Exorcismo Magno en México

CFF. Junio 18, 2015.- En pasados días, la noticia de que en México se había realizado un Exorcismo Magno a todo un país, nos sorprendió a todos. No solo es justo decir que es la primera vez que tal acontecimiento ocurre en la historia de la iglesia, sino que ocurre en un momento en que las fuerzas del mal han tomado fuerzas insospechadas en esta patria bendita de Dios como lo es México, tierra tan bendita que hasta la Madre del Señor la ha elegido para establecer su casa. Seguramente por eso es que este país ha sido salvajemente atacado por el demonio. Violencia, secuestros, drogadicción, abortos, culto idolátrico a la «santa muerte» y recientemente, resoluciones de los magistrados contrarias a la misma naturaleza humana dando pie a la aprobación de «gaymonios» en las legislaturas estatales. Problemas sociales y económicos, corrupción y es cuento de nunca acabar.

Vaya que necesitamos de exorcismos.

Y el creador de este ritual, el sacerdote exorcista y demoniólogo, el P. José Antonio Fortea nos explica en su publicación más reciente: «El Exorcismo Magno. Consideraciones acerca de la creación de un posible ceremonial para realizar un magno y solemne exorcismo sobre la iglesia cuando tiene lugar una reunión nacional de exorcistas», que este ritual es una propuesta para dicho ceremonial. No es un ritual aprobado por la Santa Sede, simplemente es una sugerencia cuya revisión y aprobación dependerá de la autoridad eclesial. Sin embargo, su puesta en práctica depende, como fue en este caso, de la aprobación de un Obispo para que se realice dentro de su diócesis. De igual forma, en completa actitud de obediencia, el P. Fortea ha declarado en su escrito que se someterá a la consideraciones que en el futuro pueda realizar la Congregación para el Culto Divino con respecto a esta propuesta ceremonial.

Otro detalle importante, es que este ritual apenas había sido presentado como una propuesta a discutirse cuando al mes de presentado, ya se estaba gestando su puesta en práctica. Como el mismo P. Fortea lo ha dicho, fue el primer sorprendido de la pronta acogida a su propuesta.

Pero analicemos un poco lo que hasta hoy se ha dicho al respecto en las diversas fuentes informativas y sobre todo, en la voz de algunos que participaron de tan solemne acto.

Cito primeramente al sr. Roberto O´Farrill, periodista católico, quien escribió en la página de interner «Ver y Creer» lo siguiente: «…el miércoles 20 de mayo, hacia el medio día, se celebró el ritual del magno exorcismo de México, a puerta cerrada, con la participación del cardenal Juan Sandoval Iñiguez, arzobispo emérito de Guadalajara; monseñor Jesús Carlos Cabrero Romero, arzobispo de San Luis Potosí; el Padre José Antonio Fortea, demonólogo y exorcista; el Padre Carlos Spahn, exorcista; el Padre Alberto Ferrara Schievano, exorcista de Tehuacán; varios exorcistas más, los señores canónigos de Catedral, sacerdotes, seminaristas y algunos laicos.» El sr. O´Farrill fue uno de los pocos laicos que tuvieron el privilegio de participar de dicha ceremonia.

Así mismo, el Cardenal Juan Sandoval Íniguez comentó a la fuente informativa católica Aci Prensa que el Exorcismo Magno “es una oración a Dios para que aleje al Enemigo, lo aleje de estos lugares. De San Luis en primer lugar y luego de todo México”. Y continuó diciendo que debemos tomar conciencia “de la situación tan grave que vivimos en México, que tiene una raíz muy profunda, más allá de la maldad humana, que es el demonio, que está muy conectado con la muerte, es el homicida desde el principio”. En ese mismo tono, el arzobispo de San Luis Potosí, Monseñor Cabrero comentó que este acontecimiento es un sacramental donde pedimos a Dios “que nos libere de esa presencia fuerte de ese Maligno que se deja sentir. Por eso uno acude a esta oración especial, ciertamente, extraordinaria, pero no deja de ser una práctica de la Iglesia”.

Su carácter privado obedeció a evitar malentendidos y a la presencia de curiosos que pudiesen entorpecer el ritual que por primera vez se realizaba en la historia de la Iglesia. Inclusive, ninguno de los participantes sabía que tal evento se llevaría a cabo. Se les citó y no se les comentó nada hasta ya estando reunidos. Por tal motivo, salta a la atención que uno de estos exorcistas platicó al P. fortea que apenas dos días antes de realizar este acto, un demonio había comentado su malestar por «eso que vais a hacer los exorcistas en una reunión que vais a tener dentro de dos días», cosa que tal exorcista no comprendió en su momento sino hasta enterarse de la ceremonia que habría de realizarse. Como bien dijo el P. Fortea: «Cuando algo pone muy furioso al demonio, esa es buena señal»

Ante todo esto, llama la atención una anecdota que el sr. Roberto O´Farrill cometaba a la página informativa de Aci Prensa y que creo que merece especial atención. Cuenta el sr. O´Farrill de un joven mexicano poseso por cuatro demonios que fue enviado a Roma para ser atendido por el P. Amorth, y durante su exorcismo, los demonios comentaron lo siguiente con respecto a los mexicanos: “ustedes son unos estúpidos, porque Ella (la Virgen María) nos corrió de México y ahora ustedes con sus leyes estúpidas han permitido que regresen los sacrificios a México, los sacrificios humanos, nosotros no queremos decir esto pero Ella nos pisa la cabeza y nos obliga”.

Esta declaración debe dejarnos a todos perplejos y conmocionados, porque resulta entonces que son nuestros actos los que motivan a los demonios a tomar posesión de nuestra patria. Las leyes que permiten el aborto y ahora la resolución de la Suprema Corte dando cancha abierta para la aprobación del mal llamado «matrimonio gay» son invitaciones al demonio a que tome posesión de nuestro país, pues al ignorar a Cristo, dejamos abierta la puerta al demonio. ¿Qué necesita esta sociedad para darse cuenta del mal que estamos causando con nuestros actos? ¿Qué necesitan los políticos para comprender que son instrumentos del mal cuando aprueban leyes contrarias a la dignidad y naturaleza humana?

Bien lo ha dicho el demonio, «estúpidos»…. sí, «estúpidos» por permitir que la inmundicia llene nuestra casa. Nosotros lo hemos provocado con nuestros actos, al olvidar a Dios y expulsarlo de nuestra vida.

Celebro con sentido júbilo, y agradezco a quienes formaron parte de este Exorcismo Magno por nuestro país. Ojalá y sus frutos sean sensibles a la comunidad y que no quede como una simple anécdota más, sino que este ritual pueda pronto formar parte de los rituales aprobados por la Congregación para el Culto Divino y podamos concelebrarlo en todas las diócesis del mundo y acallar la acción del demonio en nuestra vida diaria.

Dios los bendiga, y no olviden orar a san Miguel Arcángel para que nos defienda en esta batalla.

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