No es comprensible la relación que hay entre los fieles que asisten a la Eucaristía y los que realmente viven esa celebración, como el centro de nuestra fe católica. Esto es sabido por los no católicos, que con unas cuantas citas de memoria y fuera de contexto nos atacan y nos hacen dudar de nuestra fe.

Las citas están tomadas de la Biblia Versión Reina Valera de 1960 para fines apologéticos.

 

DEFINICION

Nuestra celebración más importante tiene diversos nombres pero el sentido es el mismo.

Eucaristía: Este nombre proviene del griego eucharisteo, y significa acción de gracias. Es la palabra usada en los evangelios cuando se refieren a la Ultima Cena y el discurso del Pan de Vida(como veremos más adelante). (Lc 22,19; 1 Cor 11, 24; Jn 6, 23).

Misa: Viene de la conclusión latina de la celebración, cuando el sacerdote despide la asamblea con las palabras: Ite, Missa est, que literalmente significa: “Id, es ya el final”. El uso prolongado de este saludo final hizo que la palabra “Misa” significase toda la celebración(El sacrificio de la Misa: Steve Ray).

Fracción del pan: Con este nombre se representa en el Nuevo Testamento, las celebraciones realizadas por los primeros cristianos. (Hec 2, 42)

Sacrificio: Dentro del contexto litúrgico, la eucaristía recibe el nombre de sacrificio, ya que el mismo Cristo vuelve a hacer presente el único sacrificio de la cruz. La Palabra designa este sacrificio como sacrificio de alabanza (Hec 13, 15).

 

COMO SURGE

Como parte fundamental del Plan de salvación de Dios, la Eucaristía está prefigurada en el Antiguo Testamento y establecida en el Nuevo.

Precedentes Bíblicos.

Así como la revelación del Verbo encarnado se muestra a lo largo de la Biblia, desde el Génesis hasta el Apocalipsis, igual ocurre con la Eucaristía. No es posible para un protestante transformar toda la plenitud de la Eucaristía si sólo lee lo que dice el Nuevo Testamento, obviando el Antiguo, Los Padres de la Iglesia y el mismo desarrollo de 2000 años de Cristianismo; por tal razón debemos primero sentar las bases en el Antiguo Testamento.

  • Antiguo Testamento. En el Antiguo Testamento no vamos a encontrar el sentido de la Eucaristía si no se analiza A LA LUZ DEL NUEVO TESTAMENTO, por lo tanto los pasajes que se van a explicar irán conectados.

Existen dos elementos importantes en la Eucaristía: el pan y el vino, símbolos que en conjunto significan la naturaleza humana de carne y sangre en Jesucristo. Estos elementos son ilustrados frecuentemente en el Antiguo Testamento; aunque existen otros elementos como memorial, sacrificio, pascua, etc, que también irán desembocando en la Eucaristía. Pero cabe resaltar que demostraremos la doctrina sobre la Eucaristía partiendo de que lo que allí se recibe es el Cuerpo y la Sangre de Cristo; y de que Jesús mismo lo dejó realizado en la Ultima Cena.

En Génesis 49, 10, tenemos una primera referencia bíblica. Jacob está bendiciendo a sus hijos, y cuando llega el turno de Judá (de donde procede Cristo) dice:

“ Atando a la vid su pollino, y a la cepa el hijo de su asna. Lavó en el vino su vestido, y en sangre de las uvas su manto”.

  • Sabemos que en una viña se produce vino
  • Jesús llega a Jerusalén en un burro.
  • Jesús muere en Jerusalén derramando su sangre

De acuerdo al lenguaje utilizado, el autor juega con las palabras sangre y vino como sinónimos. Cristo derramó su sangre y manchó sus vestidos, y el autor muestra esa sangre como si fuera vino de uvas, el cual se produjo en la viña, que sería Jerusalén. Cabe resaltar que la expresión “vino de uvas” se refiere a que esta sangre no provenía de creación humana, sino que era obra de Dios, como lo diría Justino en el segundo siglo[1]; de igual modo el hecho de que en la Eucaristía esté la sangre de Cristo tiene el mismo sentido teológico. Esta cita no demuestra que el vino tomado en la Eucaristía sea la sangre de Cristo pero si abre las puertas para entender que el vino que Jesús consagró en la Ultima Cena sea la sangre que derramó en la Cruz. El paralelo en el Nuevo Testamento se encuentra en Mc 14, 23

“Y tomando la copa, y habiendo dado gracias, les dio… y les dijo: Esto es mi sangre del nuevo pacto, que por muchos es derramada”.

Aquí el mismo Jesús al tomar el vino o cáliz, hace alusión a su sangre. No dice SIMBOLIZA O REPRESENTA, dice ES. Esto se explicará mas adelante.

El mismo Génesis nos muestra otra figura en el capítulo 14. Melquisedec presenta pan y vino para bendecir a Abraham de parte de Dios. Este Melquisedec no tiene procedencia, apareciendo como sacerdote de Dios. Lo raro es que el sacerdocio judío venía por la tribu de Leví. La carta a los Hebreos muestra algo bien interesante:

“Sin padre, sin madre, sin genealogía, que ni tiene principio de días, ni fin de su vida, sino hecho semejante al Hijo de Dios, permanece sacerdote para siempre” (Heb 7, 3)

Melquisedec por el hecho de ser imagen de Jesús, queda establecido como sacerdote eterno. Por qué? Qué ofreció Jesús en la Última Cena? Pan y vino al igual que Melquisedec. Es interesante recordar que este pasaje de génesis 14 fue redactado por la fuente sacerdotal después del destierro; y que justo lo que le colocaron a Melquisedec haya sido pan y vino, y no un cordero como lo hacían ellos. Algo quiso dejarnos el Espíritu Santo con este mensaje.

LA PASCUA

La Pascua de los hebreos -

Luego entramos a la raíz de la Eucaristía en el Antiguo Testamento: La Pascua Judía.

La Pascua es la celebración mas importante del Israelita; le recuerda su liberación de la esclavitud. La Eucaristía es la celebración más importante del cristiano, le muestra la muerte victoriosa y la resurrección de Nuestro Señor Jesucristo. La Pascua aparece muy bien explicada en el Exodo.

Cuando Israel va a salir de Egipto, Yahvé le ordena que todos los años realice una celebración especial. En esta celebración debían reunirse las familias y seleccionar un cordero sin defecto(Ex 12,5) para ofrecerlo asado al fuego y comerlo entre todos; así como también panes ázimos y verduras amargas(Ex 12,8). Después debían rociar con la sangre del animal, las puertas de sus casa, como señal(Ex 12, 13).

