos decir que San Juan es más grande que María respecto a qué? El argumento protestante no lo aclara, simplemente coloca a María como si fuera una profeta de Israel, lo cual sería errado para entrar al plano de las comparaciones. Cristo al final afirma que San Juan era Elías. ¿Y quien era Elías? Elías representaba el profetismo en Israel, tanto que es quien se aparece junto a Moisés en la Transfiguración. 
Por otra parte, el Reino de los Cielos también se refiere al que instaura Cristo desde su mensaje. San Juan es precursor, hace parte de la Antigua Alianza. Hay una contraposición entre la Antigua Alianza y el Reino de los cielos, por eso cualquiera en el Reino de los Cielos es más grande que Juan. ¿y María? María hace parte del Reino de los Cielos, está presente en el nacimiento de la Iglesia en Pentecostés, y fue discípula de su Hijo amado, estando incluso al pie de la cruz.
 
Pero queda algo por aclarar. El argumento protestante dice que Jesús dijo quien era el más grande en el Reino y no era María. La cita menciona que quien se humille será el más grande en el Reino. ¿María se humilló? Veamos que dice el mismo artículo protestante:
Ella estaba dispuesta a ser el objeto de calumnia, chisme y mala suspicacia por todos aquellos que la vieran embarazada. Esas mentiras podrían haber sido muy destructivas inclusive para la inocencia y la conciencia de María. (Job 19:2). 
¿Está reconociendo el artículo que María se humilló? 
 
Podemos notar algo interesante en la versión RV:
«Porque ha mirado la bajeza de su sierva; y he aquí, desde ahora me dirán bienaventurada todas las generaciones». (Lc 1, 48)
La palabra que utiliza es «bajeza». ¿Qué asumen por bajeza?
En el griego se usa la palabra ταπείνωσιν (tapeinōsin), la que con otras formas de la misma raíz, la RV traduce también por humillación o humildad. Veamos:
En su humillación (ταπεινώσει=tapeinosei) su juicio fue quitado: Mas su generación, ¿quién la contará? Porque es quitada de la tierra su vida. (Hch 8, 33)
 
Sirviendo al Señor con toda humildad (ταπεινοφροσύνης=tapeinophrosynēs), y con muchas lágrimas, y tentaciones que me han venido por las asechanzas de los Judíos (Hch 20, 19)
 
Y hallado en la condición como hombre, se humilló (ἐταπείνωσεν=etapeinōsen) a sí mismo, hecho obediente hasta la muerte, y muerte de cruz (Fil 2, 8)
 
Derribó de los tronos a los poderosos, y exaltó a los humildes (ταπεινούς=tapeinous(Lc 1, 52)
 
¿En qué se basa la RV para colocar algunas veces la palabra humildad y otras la palabra bajeza?
¿Por qué si San Lucas usa en el verso 48 la palabra tapeinosin la traducen por bajeza, pero en el verso 52, la palabra con LA MISMA RAIZ (tapeinous), la traducen por humilde?
Son preguntas que deben ser respondidas. ¿Acaso es para evitar mostrar que María sí se humilló y era humilde?
Reconocemos que la palabra bajeza en sí tiene un significado acorde a humildad, pero si dejamos claro que puede no ser tomado así para el caso de María. La RAE concede varios significados para bajeza:

bajeza.

(De bajo).

1. f. Hecho vil o acción indigna.

2. f. Cualidad de bajo (‖ ruin o mezquino). Bajeza de ánimo, de miras, de nacimiento.

3. f. Abatimiento, humillación, condición de humildad o inferioridad.

4. f. ant. Lugar bajo u hondo.

 
 
Para nuestro caso, es el tercero, pero es bueno de todos modos, dejar claro que en María no se refiere ni al primero, ni al segundo.
 
Por tanto, María sí fue humilde y se humilló. El lugar de María dentro del plan de Salvación no es el resultado de su humillación, sino que más bien es por su misión y esto ni siquiera San Juan lo iguala, tanto que Isabel estando llena del Espíritu Santo y embarazada de San Juan le diga a María que quien es ella para que la visite la madre de SU SEÑOR.
 
Podemos finalmente notar algo que anunció el ángel a Zacarias:
«porque será grande a los ojos del Señor. No beberá vino ni bebida alcohólica; estará lleno del Espíritu Santo desde el seno de su madre (Lc 1, 15)
¿Cuando menciona el Evangelio que se llenó San Juan del Espíritu Santo? Precisamente, cuando María saludó a Isabel. Así el Evangelio mismo nos enseña que por medio de María fue que San Juan se llenó del Espíritu Santo.
 
