La Legalización de la Sodomía en el Mundo, «El matrimonio homosexual»

Se escucha como un colosal non serviam! (Ierem. 11, 20) en la vida personal, en la vida familiar, en los ambientes de trabajo y en la vida pública. Las tres concupiscencias (cfr. 1 Ioann. 11, 16) son como tres fuerzas gigantescas que han desencadenado un vértigo imponente de lujuria, de engreimiento orgulloso de la criatura en sus propias fuerzas, y de afán de riquezas. Toda una civilización se tambalea, impotente y sin recursos morales…

San Jose Maria Escriva de Balaguer

Si, vamos a hablar de los actos homosexuales, así que cito de entrada lo que dice nuestro catecismo

2357 La homosexualidad designa las relaciones entre hombres o mujeres que experimentan una atracción sexual, exclusiva o predominante, hacia personas del mismo sexo. Reviste formas muy variadas a través de los siglos y las culturas. Su origen psíquico permanece en gran medida inexplicado. Apoyándose en la Sagrada Escritura que los presenta como depravaciones graves (cf Gn 19, 1-29; Rm 1, 24-27; 1 Co 6, 10; 1 Tm 1, 10), la Tradición ha declarado siempre que “los actos homosexuales son intrínsecamente desordenados” (Congregación para la Doctrina de la Fe, Decl. Persona humana, 8). Son contrarios a la ley natural. Cierran el acto sexual al don de la vida. No proceden de una verdadera complementariedad afectiva y sexual. No pueden recibir aprobación en ningún caso.

En estos días se publicó en todas las cabezas de periódicos del mundo una noticia que sin duda será un parteaguas infame en la historia de la humanidad, y es la legalización en los Estados Unidos, así como en otros países como en México y otros, del mal llamado “matrimonio homosexual”.

 Algunos me tacharan de exagerado dado que ya desde antes en algunos estados de esos países ya se permitía ese tipo de uniones civiles; Sin embargo, considero es histórico e infame a la vez, ya que la autonomía de cada estado de esas naciones se ve violada, ya que en algunos estados legisladores congruentes habían legislado protegiendo a la familia, proponiendo que sólo podían contraer matrimonio un hombre y una mujer.

Ahora, el tema más importante de esta infamia es que Estados Unidos es una potencia económica, y seguramente trataran de imponer su “ideología de género” en todos los países que dependen de ellos.

Desde el punto de vista moral, que es lo que nos atañe, el pecado de la sodomía, o sea la práctica homosexual es uno de esos pecados que claman al cielo, cito del catecismo:

1867 La tradición catequética recuerda también que existen “pecados que claman al cielo”. Claman al cielo: la sangre de Abel (cf Gn 4, 10); el pecado de los sodomitas (cf Gn 18, 20; 19, 13); el clamor del pueblo oprimido en Egipto (cf Ex 3, 7-10); el lamento del extranjero, de la viuda y el huérfano (cf Ex 22, 20-22); la injusticia para con el asalariado (cf Dt 24, 14-15; Jc 5, 4).

Por lo que debemos de reconocer es algo grave, con la legislación como está el pecado se reduce a una elección valida, y trata de vendernos que con esa ley  nos hace “una sociedad sea más abierta e incluyente a la realidad y se defiende al amor sin distinción” Cuando en realidad promueve es que eventualmente sea considerado como “normal” el que dos personas del mismo sexo puedan tener una matrimonio y que puedan fungir como “padres naturales” o sea aceptar una aberración contra natura. 

El matrimonio es un sacramento, elevado por Dios para la procreación y para que de ese unión basada en el amor mutuo en Cristo se puedan santificar ambos y su filia.

1604 Dios que ha creado al hombre por amor, lo ha llamado también al amor, vocación fundamental e innata de todo ser humano. Porque el hombre fue creado a imagen y semejanza de Dios (Gn 1,2), que es Amor (cf 1 Jn 4,8.16). Habiéndolos creado Dios hombre y mujer, el amor mutuo entre ellos se convierte en imagen del amor absoluto e indefectible con que Dios ama al hombre. Este amor es bueno, muy bueno, a los ojos del Creador (cf Gn1,31). Y este amor que Dios bendice es destinado a ser fecundo y a realizarse en la obra común del cuidado de la creación. «Y los bendijo Dios y les dijo: «Sed fecundos y multiplicaos, y llenad la tierra y sometedla»» (Gn 1,28).

La familia es la “Iglesia domestica” siempre ha sido esa una función primordial, con la degradación del matrimonio se ataca a esta institución, una pareja de homosexuales jamás podrán gozar del amor en Cristo, ese amor llamado «agape» ese esta solo destinado para los fieles a su Palabra Revelada. El amor homosexual solo es erótico, hedonista, no es un amor ágape, que Tomas de Aquino define el amor de Dios infuso en el corazón del bautizado (cf. Rm 5,5) como “el amor con el que Dios nos ama y con el que hace que nosotros le amemos” (amor quo ipse nos diligit et quo ipse nos dilectores sui facit”), dado que los actos homosexuales van en contra de lo que Dios quiere jamás podrán ser participes de ese amor ya que no quieren amar a Dios siguiendo sus mandamientos, solo es un amor centrado en ellos dejando a Dios de lado.