Esta Pascua o Jag Hapesag, como la llaman los judíos tiene un orden establecido, que nos muestra claramente Frank Morera en su artículo “Pascua y Misa”. Cito a continuación como lo expone:

La Cena Pascual se compone de los siguientes elementos:

  1. Kadesh o santificación que no es mas que la recitación de la bendición sobre el vino.
  2. Rejatz o lavado de las manos
  3. Carpas, verduras, generalmente perejil o rábano remojado en agua salada
  4. Yajatz, división de la Matza intermedia (tres panes sin levadura) con el AFIKOMEN  para el (postre) que se esconde y se busca al final de la cena, partiéndose y repartiéndose entre los invitados.
  5. Maguid, Relato de la historia (hagada) con sus cuatro preguntas y la consiguiente narración
  6. Rajatz, segundo lavado de las manos por todos los presentes antes de partir el pan
  7. Motzi-Matza, Bendiciones sobre el pan
  8. Maror, hierba amarga remojada en Jaroset (mezcla de manzanas y nueces)
  9. Corej, comida de matza y maror
  10. Shuljan Orej, mesa para la comida del seder
  11. Tzafun, búsqueda del Afikoman ( quien lo encuentra recibe un premio) y su comida como ultimo recuerdo del cordero pascual
  12. Barej, bendición y acción de gracias
  13. Nirtza, despedida del Seder.

Este es el orden de la cena Pascual desde los tiempos Bíblicos hasta el día de hoy, comida llena de simbolismo, donde se mezcla el cordero inocente que muere por la salvación de Israel y la esperanza de la futura redención simbolizada en las cuatro copas del seder.

  1. Copa de la bendición
  2. Copa las plagas
  3. Copa de la REDENCION
  4. Copa de las Alabanzas
  5. Copa de Elías

Estas copas recuerdan la Redención y se asocian como enseñanza y mensaje a los cuatro términos de la redención mencionados en el Éxodo: “Os sacare …Os libertare…..os redimiré….y os tomare para mi como pueblo” Éxodo 6, 6-7 y la quinta copa que recuerda que el Mesías vendrá en este mes a redimirnos[2] 

Como se puede observar en el artículo de Morera, esta Pascua tiene un orden inviolable y establecido por Yahvé. Pero tiene un origen por analizar. La fiesta de la Pascua se compone de la Cena del Cordero y la cena de los Ázimos.  Son dos tradiciones diferentes que se unen para conmemorar la liberación de la esclavitud.

La Cena del cordero

La Cena del cordero era originalmente un ritual practicado por los pastores, con el propósito de preservar a sus familias y sus rebaños de enfermedades, pestes y de la muerte, las que según su creencia, eran causados por espíritus malos[3]. Esta fiesta logró coincidir con la salida de Egipto y fue por esta razón que tomó sentido de memorial, como una celebración que siempre les recordara a los israelitas su paso a la libertad. Esto se observa claramente en la Escritura cuando dice:

“Y cuando os dijeren vuestros hijos : ¿Qué es este rito vuestro? vosotros responderéis: Es la víctima de la Pascua de Jehová”.( Ex 12,26-27a)        

Claramente se connota el sentido que para las generaciones posteriores significará esta pascua. Será como una ley inviolable que nunca dejará de hacerse. Buena pregunta es para el lector: ¿ En tu Iglesia se sigue realizando la Pascua? Ya no como lo habla el judaísmo si no como lo instituye Cristo?.

Un punto importante dentro de este rito es el sello de las casa con la sangre. La orden dada por Yahvé fue:

“Y tomarán de la sangre, y la pondrán en los dos postes y en el dintel de las casas. Y la sangre os será por como señal en las casas donde vosotros estéis, y veré la sangre y pasaré de vosotros.”(Ex 12,7.13)

En la mentalidad de los pueblos de la época era común la creencia de que la sangre los protegía de algún mal espíritu y por tanto la usaban como un sello para sus viajes. La celebración de la cena toma este sentido cuando plantea como Dios protege a los que hacen su voluntad. Y esa promesa de salvación se establece en una alianza entre Dios y su pueblo, si el pueblo le es fiel, el Señor cuidará de Israel y lo asistirá por siempre. El sello de está alianza será por sangre:

“Entonces Moisés tomó la sangre roció sobre el pueblo, y dijo: He aquí la sangre del Pacto que Jehová ha hecho con vosotros”.(Ex 24,8)

Cristo hará lo mismo en la Última cena. Hablará de un nuevo pacto, aunque según los evangelio, existan dos formas  literarias de plantearlo.  Marcos y Mateo tomarán el pasaje de Exodo y lo llevarán a palabras de Jesús:

“Porque esto es mi sangre del nuevo pacto…” (Mt 26,28)

Cristo establece el Nuevo Pacto, ya no en un monte ni con sangre de animales, lo hace con su propia sangre. Y al igual que la señal protegía a los israelitas, esta sangre de Cristo será para la redención del género humano.

Algo curioso para resaltar es que en la Cena Pascual, el cordero se coloca en forma de cruz; así mismo como fue levantado Cristo en la cruz. De esto Justino dice: “Y en efecto, el cordero se asa colocándole en forma de cruz. Porque una punta del asador le atraviesa recta desde los pies a la cabeza; y otra por las espaldas, y a ella se sujetaban las patas delanteras del cordero”[4].

 

La Cena de los ázimos.

La otra fiesta que se realiza en la Pascua es la de los ázimos. Pertenece al mundo agrícola; se celebraba al comienzo de la siega de la cebada y duraba siete días(Dt 16,9). Se comía pan nuevo(sin levadura) simbolizando que no se puede estar en lo viejo y dañino  sino que debemos renovarnos en una vida nueva[5]. Cristo expresa esta simbología en la nueva pascua. San Pablo dirá claramente el cuidado de participar indignamente en la cena del Señor(1 Cor 11, 27), lo que lleva a examinarnos y dejar atrás todo lo que ofende a Dios para estar en plena comunión con El.

“Limpiaos, pues, de la vieja levadura para que seáis nueva masa, sin levadura como sois; Porque nuestra Pascua, que es Cristo, ya fue sacrificada por nosotros”.(1 Cor 5,7)

La analogía entre Jesús y el cordero pascual queda expresada en este pasaje donde, el sentido de los panes ázimos de la pascua toma su verdadero sentido, aplicándose al pueblo, santificado por la sangre y el Bautismo en Cristo Jesús.

Claramente los elementos de la levadura y el cordero plantean de una manera misteriosa para el israelita una proyección del momento de la redención universal realizada por la muerte de Cristo en la cruz.

Después de todo este análisis, cabe la pregunta: ¿Por qué darle importancia a esto de la Pascua? Jesús mismo da la respuesta. En su actuar él se comporta como todo judío y se somete a la ley:

  • Entra en la sinagoga todos los sábados (Lc 4, 16-18)
  • Asiste a las fiestas solemnes (Jn 7,10)
  • Reconoce la autoridad sacerdotal en asuntos de purificación (Mc 1,44)
  • Celebra la Pascua (Mt 26,18).