 
 
 
ARGUMENTO 3
Mientras es ciertamente verdadero que Jesús hizo lo que su madre le pedía en Cana, es también verdad que el Señor igualmente obedeció los deseos de otros en ciertos momentos, que también resulto en Milagros:
 
Mientras él les decía esto, un dirigente judío llegó, se arrodilló delante de él y le dijo: –Mi hija acaba de morir. Pero ven y pon tu mano sobre ella, y vivirá. Jesús se levantó y fue con él, acompañado de sus discípulos. Pero cuando se les hizo salir, entró él, tomó de la mano a la niña, y ésta se levantó. (Mateo 9:18, 19, 25 NVI)
 
Por lo tanto, en la luz de este pasaje, el milagro de la boda de Cana ha sido mal usado y distorsionado para enseñar que nosotros podemos pedir a María que en una forma muy particular para mover la mano de nuestro Señor a nuestro favor – con el significado que solo ella tiene una habilidad especial basado en su relación tan cercana a nuestro Señor para hacer esto. La verdad es: María no tiene ninguna influencia especial en el Señor Jesucristo para influenciarlo ha actuar en cierta forma. 
 
Respuesta:
Realmente implica un análisis muy somero el texto de San Juan. Hay detalles importantes en el pasaje que no se ven en otros textos donde Cristo concede peticiones a otras personas. Vamos a enumerarlas:
 
a) María le pide el milagro a Cristo cuando AUN NO se había revelado al mundo: 
Jesús le respondió: «Mujer, ¿qué tenemos que ver nosotros? Mi hora no ha llegado todavía». (Jn 2, 4)
En cualquier otro milagro de Jesús, ya estaba revelado como Mesías y dado a conocer. Esto es muy importante, porque más que ser el primer signo de Cristo se muestra cómo, la solicitud de María mueve el actuar de Cristo aun cuando no era el momento. Hay que ser muy ciego para ignorar esta particularidad. La respuesta de Cristo le da mayor valor a la solicitud de María y al posterior obrar de Cristo.
 
b) María se da cuenta de la necesidad sin tener vínculo:
Y como faltaba vino, la madre de Jesús le dijo: «No tienen vino» (Jn 2, 3)
San Juan siendo tan rico en detalles, ignora en el texto cómo María se entera, ni si conocía de manera cercana a los novios, pero aun así, María se preocupa de la necesidad que tienen. En el caso de otros milagros como el mencionado en el argumento evangélico, vemos a un padre pidiendo por su hija. Pero ¿cuántos milagros vemos de alguien pidiendo por un desconocido? En todos los casos, siempre se coloca el grado de relación entre el necesitado y el que pide. Esto le da mayor valor a la solicitud de María.
 
El pasaje no se utiliza para mostrar que ella tenga una «habilidad» sino que hay un vínculo muy cercano, y más cercano del que Jesús pudo tener con cualquiera. Así como el vínculo de un hijo con su madre será más cercano que cualquier otro vínculo. Pero además, el vínculo espiritual, el creer en Jesús a pesar de no haber visto aun hacer un milagro muestra su plena confianza. San Juan Pablo II en una catequesis (26-feb-1997) al respecto dirá:
De ese modo, María precede en la fe a los discípulos que, como refiere san Juan, creerán después del milagro: Jesús «manifestó su gloria, y creyeron en él sus discípulos» (Jn 2, 11). Más aún, al obtener el signo prodigioso, María brinda un apoyo a su fe.
De esta manera, se resalta la fe de María antes de ver signos, mientras que la fe de los Apóstoles fue después de ver los signos y milagros.
 
Cuando comprendemos la respuesta de Jesús, que parece una negativa o rechazo, podemos comprender cómo más bien esto realza la fe de María, que a pesar de las palabras de su Hijo, confía en que hará el milagro. Igualmente sucede con la cananea que pide por su hija (Mt 15, 24-26). Ante el aparente rechazo de Jesús, la mujer insiste y logra que su fe sea alabada. Igualmente con María, la acción del milagro luego de sus palabras, demuestran que su fe firme dio frutos.
 