“Pero, yo conozco a muchos homosexuales y mientras no se metan conmigo no le veo problema

Esa cita la he leído en varios foros, y lo dicen católicos que se dicen comprometidos, incluso algunos les reconocen ciertas cualidades por ser homosexuales, ninguna característica los hace mejores que cualquier hombre todos tenemos la concupiscencia y tenemos cualidades, así que quien esta públicamente metido en el pecado no puede obrar cooperando con la gracia para hacer actos buenos a los ojos de Dios.

“Ojala y un hijo no “les salga homosexual”
Otra cita/amenaza que he leído, y la respuesta no es fácil, especialmente para aquellos cristianos practicantes. La tendencia homosexual NO es pecado en si. “Dios ama al pecador aborrece al pecado” lo que Dios prohíbe es la practica homosexual, así como la promoción de esos ambientes. Al hijo homosexual se le debe amar, y de ser posible darles ayuda profesional, mientras no sean travestidos, o tengan pareja homosexual no caen en pecado, y pueden participar en la Iglesia.

“Quien soy yo para juzgarlos?” y “El que esté libre de pecado que arroje la primer piedra!”

Bueno, al respecto ya desarrolle un tema, darle click AQUÍ

 

«Debemos de rechazar a los homosexuales?»

No, de ninguna manera. La Iglesia nos dice que «debemos de acogerlos con respeto, compasión y delicadeza»

2358 Un número apreciable de hombres y mujeres presentan tendencias homosexuales profundamente arraigadas. Esta inclinación, objetivamente desordenada, constituye para la mayoría de ellos una auténtica prueba. Deben ser acogidos con respeto, compasión y delicadeza. Se evitará, respecto a ellos, todo signo de discriminación injusta. Estas personas están llamadas a realizar la voluntad de Dios en su vida, y, si son cristianas, a unir al sacrificio de la cruz del Señor las dificultades que pueden encontrar a causa de su condición.

Importante resaltar que no debemos de confundir los términos «homosexual» con «actos homosexuales»  ya que el primero es la persona que tiente tendencia hacia el mismo sexo, y los actos homosexuales son el pecado cometido al contener materia grave como son desde pensamientos lujuriosos homosexuales, besos, caricias y el mismo acto homosexual.

Que pueden hacer las personas con tendencias hacia el mismo sexo?

2359 Las personas homosexuales están llamadas a la castidad. Mediante virtudes de dominio de sí mismo que eduquen la libertad interior, y a veces mediante el apoyo de una amistad desinteresada, de la oración y la gracia sacramental, pueden y deben acercarse gradual y resueltamente a la perfección cristiana.

Que dice Dios al respecto?

En la Escritura tenemos estas citas que no son ambiguas, son bastante claras y Dios nos dice son pecado los actos homosexuales.

Génesis 19:4-5
No bien se habían acostado, cuando los hombres de la ciudad, los sodomitas, rodearon la casa desde el mozo hasta el viejo, todo el pueblo sin excepción.  Llamaron a voces a Lot y le dijeron: «¿Dónde están los hombres que han venido donde ti esta noche? Sácalos, para que abusemos de ellos.»

Levítico 18:22 «No te echarás con varón como con mujer, es abominación» (Lv 18:22) 

Levítico 20:13  «Si alguno se juntare con varón como con mujer, abominación hicieron; ambos han de ser muertos, sobre ellos será su sangre»

Romanos 1:24-27  
Por eso Dios los entregó a las apetencias de su corazón hasta una impureza tal que deshonraron entre sí sus cuerpos;  a ellos que cambiaron la verdad de Dios por la mentira, y adoraron y sirvieron a la criatura en vez del Creador, que es bendito por los siglos. Amén.  Por eso los entregó Dios a pasiones infames; pues sus mujeres invirtieron las relaciones naturales por otras contra la naturaleza;  igualmente los hombres, abandonando el uso natural de la mujer, se abrasaron en deseos los unos por los otros, cometiendo la infamia de hombre con hombre, recibiendo en sí mismos el pago merecido de su extravío.

1 Corintios 6:9  «¿No sabéis acaso que los injustos no heredarán el Reino de Dios? ¡No os engañéis! Ni los impuros, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los homosexuales»

 I Timoteo 1:10  «adúlteros, homosexuales, traficantes de seres humanos, mentirosos, perjuros y para todo lo que se opone a la sana doctrina»

II Pedro 2:6-7
«si condenó a la destrucción las ciudades de Sodoma y Gomorra, reduciéndolas a cenizas, poniéndolas como ejemplo para los que en el futuro vivirían impíamente;  y si libró a Lot, el justo, oprimido por la conducta licenciosa de aquellos hombres disolutos»

Judas 7
Y lo mismo Sodoma y Gomorra y las ciudades vecinas, que como ellos fornicaron y se fueron tras una carne diferente, padeciendo la pena de un fuego eterno, sirven de ejemplo.

Ríos de tinta cibernetica se usaran para tratar el tema a favor y en contra, nuestro deber como católicos firmes en nuestra Fe es no callar y hablar claro: A Dios, según su misma y clara revelación esta en contra del pecado de la sodomía, y no debemos de aceptarlos o considerarlo como algo normal ya que Son contrarios a la ley natural. Cierran el acto sexual al don de la vida. No proceden de una verdadera complementariedad afectiva y sexual. No pueden recibir aprobación en ningún caso.

Bendiciones en Cristo y María Santísima Theotokos

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