Observemos como Jesús reconoce el mandato perpetuo de la Pascua. El no va a abolir el mandato de Dios, pues el mismo lo expresa (Mt 5,17). El viene a darle forma definitiva a todos los preceptos del Antiguo Testamento; y con la Pascua hará lo mismo. ¿Por qué realiza Jesús su Ultima Cena dentro de una pascua? Jesús entiende lo que para el pueblo significa la Pascua, y también sabe lo que el quiere dejar enseñado a sus apóstoles. Los protestantes reconocen que esta cena se enmarque dentro de la Pascua, pues hasta Jesús lo expresa(Lc 22, 15). Pero cuando se trae el sentido sacrificial de la pascua a la Ultima Cena, ya las opiniones cambian. Debe ser así para ellos justificar la cena que realizan en donde sólo REPITEN lo que hizo Jesús, como un símbolo y nada más. Pero como se engañan cuando la Escritura misma reconoce el sentido sacrificial de la Celebración de Cristo.

Otro pasaje que nos puede dar luz sobre la Eucaristía lo encontramos con Eliseo. Eliseo nos trae una prefiguración de la multiplicación de los panes.

Un pasaje que la primera comunidad de apóstoles entendió como referido a la Eucaristía lo encontramos en Malaquías. Trata del  hecho de que a Dios  ya no le agradan los sacrificios de los isrealitas, pues lo hacen  sin el verdadero sentido. Dios les hará ver que habrá una nueva ofrenda que reemplazará esos sacrificios:

“Porque desde  donde el sol nace hasta donde se pone, es grande mi nombre entre  las naciones; y en todo lugar se ofrece a mi Nombre  incienso y  ofrenda limpia” (Mal 1, 11).

Se habla  de UNA ofrenda MUNDIAL a DIOS PADRE. No existe una cena protestante única para todas sus denominaciones, pues hasta entre ellos hay divisiones. Pero la Eucaristía Católica tiene el mismo orden en todos los países del mundo; y aunque son muchas, se recibe al mismo Cristo. ¿Acaso el paralelismo no es impactante e inequívoco? Malaquías enmarca dos veces el “sacrificio sin mancha” de los gentiles con los términos sacrificiales de “mesa del Señor”[6]

Hasta Justino[7] dice: “Ya entonces, anticipadamente, habla de los sacrificios que nosotros ,las naciones, le ofrecemos en todo lugar, es decir, del pan de la Eucaristía, a par que dice que nosotros glorificamos su nombre”

 

EL NUEVO TESTAMENTO

LA ULTIMA CENA

Ya vista la Pascua, tendremos las herramientas para entender en profundidad lo que Jesús hizo en la Última Cena. La Última Cena es la última acción realizada por Cristo antes de morir, esto indica que debe haber un nexo entre eso y su muerte.

Jesús ya había terminado su ministerio público durante tres años, en los cuales muchas veces comió con sus apóstoles, comió con pecadores,  multiplicó los panes, contaba parábolas de banquetes, como preparando a la gente para lo que habría de acontecer en la última cena. Esto debía marcar al Cristianismo así como la Pascua marcó el Judaísmo.

Esta celebración sería el sello indiscutible que diferenciaría a los cristianos de judíos y paganos, ya que sus comidas serían con propósitos diferentes.

 

Los evangelios

Para propósitos didácticos empezaremos por lo que nos cuentan los evangelio sobre esta celebración. Antes hay que resaltar, que existen dos formas literarias para enmarcar la Cena. Mateo y Marcos siguen la tradición de Jerusalén, y Lucas y Pablo siguen la tradición de Antioquía. Esta diferencia no desmerita en sí el sentido de esta cena, si no que mas bien lo enriquece y ayudará a entender la doctrina católica sobre la Eucaristía.

En términos generales los relatos en Mateo, Marcos, Lucas y Pablo muestran una acción de bendición de Jesús sobre el pan y el vino. Además, cada evangelio ofrece otros indicios del sentido sacrificial de la Cena, de su institución perpetua, del sentido escatológico con el sacrificio de la cruz y del mismo fin de esta.

 

Mateo y Marcos.

Los evangelios de Mateo y Marcos utilizan un lenguaje semejante cuando se refieren a la Última Cena.

¿Qué podemos extraer de estos evangelios?

Colocan la acción sobre el pan y el vino durante de la cena.

Utilizan la expresión: esta es mi sangre.

Expresan el sentir de no beber mas vino hasta beberlo en el Reino de Dios.

La acción de Jesús sobre el pan en estos evangelios se limita sólo al mandato de comerlo pues es su cuerpo. Pero en este mandato se ven clara cuatro acciones: Tomar, bendecir, partir y dar. La bendición se hacía ya en las cenas pascuales y Jesús realza este hecho, pues es la bendición la que consagra ese pan y lo transforma en su cuerpo.

Existe algo claro en esta cena: no hay cordero animal que sacrificar. Esta realidad sólo conlleva a pensar que Jesús es el cordero que se ofrece en esta ocasión. Ya San Juan nos va a mostrar en boca de Juan Bautista que Cristo es el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo(Jn 1, 29). Si en el antiguo rito, la sangre del animal calmaba la ira de Dios y daba el perdón, algo similar debe  realizar la sangre de Cristo. Mateo y Marcos muestran esta realidad con la expresión : “será derramada por muchos” (Mt 26,28), (Mc 14,24) como indicando un sentido sacrificial en este derramamiento de sangre; Mateo va más allá y dirá : “para perdón de los pecados”.

Pero la pregunta es: ¿Cómo el vino que está bendiciendo Jesús en la Última Cena puede perdonar los pecados? La respuesta que se puede encontrar a este misterio es conectar esta cena con la crucifixión. Plantearle a un protestante que la sangre de Cristo tiene poder y que nos redime, no es muy difícil, ya que ellos también aceptan esto; pero cuando se trata de mostrar que esa sangre ya fue bendecida en la especie de vino en la última cena, las cosas cambian.

Jesús muy bien pudo decir cuando estaba en la cruz, que su sangre derramada era para perdón de los pecados, pero ni siquiera lo mencionó. Prefirió hacerlo en la Última Cena, como enseñándonos el sentido sacrificial que esta comida tenía y que iba a terminarse en la Cruz.

Además, se puede decir que Jesús no bebió del vino que estaba bendiciendo, esta copa debía corresponder a la tercera copa: La de la redención. Por qué Jesús rehusaría tomar esta copa? ¿Acaso pensaba tomarla en otro momento? ¿Qué momento era este?