 
 
 
ARGUMENTO 4:
También recuerden que por lo menos en una oportunidad, el Señor declino el pedido de María de hablar con el: 
 
Mientras Jesús le hablaba a la multitud, se presentaron su madre y sus hermanos. Se quedaron afuera, y deseaban hablar con él. Alguien le dijo: –Tu madre y tus hermanos están afuera y quieren hablar contigo.  ¿Quién es mi madre, y quiénes son mis hermanos? –replicó Jesús. Señalando a sus discípulos, añadió: —Aquí tienen a mi madre y a mis hermanos. Pues mi hermano, mi hermana y mi madre son los que hacen la voluntad de mi Padre que está en el cielo. (Mateo 12:46-50 NVI)
 
Respuesta:
Es extraño el argumento. El texto no dice que Jesús declinara el pedido de María. Sólo dice que estando con el pueblo predicando, les dio una enseñanza cuando se entera que su madre lo buscaba. ¿Dice qué sucedió después? No. ¿Por qué María no pudo acercarse a Jesús? El texto lo dice:
Todavía estaba hablando a la multitud, cuando su madre y sus hermanos, que estaban afuera, trataban de hablar con él. (Mt 12, 46)
Había una multitud y por tal razón María no puede acceder a Jesús. La respuesta de Jesús sólo demuestra continuidad de su discurso y aprovecha la noticia para dar una enseñanza. Pero queda la pregunta: ¿Por qué da esa respuesta? Para no reducir el vínculo con Cristo al meramente carnal, sino mostrar como la fe puede ser fecunda y hacernos familia de Cristo. Sin embargo, aun en esto, María es ejemplo, pues so el hacer la voluntad de Dios nos hace parte de la familia de Cristo, María sí que lo hizo durante toda su vida.
 
María fue una mujer que dijo en el Evangelio: Entonces María dijo: He aquí la sierva del Señor; hágase  en mí conforme a tu palabra. Y el ángel partió de ella.
Realmente el argumento es muy flojo y no hay mucho que responder, pues se nota a leguas que es tendencioso y forzado en su afán de minimizar el papel de María.
 
 
 
ARGUMENTO 5
Mientras que María ciertamente era un madre y esposa devota, esto no significa que ella era un madre perfecta. Evidencia de esto aparece cuando ella y José regresaban de Jerusalén después de la Pascua, se ve su negligencia de cuidar a Jesús. Ella no se dio cuenta que el niño Jesús (solo tenia 12 anos de edad) no estaba con ellos sino después de que pasara un día completo:
 
Ellos, pensando que él estaba entre el grupo de viajeros, hicieron un día de camino mientras lo buscaban entre los parientes y conocidos. (Lucas 2:44 NVI)
 
Por lo mismo que José y María viajaron por un día entero antes de que ellos descubrieran que Jesús no estaba con ellos, les tomo otro día mas regresar a Jerusalén, lo que significa que Jesús se quedo solo sin ningún aparente lugar donde dormir o donde comer durante estos dos días.
 
Como podría ser de que María (y José) se olvidaran acerca de Jesús cuando ellos estaban regresando a su casa desde un lugar tan lejano, especialmente si el era su único hijo? Podría ser esto posible para una pareja que solo tenían un hijo? Por otro lado, la Escritura demuestra que Jesús tenia varios hermanos y hermanas en su familia, mientras que el seguía siendo el primogénito (y el mayor). Una razón posible por la que José y María tuvieran este descuido podría haber sido que ellos estuvieron ocupados atendiendo las necesidades de los otros niños, que eran mas jóvenes y mucho mas dependientes que Jesús. Cualquiera que hubiera sido la razón, ellos estaban tan preocupados que se descuidaron en chequear la salud y el bienestar del niño Jesús. 
Respuesta:
Este argumento ya raya en lo fanático. ¿Cómo es posible acusar a María de negligencia para cuidar a Jesús? María siempre cumplió su papel. Cuando querían matar a Jesús huyó con él al desierto, al pie de la cruz a diferencia de muchos se quedó hasta el final. Por tanto es absurdo acusar de negligencia a María. Pareciera que el argumento buscará encontrarle defectos a María y por ahí quisiera explotar el argumento; sin embargo vemos que el Evangelio evidencia lo contrario de lo que quieren hacernos creer los protestantes.
 