Como ya se mencionó el sentido sacrificial que muestra Cristo al hablar de perdonar pecados con sangre, vayamos al Antiguo Testamento, cuando el Sumo Sacerdote ofrecía la expiación por el pueblo.

El libro del Levítico nos muestra en sus primeros capítulos, lo referente a los sacrificios que debía ofrecer el Sumo Sacerdote para expiación. Claramente se observa como debe degollarse el animal, para que su sangre reemplace la sangre de la persona que ha pecado, y con esta sangre se realizan varias aspersiones, de esta manera se obtiene la redención de Dios. Si Cristo expresa el mismo sentir con su sangre en esta Cena es porque esa cena es un sacrificio real.

Existen en el antiguo testamento dos pasajes que muestran las palabras: sangre y alianza. Mateo y marcos toman del libro del éxodo el rito sobre el vino (Ex 24,8). Colocan primero sangre y luego alianza. De todos modos, se da entender que Cristo no bebió de esta copa, la tercera, la de la Redención, pues la orden es dada para los apóstoles. Esta Copa se tomaba simbolizando la futura redención que al pueblo le vendría con el Mesías. Jesús, sabiendo que el es el Mesías, la tomará en el momento indicado.

“De cierto os digo que no beberé mas del fruto de la vid, hasta el día en que lo beba nuevo en el Reino de Dios.(Mc 14, 25)

Aquí Jesús deja claro cuando tomará la tercera copa. Lo importante es entender que significa la expresión: Reino de mi Padre. Jesús entiende que el tomar esta copa no será cualquier cosa, ya que la redención que se obtendrá será con el precio de su vida, y como verdadero hombre temía esto(Mc 14, 34).

Una luz para esclarecer esto lo encontramos cuando Jesús ora en el huerto Getsemaní. Jesús mientras ora expresará:

“¡Abba, Padre!, todas las cosas son posibles para ti, aparta de mi esta copa. Más no lo que yo quiero, sino lo que tú.(Mc 14,36) (Mt 26, 39). ¿Qué copa es esta?

Estos evangelios también muestran que la Cena Pascual no se terminó como todas las demás. Los evangelios nos relatan que después de la acción de gracias Jesús salió. Esta acción de gracias representan la cuarta copa: la de las alabanzas. En esta copa se recitan varios salmos. La única explicación para que Jesús dejara la Cena incompleta, es porque la terminaría mas adelante: en la Cruz. Cuando cenaban nadie presionó para que se interrumpiera la cena. Si Jesús quiso suspenderla es porque pensaba terminarla más adelante, pues como buen judío debía celebrar la Pascua completa. Además, la quinta copa era la de Elías, y Cristo ya ha expresado que Elías había venido en la persona de Juan Bautista(Mt 11,14)., por lo que no era necesaria. Analizando ahora el momento de Jesús en la cruz: Mateo nos dice que Jesús probo el vino pero no lo quiso(Mt 27, 34) y Marcos expresa que el no quiso tomar el vino(Mc 14, 23). En cambio Juan nos muestra que Jesús probó el vino justo cuando iba a morir. Las palabras del evangelista nos hacen pensar que Jesús sabía lo que debía hacer para dar cumplimiento a la venida del Reino de Dios. Es como si supiera lo que faltara; es en este momento que pide vino, que Jesús toma la tercera copa. Pues es su muerte la que nos trajo la redención, y con esta redención se nos abrieron los cielos para la llegada del reino de Dios.

“Después de esto, sabiendo Jesús que ya todo estaba consumado, dijo para que la Escritura se cumpliese: Tengo sed. Cuando Jesús hubo tomado el vinagre dijo: Consumado es. Y habiendo inclinado la cabeza, entregó el espíritu”(Jn 19, 28.30)

Jesús cumplió todo justo después de tomar el vino. Es este momento de su muerte el que nos da la redención eterna.  Jesús debió tomar el caliz que temía, y termina tomando el vino que no tomó en la Última Cena. Con razón dice: Todo esta cumplido

¿A qué se llega con esto? Se puede concluir que la Cena que Jesús tomó terminó en la cruz.

Si en la cruz Jesús se sacrificó por todos nosotros, entonces ese sacrificio debió comenzar en la Cena. Ya hemos abierto el camino para entender el sentido sacrificial de la Cena, pero serán Lucas y Pablo, quienes nos ampliarán los horizontes para asimilarlo.

De todos modos, estos evangelios, aunque no son muy ricos en expresiones y palabras de Jesús, si dejan claro, lo que Jesús quería expresar sobre su cuerpo y su sangre.

 

Lucas y Pablo(1 Cor 10-11)

Lucas como evangelio sinóptico también conserva el mismo esquema para hablar de la Última Cena, y junto con Pablo nos van a dejar muy claro la finalidad de esta.

Qué extraemos de estos textos?

Lucas menciona dos copas

Menciona que su cuerpo es entregado por los demás

Ordena actualizar ese único sacrificio.

Pablo menciona que el Pan es comunión con el cuerpo de Cristo

La cena es un sacrificio

Estar dignos para recibir el cuerpo de Cristo.

Lucas

Analizar la forma en que Lucas narra la Última Cena permite inducir que este acontecimiento se explica desde la vivencia propia de la celebración. Es como si a partir de la forma en que los cristianos celebran la cena, Lucas escriba el texto.  Aun así se aprecian los mismos rasgos que en Marcos y Mateo.

Atreverse a decir que la celebración cristiana estaba sufriendo un proceso de liturgización no es descabellado si se observa en qué momentos Jesús realiza las bendiciones. En Mateo y Marcos se observa que las bendiciones se hacen al final de la cena, mientras Lucas hará la bendición sobre el pan, antes de la cena, y sobre el vino, después de la Cena. Estos detalles muestran como poco a poco los cristianos irán asimilando paulatinamente la tradición y el mandato de celebrar la cena, que más que una cena será una eucaristía(acción de gracias)

Lucas se acerca más a lo que representa una Pascua, en cuanto sigue la tradición judía. Es el único que muestra dos copas, una en el versículo 17 y otra en el verso 20. La primera copa que Jesús entrega, no la bendice; debe ser la segunda copa: la de las plagas. Después de esto, Jesús realiza la bendición sobre el pan.

En la bendición que Jesús realiza sobre el pan, se muestra claro el sentido mismo que lleva a la comunidad de donde toma Lucas su fuente: la de Antioquía. Claramente, es una orden de Cristo la que lleva a perpetuar esta celebración.

A las palabras de: esto es mi cuerpo, Lucas añadirá: “que por vosotros es dado. Haced esto en memoria de mí”(Lc 22,19). El sentido de “será entregado por vosotros”, refuerza la idea de que Jesús está realizando su sacrificio ya desde la misma cena. Las palabras siguientes son un mandato perpetuo de Cristo, no de repetir como si fuera una obra de teatro, sino de actualizar eso que el está haciendo, así no se hace un nuevo sacrificio sino que se re-presenta el único sacrificio de Cristo. Este es el punto que no entienden los protestantes, y que los católicos no sabemos explicar. La clave es entender la palabra usada: “memoria de”. Más adelante se explicarán de una manera interlineal, todas las palabras de Jesús usadas en la Última Cena.

Lo más importante es ver como dice Cristo:

“Cuanto he deseado comer con vosotros esta Pascua antes de que padezca”(Lc 22, 15)

Jesús sabe que está es la Pascua más importante de todas, pues allí entregará su cuerpo y su sangre, sacrificio que terminará en la cruz del calvario. Si los protestantes sólo ven esto como una simple cena donde repiten lo que hizo Jesús, sus celebraciones son menos importantes que la pascua de la Última Cena, y así es ridículo celebrar algo sin importancia. Pero si entendemos que realizar la pascua es mandato perpetuo de Dios(Ex 12,14), que Jesús vino a darle cumplimiento definitivo a la ley(Mt 5,17-18)¸ El desea comer esta pascua y manda a realizarlo a sus apóstoles, y además ese sacrificio fue suficiente(He 9, 28) sólo entendemos este mandato como: actualizar ese único sacrificio de Cristo, pues de otro modo o estaríamos sacrificando otra vez a Cristo o estaríamos dejando de cumplir el mandato Pascual. Los protestantes creen que los católicos hacemos lo primero, pero ellos si hacen lo segundo.

Pero Lucas nos deja más todavía. Al momento de Cristo consagrar el vino cambia las palabras utilizadas por Mateo y Marcos. Ya se dijo que éstos usaban primero la palabra sangre y luego alianza, mientras que Lucas y Pablo harán lo contrario.

“Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre, que por vosotros se derrama”(Lc 22, 20).

Lucas tomará esta estructura, no ya de Moisés sino de Jeremías, quien coloca el termino de nueva alianza o nuevo pacto:

“He aquí que vienen días, dice Jehová, en los cuales yo haré nuevo pacto con la casa de Israel ”(Jr 31, 31)

Este nuevo pacto que viene a traer Jesús esta sellada con sangre. ¿Por qué? La única forma de destruir la antigua alianza es con la muerte de quien la otorga(Heb 9, 15-18)  Jesús debía morir para que su sangre sirviera como sello de la nueva alianza. Este pacto está expresado en la sangre que Jesús está bendiciendo en la Última Cena. Por tanto es de fácil deducción el sentido que Cristo le da al vino que está consagrando, ese vino es la sangre que sirve de sello de un nuevo pacto, y como una alianza necesita de la muerte del testador, esa muerte hace que la sangre testifique de un nuevo pacto.

Pensar en ese vino como algo simbólico es algo inconcebible, ya no sólo desde Mateo y Marcos, sino ahora desde Lucas. Y eso que aun no se ha estudiado la gramática en griego de las palabras de Jesús.

 

Existe otro pasaje en Lucas que puede darle realce a la Eucaristía. El pasaje de los discípulos de Emaús en el capítulo 24. Cabe resaltar ¿cómo reconocen los discípulos a Jesús?: en la acción sobre el pan. Y la forma usada es la misma que para la Última Cena: tomar, dar gracias(eucharisteos), partir y dar (Lc 24, 30). Justo allí reconocen al Mesías. Es triste ver como muchos cristianos no ven todavía a Jesús en este pan, y se van a sectas creyendo que allá son mas fieles al mandato del Señor; y a los que nos quedamos Cristo nos pregunta como en Juan 6, 67: ¿Quieren dejarme también?. Debemos ver al Señor en ese pan que consagramos y no dudar de sus palabras.

Lucas de seguro realza esta acción de bendición, porque a lo mejor así vivía la comunidad primitiva la liturgia que recibieron de los apóstoles Raymond Brown escribe: “La insistencia que demuestra Lucas de explicar que los discípulos reconocieron a Jesús en el partir el pan, ha sido tomada comúnmente como una enseñanza eucarística, de modo de poder convencer a la comunidad de que también ellos podían encontrar a Jesús resucitado en el partir el pan eucarístico” [8]

Podemos concluir en Lucas, que la celebración está perpetuada como mandato de Cristo para actualizar su sacrificio por todos nosotros. También se puede contextualizar que el vino que Jesús bendice no puede SIMBOLIZAR su sangre, sino que ES su sangre, pues de otro modo, no podría haber una nueva alianza.

 

Pablo

Siguiendo con Pablo llegamos a enriquecer más el valor de la Eucaristía desde la Última Cena. Pablo posee dos textos que hacen referencia a la Última Cena y a la freacción del pan que celebraban los cristianos. Analicemos cada uno:

1 Cor 10,15-22

Este texto de Pablo a los Corintios se utiliza para mostrarle a los cristianos que comer carne sacrificada es entrar en comunión con el que recibe ese sacrificio, y que ellos no pueden hacer lo mismo. ¿y qué? Para que estas palabras de Pablo tengan sentido es porque los cristianos saben que el pan que ellos comen en la fracción los hace estar en comunión con Dios.

“La copa de bendición que bendecimos, ¿no es la comunión de la sangre de Cristo?, el pan que partimos, ¿no es comunión del cuerpo de Cristo?”(1 Cor 10, 16)

Pablo entiende que el comer ese pan y tomar ese vino bendecido hace al cristiano entrar en comunión con Cristo(Aunque la versión Reina Valera hace perder valor al decir “comunión de y no con”,) y esta comunión no es un simple vínculo espiritual o simbólico, de lo contrario no dirá lo siguiente:

“Lo que los gentiles sacrifican ,a los demonios lo sacrifican y no a Dios, y no quiero que nos hagais participe con los demonios”(1 Cor 10,19-20).