Sus padres iban todos los años a Jerusalén en la fiesta de la Pascua. Cuando el niño cumplió doce años, subieron como de costumbre (Lc 2, 41-42)
Los padres de Jesús iban todos los años pero no parece que Jesús iba todos los años. El texto detalla que cuando cumplió los doce años es que los acompañó. De aquí surgen varias lecturas: Si no menciona que Jesús los acompañó en años anteriores, ¿por qué suponen los protestantes que en este viaje iban a ir otros supuestos hijos? (No es razón de este artículo exponer la Virginidad de María, para ello puede ver el El Dogma de la Virginidad Perpetua de María.)
Los doce años que menciona el Evangelio no son arbitrarios; Jesús estaba a un año de ser concebido como un judío con responsabilidades. En esta página podrá ver como a los trece años, un judío participaba del Bar Mitzvá, ceremonia en la cual se le permitía proclamar la Torah y tener las mismas obligaciones de un adulto. Esto es contrario a nuestra cultura y leyes, en donde alguien de trece años, está muy lejos de ser considerado un adulto. De esta forma, el artículo es tendencioso en mostrar a Jesús como un niño indefenso.
 
Adicionalmente, para acusar a la Virgen María de negligente debemos analizar su actitud frente a la pérdida y las palabras de Jesús al ser encontrado:
Creyendo que estaba en la caravana, caminaron todo un día y después comenzaron a buscarlo entre los parientes y conocidos. Como no lo encontraron, volvieron a Jerusalén en busca de él. (Lc 2, 44-45)
María piensa que Jesús está en la caravana. Tengamos presente que ellos venían en caravana, peregrinos desde Nazareth. María no es negligente con su Hijo, sólo piensa que va en la caravana. Debe ser algo común para ellos, sobre todo porque habían familiares y conocidos. Nazareth era una población muy pequeña por lo que no podemos imaginar como si hoy día perdiéramos a un niño de 12 años que vive en una ciudad como New York donde no se conoce a toda la población.
San Lucas es cuidados en mostrar que cuando se terminó la fiesta, Jesús permaneció en Jerusalén. San Lucas no dice que se les perdió ni que sus padres lo dejaron abandonado:
y acabada la fiesta, María y José regresaron, pero Jesús permaneció en Jerusalén sin que ellos se dieran cuenta(Lc 2, 43)
 
¿Qué hace María cuando no lo encuentra en la caravana? Se devuelve a buscarlo. ¿Acaso dice el Evangelio que María se quedó indiferente esperando a que Jesús apareciera? Claro que no. Qué le dijo María al encontrarlo?:
Al verlo, sus padres quedaron maravillados y su madre le dijo: «Hijo mío, ¿por qué nos has hecho esto? Piensa que tu padre y yo te buscábamos angustiados«. (Lc 2, 48)
¿Esto lo dice una madre negligente? Cualquier madre que ha perdido a un hijo, sabe el sentimiento de dolor y angustia que se siente. Eso mismo lo experimentó María porque amaba a su hijo. María y José lo buscaban angustiados, por lo que demuestran su amor de padres.
 
Analicemos ahora la respuesta de Jesús; ¿es la respuesta de un hijo que llora porque siente que lo abandonaron? ¿Jesús estuvo perdido expuesto a peligros? Veamos su respuesta:
Jesús les respondió: «¿Por qué me buscaban? ¿No sabían que yo debo ocuparme de los asuntos de mi Padre?» (Lc 2, 49)
¿Estaba Jesús experimentando abandono? ¿Por qué Jesús responde así? Jesús estaba en la casa de su Padre celestial, eso no es estar en abandono ni peligro. Jesús no llegó al Templo por casualidad. El hecho de que estuviera en el Templo sin que el evangelista diga donde estaba los primeros dos días es señal que siempre se quedó en el Templo, ¿haciendo que?
Al tercer día, lo hallaron en el Templo en medio de los doctores de la Ley, escuchándolos y haciéndoles preguntas. (Lc 2, 46)
Jesús estaba muy agradado en el Templo, estaba aprendiendo de la Ley de Dios. Se estaba ocupando de las cosas de su Padre.
Todo esto nos puede llevar a concluir que Jesús se fue a propósito al Templo. Siendo así es arbitrario llamar negligente a María como madre. La frase: se ve su negligencia de cuidar a Jesús, es un verdadero despropósito.
 
Sumemos a eso el hecho que una mujer no estaba obligada a subir en peregrinación, mucho menos que lo hiciera con niños pequeños. El argumento protestante da por hecho que María llevó niños pequeños y que eso es una de las posibles causas de haber descuidado a Jesús. Pero este argumento contradice lo que las leyes estipulaban sobre la mujer. La estructura del relato del Evangelio demuestra que quienes subían todos los años eran sus padres. ¿Por qué María podía subir todos los años con varios niños pequeños? Es algo que no encaja con lo que la Ley enseñaba. Si en verdad María subía con Jesús todos los años, lo más correcto es que San Lucas dijera que Jesús subía todos los años con sus padres y sus hermanos, pero NO lo dice.
 