¿Como entender esto? Pablo comprende que el comer los sacrificios de los paganos, sabiendo que son ofrecidos a sus ídolos, los lleva a entrar en comunión con ellos, los demonios. De igual manera sucede con la celebración de los cristianos, que ahora toma nombre propio de sacrificio cuando Pablo expresa que esos sacrificios gentiles no se ofrecen a Dios. ¿Los sacrificios no quedaron abolidos? No, la celebración cristiana se entiende como sacrificio por Pablo, el cual también dirá:

“Mirad a Israel según la carne; los que comen de los sacrificios, ¿no son partícipes del altar”1 Cor 10, 18)  Lo que se debe apreciar en este texto es el uso de la palabra altar.(aun cuando no usen comunión, sino participación) Ahora, Pablo mismo mostrará el paralelo entre altar y mesa. Los gentiles también sacrifican en altares, ¿y los cristianos? Miremos que dice Pablo:

“No pueden tener parte de la mesa del Señor y de la mesa de los demonios”(1 Cor 10, 21)

Pablo debe entender que la mesa cristiana y la mesa pagana e israelita son altares, para poder hablar de sacrificios y al mismo tiempo prevenir a los cristianos.¿ Por qué digo esto? Para los protestantes, su cena la hacen en una simple mesa. NO ES un altar como lo expresa Pablo. Pero existen altares en la Nueva alianza? (Ap 6,9; 8,3.5; 9,13; 11,1; 14,18; 16,7) Mas, la Carta a los hebreos nos muestra que tenemos un altar(Heb 13, 10), Malaquías nos expresa como será la nueva ofrenda ofrecida a Dios(Mal 1,11) y las ofrendas sólo se ofrecen en altares, llevando a un sacrificio (Deu 26, 4) .

De todo esto se muestra claro que Pablo habla en un lenguaje sacrificial para referirse a la celebración cristiana y que esta comida y bebida nos lleva a la verdadera comunión con Cristo(Koinonía)¸ comunión que implica un verdadero vínculo de toda la persona, de una manera real. Pablo lo muestra cuando expresa que todos formamos un solo cuerpo, porque el pan es uno(1 Cor 10, 17). Los lazos fraternos de la comunidad se hacen uno sólo en el cuerpo de Cristo que se está ofreciendo en un solo pan por todo.

1 Cor 11

Ahora Pablo irá mas lejos y nos mostrará el mismo patrón que los evangelios sinópticos y un indicio de que ese pan si debe ser el cuerpo de Cristo.

Este pasaje de Pablo debe datar del año 55, debe ser el texto más antiguo sobre la Última Cena, y además mostrará algo que Lucas ha dejado insinuado: La celebración va cambiando. Las primeras palabras de Pablo abren esta posibilidad.

“Cuando pues, os reunis vosotros, esto no es comer la Cena del Señor, porque al comer cada uno se adelanta a tomar su propia comida.”(1 Cor 11, 20-21).

Con Lucas ya se habló de que la bendición sobre el pan era antes de la cena y la del vino después. Pablo expresa lo mismo, mostrando que para llegar a lo que plantean Mateo y Marcos, tuvo que haber un cambio, cambio que en Mateo no acaba, sino que llega a desligar la cena de la acción de gracias, dejando dos acciones separadas.

Pablo aquí exhorta fuertemente a los corintios a que no desvíen el sentido de la cena, no es para embriagarse y comer, por tanto expresará que ese mandato que él recibió lo transmite a ellos.

De este pasaje se puede extraer lo siguiente: En el verso 22 dice Pablo:

“¿Pues qué, ¿No teneis casas en que comais y bebais?”( Cor 11, 22) Si los cristianos hubieran concebido la celebración y acción de gracias como una simple comida para remedar a Jesús en la Última Cena, no tendría sentido venir a la Iglesia a hacer lo que cada uno puede hacer en su casa. Ellos comprendieron el mandato de Cristo y por lo tanto Pablo les pide que actúen así.

Aquí se puede apreciar algo. Pablo muestra que la forma de evangelizar era oral. Cuando no existía un Nuevo testamento, los apóstoles ejercían su labor oralmente; así que pensar en una teoría como “la sola escritura” inventada por Lutero, de que todo está en la Biblia, es ridícula, ya que esta teoría sólo se empezaría a efectuar supuestamente cuando se escribieran los libros. Sin embargo Lutero dirá: “Esto sí debemos concederles (a los católicos) como verdadero, a saber, que el Papado tiene la Palabra de Dios y el oficio de los Apóstoles, y que nosotros hemos recibido las Sagradas Escrituras, el Bautismo, el Sacramento y el púlpito de ellos. ¿Qué sabríamos de estas cosas si no fuera por ellos? [9]De ahí la predicación que recibieron quienes ahora escribieran quedaría caducada y tendría que valerse sólo de lo que escribieron.

Avanzando en el texto de Pablo llegamos al texto sinóptico de la Última Cena. Se mantiene la estructura de Lucas, bendición sobre el pan – cena – bendición sobre el vino. Pablo también colocará la bendición sobre el vino en la forma: alianza – sangre. Y además, colocará como memorial, también la bendición sobre el vino. Aunque esto ya lo comentamos en Lucas, el valor de este texto está en las palabra siguientes.

“De manera que cualquiera que comiere este pan o bebiere esta copa del Señor indignamente será culpado del cuerpo y de la sangre del Señor.”(1 Cor 11, 27).

Realmente este texto NO SE PUEDE concebir simbólicamente. Si en la cena que deben celebrar los cristianos sólo comemos un pan y tomamos un vino para recordar lo que hizo Jesús, ¿Por qué Pablo hablará de pecar contra el cuerpo del Señor por comernos un simple pan? ¿qué relación ve Pablo entre este pan y el cuerpo del Señor?. Mirémoslo desde este punto: Si en nuestra celebración recibimos el CUERPO de Cristo debemos estar dignos para recibirlo, pero si solo recibimos UN PAN no importa como estemos. Los católicos recibimos el Cuerpo de Cristo porque somos VERDADEROS fieles a su Palabra, y su palabra es vida eterna. Es como si por romper un libro me acusaran de haber maltratado al autor. La única explicación sería que el libro sea lo mismo que el autor.

Analicemos el siguiente versículo:

“Todas las veces que comereis este pan  y bebereis de esta copa están proclamando la muerte del Señor hasta que venga” (1 Cor 11, 26).. Detengámonos en este texto y analicemos que significa.

¿Cuál es el sentido de celebrar esta cena hasta que venga Cristo?. La Pascua judía se celebró hasta que Cristo instauró la Nueva Pascua. Durante esta Pascua anual, se actualizaba ese Paso del Señor para sacar a Israel de Egipto(Ex 12, 26-28) De igual manera los cristianos celebramos la Eucaristía hasta que Cristo venga y destruya el pecado. Desde ese momento ya no habrá que seguir con la Eucaristía, pues la redención será definitiva y no será necesario actualizar ningún sacrificio ante el Padre. Esto será explicado posteriormente a la luz de la carta a los hebreos para entender el sentido de este sacrificio de Cristo. Por lo pronto reflexionemos en que lo que Pablo muestra es una celebración con sentido escatológico, esperando la llegada de Cristo, mientras la cena protestante es para vivir del recuerdo nada mas.

 

Gramática interlineal en las palabras de Jesús.

Cuerpo

Algo que puede ayudarnos a comprender la Eucaristía en conexión con la Última Cena será estudiar el idioma en que Jesús habló. No es igual el sentido que se da en griego y arameo, a lo que se puede traducir al español. Un ejemplo es la confusión protestante con el pasaje de Pedro en Mateo 16.