 
 
ARGUMENTO 6
Aunque María tuvo una gran fe de creer que ella podría salir embarazada mientras aun ser una virgen, esto no significa que otros no tuvieran fe mas grande que ella tuvo. De hecho, muchos han sido nombrados en el capitulo de fe (Hebreos 11) como ejemplos de fe, sin embargo María no esta incluida en esta lista. 
 
Respuesta:
Es cierto que la Virgen no aparece en los modelos de fe mencionados en Hebreos, pero eso no le resta méritos a la fe que tuvo María. Analicemos la cita de Hebreos para saber quiénes aparecen en ella:
«Porque por ella alcanzaron testimonio los antiguos«. (RV Heb 11, 2)
El texto se refiere a los antiguos, es decir a quienes fueron ejemplos de fe durante la antigua Alianza. Vemos que nombran a Abel (verso 4) hasta los profetas (Verso 32). Bajo el argumento protestante quedaron fuera muchos que creyeron en Cristo. Incluso quedaron por fuera los Apóstoles, San Pablo, San Esteban y muchos más. ¿Qué diremos entonces? Lo que en verdad dice el texto, que elogia a los hombres y mujeres de fe de la Antigua Alianza. Por tanto, el que María no sea mencionada no es porque su fe sea pequeña. El mismo Evangelio retrata la fe de María, la cual es ejemplar.
María creyó que concebiría al Hijo de Dios, creyó que concebiría por obra del Espíritu Santo, creyó en Cristo antes de que hiciera su primer signo. Por tanto, su fe es muy grande.
 
 
ARGUMENTO 7
Mientras María tenia una sabiduría divina esto no significa que ella no hubiera podido ser engañada. Esto es aparente cuando ella realmente pensó que Jesús estaba demente en el periodo de su ministerio: 
 
Cuando se enteraron sus parientes, salieron a hacerse cargo de él, porque decían: «Está fuera de sí.» Los maestros de la ley que habían llegado de Jerusalén decían: «¡Está poseído por Beelzebú! Expulsa a los demonios por medio del príncipe de los demonios.» Entonces Jesús los llamó y les habló en parábolas: «¿Cómo puede Satanás expulsar a Satanás? Si un reino está dividido contra sí mismo, ese reino no puede mantenerse en pie. Y si una familia está dividida contra sí misma, esa familia no puede mantenerse en pie. Igualmente, si Satanás se levanta contra sí mismo y se divide, no puede mantenerse en pie, sino que ha llegado su fin. Ahora bien, nadie puede entrar en la casa de alguien fuerte y arrebatarle sus bienes a menos que primero lo ate. Sólo entonces podrá robar su casa. Les aseguro que todos los pecados y blasfemias se les perdonarán a todos por igual, excepto a quien blasfeme contra el Espíritu Santo. Éste no tendrá perdón jamás; es culpable de un pecado eterno.» Es que ellos habían dicho: «Tiene un espíritu maligno.» En eso llegaron la madre y los hermanos de Jesús. Se quedaron afuera y enviaron a alguien a llamarlo, pues había mucha gente sentada alrededor de él. –Mira, tu madre y tus hermanos* están afuera y te buscan –le dijeron. –¿Quiénes son mi madre y mis hermanos? –replicó Jesús. Luego echó una mirada a los que estaban sentados alrededor de él y añadió: —Aquí tienen a mi madre y a mis hermanos. Cualquiera que hace la voluntad de Dios es mi hermano, mi hermana y mi madre.  De nuevo comenzó Jesús a enseñar a la orilla del lago. La multitud que se reunió para verlo era tan grande que él subió y se sentó en una barca que estaba en el lago, mientras toda la gente se quedaba en la playa. (Marcos 3:21- 4:1 NVI)
 
Respuesta
Este argumento contra María está peor que el de la negligencia. Ahora busca hacer creer que para María, Jesús estaba demente en algún momento.
Esto lo infieren porque sus parientes lo pensaban fuera de sí:
Jesús llegó a una casa, y la multitud se juntó de nuevo, a tal punto que ellos ni siquiera podían comer. Y cuando lo oyeron los suyos, vinieron para prenderle; porque decían: Está fuera de sí. (RV Mc 3, 20-21)
En esta cita asumen que María estaba incluida entre quienes pensaban que Jesús no estaba bien mentalmente. ¿Por qué? Porque menciona a sus parientes. Pero, ¿en los Evangelios? ¿Es esta la forma en que San Lucas hace mención a María? ¿No es más bien dándole su nombre para referirse a ella de forma directa, o separada del resto de personas? Veamos algunas referencias en los Evangelios:
Entonces llegaron su madre y sus hermanos, y quedándose afuera, mandaron llamarle. (RV Mc 3, 31)
Vemos que María es mencionada de forma separada de sus otros familiares.
 
Podemos ver una referencia de un hecho similar en San Juan:
Por eso sus hermanos le dijeron: Sal de aquí, y vete a Judea para que también tus discípulos vean las obras que tú haces. Porque nadie hace nada en secreto cuando procura ser conocido en público. Si haces estas cosas, muéstrate al mundo. Porque ni aun sus hermanos creían en El. (Jn 7, 3-5)
Vemos que de forma similar, San Juan narra que eran sus familiares los que no creían en él. Si no podemos afirmar según la cita de San Juan que María está incluída, por qué lo vamos a dar por hecho que la cita de Marcos sí la incluye a ella?
 
El argumento tristemente pega dos citas como si fuera una sola, pero no explica que no son continúas. Cuando el Evangelio quiere mencionar a María, lo hace de forma clara:
  • Cuando lo van a buscar y está ella, así la mencionan aun estando sus parientes.
  • Cuando en Pentecostes esperan la venida del Espíritu Santo y está ella, así la mencionan aun estando sus parientes.
¿Como quedaría entonces esto que dijo Isabel (llena del Espíritu Santo) si María pensaría que Jesús estaba demente?
Feliz de ti por haber creído que se cumplirá lo que te fue anunciado de parte del Señor».(Lc 1, 45)
¿Y qué fue lo que se le anunció a María como promesa?
Veamos:
Concebirás y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús; él será grande y será llamado Hijo del Altísimo. El Señor Dios le dará el trono de David, su padre, reinará sobre la casa de Jacob para siempre y su reino no tendrá fin» (Lc 1, 31-33)
María creyó en la palabra de Dios que le fue anunciada. Isabel llena del Espíritu Santo la llama dichosa por haber creído. ¿Cómo puede darse si María llegase a pensar por algún momento que Jesús estaba demente. ¿Acaso no estaba en pie la promesa que su hijo sería grande y Dios le daría el trono de David? ¿A quien vamos  a creer? A lo que dijo el Espíritu Santo por boca de Isabel o a la conclusión a la que llegan algunos protestantes en su afan de desprestigiar a María?
 
Si los parientes de Jesús no creían en él, en algún momento eso no incluye a María.
 
 
 
ARGUMENTO 8
Este es otro pasaje donde demuestra que el Señor se niega a responder al pedido de María. Mas aun, Jesús pone a cualquier persona que hace la voluntad de Dios al mismo nivel que María, como es aparente en este pasaje. María no es superior a ninguna persona, de acuerdo con Jesús mismo.  Es un hecho, que el Señor nos hubiera hecho saber que María NO tenía un rol especial  o una bendición sobre ella por el hecho de que ella dio a luz a Jesús: 
 
Mientras Jesús decía estas cosas, una mujer de entre la multitud exclamó: –¡Dichosa la mujer que te dio a luz y te amamantó! –Dichosos más bien –contestó Jesús– los que oyen la palabra de Dios y la obedecen. (Lucas 11:27, 28 NVI)
 
Noten: Jesús públicamente rechazó a la mujer que alabó a María porque ella diera a luz a Jesús y fue a decir quienes son la gente realmente benditos –aquellos que escuchan la palabra de Dios y la obedecen.  
 
Respuesta:
Vamos a analizar la cita:
Una mujer proclama lo siguiente:
Cuando Jesús terminó de hablar, una mujer levantó la voz en medio de la multitud y le dijo: «¡Feliz el seno que te llevó y los pechos que te amamantaron!» (Lc 11, 27)
La mujer elogia el vientre y los pechos que atendieron a Jesús. ¿Es eso una alabanza a la persona de María? Si lo es, lo es únicamente por la encarnación, es decir por su papel para que Cristo naciera. Este elogio se queda sólo por el papel que pudiera tener María para traerlo al mundo y atenderlo en sus primeros años. Pareciera que el elogio a María se quedara sólo por su papel físico con Jesús. A diferencia de lo que el argumento protestante quiere mostrar y es que Jesús rechazó la alabanza a su madre, lo que Jesús hace es realzar el verdadero papel de María, es mostrar que el elogio no se queda sólo hasta que nazca y lo amamente sino que continúa su misión. La misión maternal de María no se quedó hasta que aprendiera a caminar, sino que su camino de fe continuó y es lo que realza Cristo.
 