Realmente el texto en español dice CUERPO. Según los protestantes esa palabra se interpreta simbólicamente, pero la verdad es que casi ninguno sabe que palabra se tradujo del griego y del arameo.

Jesús habló en arameo, y en esta lengua no hay palabra para cuerpo por lo que la palabra que se usaba para esta era la misma que para carne. En griego la palabra usada es soma. Esta palabra traduce carne, pero carne de cuerpo entregado, sacrificado. Esto es real pues hasta ahora gracias a Dios no ha salido la carne espiritual. De aquí se tiene que lo que Jesús bendice en la especie del pan es la carne que será entregada, es su cuerpo físico, real.

Otra palabra para carne se encuentra en Jn 1,14. “El verbo se hizo carne”. Aquí la palabra usada es sarx. Esta palabra traduce Carne, trozo de carne, cuerpo, ser vivo, hombre. Pero Jesús en la última cena consagra es su cuerpo sacrificado, muerto, no la condición  que nos hace humanos, carnales.

También entendamos, lo que para el judío significa cuerpo. La palabra hebrea para soma es basar, y junto con sangre(haima) sí involucran a toda la integridad de una persona, incluso más alla de estar vivo o no; sobre todo en el lenguaje sacrificial. Para nosotros decir: cuerpo, es un contraste de alma y espíritu, pues asociamos cuerpo a lo tangible. Pero para el judío entender basar es entender a toda la persona incluyendo su espíritu y su alma.

 

Eucaristía

Muchas veces he oido decir a los protestantes: “¿Pero es que la palabra Eucaristía no aparece en la Biblia?” Debemos responder: sí aparece, pero no en español. Expliquemos esto. Los cuatro evangelistas y Pablo utilizan la expresión: “dio gracias”. La palabra griega para esto tiene dos formas: eulogin y eucharisteos. Mateo y Marcos usarán la palabra eulogin y Lucas y Pablo usan eucharisteos. Estas palabras se utilizan para designar las bendiciones que Jesús realizó, y que pueden provenir  de una forma judía primitiva berakath. De todos modos, la expresión “Eucaristía” se verá mas adelante cuando estudiemos a los Padres de la Iglesia primitiva.

 

En memoria mía

Otra de las palabras no estudiadas por los protestantes es “en memoria mía”. Ellos creen que lo que Jesús pide es recordar lo que El hizo. Es tanto, que con Lutero se logra criticar el sentido verdadero de esta palabra, ya que llegaba a pensarse que la Eucaristía era otro sacrificio aparte del de la cruz. Pero el sentido de memorial es mucho mas profundo que una traducción tan pobre. Memorial indica contemporaneidad de un acontecimiento pasado respecto a la comunidad celebrante en el presente, que, al ser hecha partícipe de su dinamismo salvador, se ve proyectada hacia el futuro escatológico.[10]

La raiz hebrea para memorial es zikkaron  o azkarah. Esta palabra fue traducida por los LXX por anámnesis y aparece cinco veces(Lev 24,7; Num 10,10; Sal 38,1; 70,1; Sab 16,6)[11]

Este memorial es signo y al mismo tiempo es actualización de su significado. En la Pascua actualizaba ese Paso de Dios por Egipto para liberar a su pueblo. Y este Paso traía la liberación de Egipto, la proclamación de una alianza con Dios, la promesa de Protección del Señor. Según el ex pastor protestante Max Thuriam: Así quedan definidos cuatro caracteres de la liturgia pascual que encontramos en la liturgia eucarística:. Afirmación de la presencia de Dios en la alianza, comunicación de la salvación e intercesión eficaz por el memorial: proclamación en fin, de la Palabra de Dios[12].

Con la reforma protestante llegó a aceptarse la palabra anamnesis pero con un sentido muy distinto. Por ejemplo Zuinglio pensaba que la anamnesis sólo era necesaria cuando no estaba presente el Señor, por esto en la Eucaristía no hay presencia verdadera sino simbólica. Las palabras esto es mi cuerpo se entienden de manera simbólica.

Pero más que todo esto, ver que el Señor Jesús quiso celebrar la primera Eucaristía en una Pascua judía, conociendo el sentido de memorial de esta, y dando el mandato de memorial a la nueva pascua, nos hace pensar que su terminología no fue la de un simple recordar sin un desarrollo de actualización permanente.

Si se observan los pasajes en que aparece anámnesis, veremos que existe un pasaje en (Heb 10,3) donde los sacrificios por el pecado se ofrecía anualmente, pero su valor era tan trascendental que borraba todos los pecados anteriores. Este memorial actualizaba la redención por pecados anteriores. Así queda demostrado que la palabra anámnesis  no es simple recordar como se pudo haber pensado en algún momento, esta mentalidad deja cortos a los protestantes para entender lo que quiso decir el Señor.

 

Entregado

Esta palabra la quiero traer ya que es clave para entender a Cristo como el cordero que entrega su vida por la salvación, como la ofrenda presentada a Dios Padre para la redención. Es curioso ver como la Reina Valera, para el texto de Lucas si dirá: “que por  vosotros es dado” refiriéndose al cuerpo. Mientras tanto para Pablo pondrán: “que por vosotros es partido”, siendo que versos antes dice: “lo partió y dijo(que también aparece en Lucas)”. En ambos casos la RV coloca partido, pero el término griego usado es didomenon que se aplica mejor a : ofrecido, dado, entregado, pero NUNCA  partido. ¿Cómo en dos versos seguidos traducen la misma palabra para verbos diferentes? Didomenon expresa mas una entrega en sentido de sacrificio que “partido” ¿Aun no entiendo como los mismos protestantes no se dan cuenta de estas cosas? ¿Por qué en Lucas no hacen lo mismo, si la raiz griega también es didomenon?

 

Juan

Realmente Juan no habla de la Última Cena en la forma que lo hacen los sinóptico, es mas, ni siquiera menciona una bendición sobre el pan y el vino en una cena. Juan centra la Última Cena en el lavatorio de los pies. Esto parecería desmeritar la Eucaristía, pero no es así.

Analicemos esto: si realmente la celebración debiera ser una cena simbólica y los cristianos se equivocaban al creer que el pan era el Cuerpo de Cristo, Juan que escribe su evangelio cerca al 90 D.C, debió cuando menos exhortar y corregir a que no se desviarán del verdadero sentido, como hizo Pablo con los Corintios. Pero lo que hace Juan es uno de los mas hermosos discursos de Cristo, e incluso, el mas difícil: El discurso del Pan de Vida (Jn 6). Aunque este pasaje se enmarca dentro del contexto de Última Cena; el verso 4 dirá que se acercaba la Pacua, y el verso 71 hablará de la traición de Judas. 