Podemos preguntarnos, desde el punto de vista fisiológico: ¿Jesús podía nacer dentro de cualquier útero? Sí, si una mujer estaba facultada para engendrar un hijo, Jesús hubiera podido nacer así. Y otra, podía Jesús ser amamantado por alguna mujer con capacidad para hacerlo? Claro que sí. Por esto es que el elogio de la mujer en el pasaje quedó sin sentido, porque sólo elogia algo temporal, pasajero y fisiológico. 
 
¿Qué responde Cristo?
Jesús le respondió: «Felices más bien los que escuchan la Palabra de Dios y la practican». (Lc 11, 28)
¿Esta respuesta excluye a María? Al contrario, esta respuesta completa la total dimensión del elogio. No es sólo por un acto físico, sino porque María de verdad lo engendró en su corazón, María creyó a la Palabra de Dios y siempre cumplió su voluntad. Esto es el verdadero mérito que tiene María. Y en verdad, es el mérito que tiene todo el que cumpla la voluntad de Dios. No es raro que precisamente en los textos donde Cristo enseña la importancia de cumplir la voluntad de Dios, sea cuando está presente su familia física. Con esto Cristo nos abre la puerta para que nosotros cumpliendo la voluntad de Dios hagamos parte de ella. Pero esto no significa que su madre entonces no la cumpla también. María la cumple y de manera perfecta porque siempre fue fiel, creyó en la palabra de Dios y la practicó. No hay un sólo texto en que se muestre a María en desobediencia a Dios.
Veamos en cambio que los Apóstoles si desobedecieron cuando lo abandonaron en la Pasión, incluso San Juan que se quedó en la cruz fue reprendido cuando quería pedir fuego del cielo para consumir a los samaritanos (Lc 9, 54). ¿Podrían mostrarnos los protestantes algún pasaje en que María haya desobedecido, dudado o sida reprendida por Dios? No lo hay porque María siempre se mantuvo fiel a la voluntad de Dios. Si alguien recibe ese elogio es María, y ella misma lo deja claro en el Magnificat:
En adelante todas las generaciones me llamarán feliz, porque el Todopoderoso ha hecho en mí grandes cosas:¡su Nombre es santo! (Lc 1, 48-49) 
¿Cómo sería posible que Jesús rechace el elogio para su madre cuando todas las generaciones la llamaran dichosa? Precisamente no es así, sino que Cristo profundiza en el verdadero sentido del elogio y nos invita a nosotros a hacer lo mismo. Que Cristo nos invita a cumplir su voluntad no es señal de que iguale a María con nosotros. Somos iguales en cuanto hijos de Dios necesitados de su salvación, pero en cuanto a la misión y a la gracia, María fue escogida y preservada por tener una misión mucho mayor que nosotros. No hay punto de comparación. A ella sólo se le llamó como la llena de gracia, no como adjetivo como a Esteban sino realmente como identifcándola así.
 
San Juan Crisóstomo escribió lo siguiente:
Esta contestación no la dio el Salvador menospreciando a su Madre, sino manifestando que de nada le hubiese aprovechado el haberle dado a luz si después no hubiera sido buena y fiel. Además, si Jesús, que nació de María, no la hubiese beneficiado con las virtudes de su alma, con mucha más razón puede decirse que no nos valdrá el tener un padre o un hermano o un hijo virtuoso, si nosotros carecemos de su virtud. (Homilía 45)
 
 
 
ARGUMENTO 9

Jesús llamó a María mujer (Juan 2:4; 19:26) la misma palabra Griega el uso en otro tiempos por otras mujeres sin ningún lazo especial a él: 

 

Lucas 13:12 NVI  Cuando Jesús la vio, la llamó y le dijo: —Mujer, quedas libre de tu enfermedad.

 

Mateo 15:28 NVI  –¡Mujer, qué grande es tu fe! –contestó Jesús–. Que se cumpla lo que quieres. Y desde ese mismo momento quedó sana su hija.

 

Llamado a María por ese mismo término que otras también fueron llamadas, el Señor demostró que el no fue dispuesto en forma favorable hacia su madre de la manera que el Catolicismo declara que el era. Jesús honraba a su madre, pero no como el Catolicismo lo presenta, y todos los discípulos del Señor están al mismo nivel que ella, de acuerdo con el mismo Jesús (Mateo 12:49, 50; Lucas 11:27, 28). 

 

Respuesta

Cuando Cristo se refería a su madre, la llamaba “mujer”. Esto es un “título” con que la Escritura nos quiere relacionar a María con la mujer prefigurada en Génesis:

Enemistad pondré entre ti y la mujer, y entre tu linaje y su linaje: él te pisará la cabeza mientras acechas tú su calcañar.» (Gen 3, 15). Esta mujer no es Eva porque ya fue vencida por la serpiente.

Posteriormente, el Apocalipsis nos mostrará a la mujer vestida de sol:

Y apareció en el cielo un gran signo: una Mujer revestida del sol, con la luna bajo sus pies y una corona de doce estrellas en su cabeza. (Ap 12, 1)La Iglesia ha visto en esta “mujer tanto al pueblo de Dios, como a María o la Iglesia.

Jesús, en el Evangelio de San Juan le dice: Jesús le respondió: «Mujer, ¿qué tenemos que ver nosotros? Mi hora no ha llegado todavía». (Jn 2, 4)

Esto no es para nado algo despectivo, sino que nos coloca para entender bien el papel de María.

Incluso al pie de la cruz le dice: ¡MUJER, he ahí tu hijo! (Jn 19, 26)

 

Para comprender bien este título veamos que:

a)   En las mismas citas en que la llama “mujer”, el Evangelista deja claro que se trata de SU MADRE: Y cuando Jesús vio A SU MADRE, y al discípulo a quien Él amaba que estaba allí cerca, dijo a su MADRE” (Jn 19, 26)

b)   María misma llama a Jesús como HIJO: Al verlo, sus padres quedaron maravillados y su madre le dijo: «HIJO MIO, ¿por qué nos has hecho esto? Piensa que tu padre y yo te buscábamos angustiados». (Lc 2, 48)

De esta forma, no se puede suponer que Cristo no amaba a María, al contrario. 

Es cierto que Jesús también llamó «mujer» a otras y no por eso era un títuloSin embargo, en esos pasajes, no hay otra forma en que mencionen a la mujer, sino como “género”, en cambio en los pasajes mencionados, es un distintivo que el texto nos quiere resaltar, mostrando una nueva forma de identificar a quien ya es mencionada como MADRE.

Veamos los ejemplos del argumento protestante:

a) y había allí una mujer que durante dieciocho años había tenido una enfermedad causada por un espíritu; estaba encorvada, y de ninguna manera se podía enderezar. uando Jesús la vio, la llamó y le dijo: Mujer, has quedado libre de tu enfermedad (Lc 13, 11-12)

La mencionan como una mujer (género, y así la reconoce Jesús)

b) Y he aquí, una mujer cananea que había salido de aquella comarca, comenzó a gritar, diciendo: Señor, Hijo de David, ten misericordia de mí; mi hija está terriblemente endemoniada. (Mt 15, 22)

Entonces, respondiendo Jesús, le dijo: Oh mujer, grande es tu fe; que te suceda como deseas. Y su hija quedó sana desde aquel momento. (Mt 15, 28)

Entonces, vemos que Jesús las llama de la misma forma en que previamente las ha identificado el Evangelio. Pero en el caso de su madre, que ya se conoce el grado de su cercanía, del vínculo que existe, el llamarla mujer no se puede comprender de la misma forma. Sería como lo que sucede con la palabra «señor»  que sabemos que se aplica a Dios, pero que de igual forma se utiliza para un amor. ¿Pensaríamos que entonces Jesús queda al nivel de un amo porque en ambos casos se le llame igual?

El discípulo no es más que su maestro, ni el siervo más que su señor. (Mt 10, 24). En esta cita vemos que no se refieren a Dios, sino al amo del siervo. Puede verse en una Biblia protestante y se verá que en no todas las citas en que aparezca la palabra Señor, se tiene en mayúscula, pues en algunos casos no se refiere a Dios. De esta manera, no porque en todas las citas que Jesús llame a una persona de sexo femenino como «mujer» significa un título. Pero que llame así a su madre, de quien tiene un lazo especial, comporta un mensaje particular, que si ponemos disposición lo comprendemos.

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