Este discurso es controversial. Hay pasajes que a los protestantes les gustaría que no estuvieran, pues saben que esta Palabra va contra sus creencias. Analicemos el discurso.

Jesús es un Dios muy didáctico y El nos va llevando poco a poco para que lo entendamos. Si miramos el capítulo 6 encontramos dos hechos muy interesantes. Primero realiza la multiplicación de los panes, como mostrando que el tiene poder para hacer lo que quiere, aun lo que para el hombre parece imposible. Luego camina sobre las aguas. Todo esto para prepararnos, que si El pudo hacer esto es capaz de hacer lo que quiera con su cuerpo. El estudioso protestante Oscar Cullman escribe: “El largo discurso de Jesús en el evangelio de Juan… ha sido considerado desde tiempos antiguos por la mayoría de los exegetas un discurso sobre la Eucaristía… Aquí el autor hace que el mismo Jesús establezca la separación entre el milagro de la multiplicación material del pan material y el milagro del Sacramento” (Early Christian Worship, traducido por A. Stewart Todd and James B. Torrance, Philadelphia, Westminster Press, 1953, p. 93).

 

Antes de llegar al discurso del Pan, Jesús expresará:

“Trabajad, no por la comida que perece, sino por la comida que a vida eterna permanece, la cual el Hijo del Hombre os dará.(Jn 6, 27). Pensar de manera protestante para decir que ese pan es la Palabra escrita de Dios, sería muy limitado, ya que sólo haría referencia a los evangelios, dejando por fuera los demás, libros que para los protestantes dan vida eterna. Mas bien, si el alimento que perece lo recibe nuestro cuerpo, Cristo quiere que de igual manera recibamos el alimento que permanece, de lo contrario, ¿para qué comparar el alimento físico con el espiritual?

Realmente se puede leer como un texto sobre la fe en Jesús, los versos 35-47. Es la decisión del cristiano de aceptar a Jesús. Y este recibimiento trae la vida eterna(Jn 6, 46). A Jesús llega todo aquel que ha creído en el Padre, y a su vez Cristo lo resucitará en el último día.

Del verso 48 en adelante empieza el viacrucis para los protestantes y las palabras mas bellas de Cristo para nosotros los católicos.

Jesús expresa:

“Yo soy el pan vivo que descendió del cielo. Si alguno comiere de este pan, vivirá para siempre y ll pan que yo daré es mi carne, la cual  daré por la vida del mundo.”(Jn 6, 51-52).Que pan es este?

¿La Biblia? No parece que eso sea lo que Jesús quiera decir. No se desmerita el que la Palabra sea divina y nos edifique, pero es que eso no es lo que el Señor nos deja en este pasaje. Jesús habla de que el pan es su carne(sarx)¸y ya dijimos que esta palabra traduce carne humana, nunca escritura, revelación o mensaje.

¿Entonces? Por qué queremos hacer decir a la Biblia lo que ella no dice.

Siguiendo con este pasaje, Jesús habla de dar su carne para la vida del mundo. Estas palabras suenan como un ofrecimiento que Cristo hace, y este ofrecimiento no puede ser otro que entregar su vida en la Cruz para darnos vida; y lo que se clavó en la cruz fue el cuerpo de Cristo, no su mensaje.

 

“Entonces los judíos contendían entre sí, diciendo: ¿Cómo puede éste darnos a comer su carne?(Jn 6, 52) Hasta hoy los únicos que ven simbolismo en estas palabras son los protestantes. ¿Por qué, si Jesús se refería de manera simbólica, los judíos se escandalizaron? Ellos, al igual que todos los verdaderos cristianos vemos en estas palabras que Jesús nos manda a comer su carne para recibir la vida. Pero lo que más nos asombra es lo que contesta Jesús.

“De cierto, de cierto os digo: si no coméis la carne del Hijo del Hombre, y bebéis de su sangre, no tenéis vida en vosotros”(Jn 6, 53)

Algo que nos puede ayudar a que los protestantes asimilen esto es analizar que palabra griega usó Juan para el verbo comer. Generalmente los protestantes dicen que se alimentan de la Palabra y por eso creen que a esto se refería Juan; pero la verdad es que la palabra usada traduce: “morder”, “comer ruidosamente”, y se podría traducir como “masticar” su carne[13].

Jesús dirá en el verso 55 que su carne es verdadera comida y su sangre verdadera bebida. Cuando los reformadores en Marburg se reunieron para discutir sobre la Cena del Señor, no pudieron ponerse de acuerdo, ya que Lutero aseguraba que se daba una presencia real de Jesús, y aludía a este texto de Juan, pues Lutero consideraba que “verdadera” era sinónimo de real. Calvino por su parte, aseguraba que era una presencia simbólica. Es increible como ambos demostraban su punto basándose en la Biblia. Esto sólo demuestra que la libre interpretación de la Biblia sólo ha llevado a los protestantes a resquebrajarse en mas de 28000 sectas.

Las palabras de Jesús son claras:. Comida verdadera. Esta expresión no puede entenderse como un alimento espiritual. Es la misma carne de Jesús, la que debemos recibir, ya no mordiendo su cuerpo físico, sino recibiéndolo en las especies de pan y vino.

En el capítulo 15 de este evangelio dirá Jesús:

“El que permanece en mí y yo en él, este lleva  mucho fruto”(Jn 15, 5).  Yo me imagino que todos los protestantes quieren permanecer en Cristo. Pero ¿cómo? Jesús nos dirá como permanecer en él, y de seguro que los protestantes NO QUERRAN OBEDECERLO.

“El que come mi carne y bebe mi sangre, en mí permanece y yo en él”(Jn 6, 56)Los cristianos católicos si obedecemos a Cristo, pues nos alimentamos de su carne para entrar en comunión con El, pero los protestantes hacen esto? Es la Palabra de Dios la que los cuestiona no nosotros.

 

Seguir a Cristo y obedecerlo en todo nos cuesta hoy en día a los cristianos. Pues a sus discípulos también les costó, tanto así que exclamaron:

“Dura es esta palaba,  quien la puede oir?(Jn 6, 60). Cuantos no dirán estas palabras cuando escuchan sobre la Eucaristía. Les parece inaudito que Jesús nos mande a comer su carne, y que esta carne sea un pedazo de pan. Los mismos discípulos se cuestionaron esto. Parece que Juan tuviera la intención de repetir el cuestionamiento de los judíos pero ahora en boca de sus discípulos. Y lo mejor es que tampoco Jesús a ellos les aclare que está hablando en forma simbólica. Mas bien les pregunta:

“¿Esto os ofende?”(Jn 6, 61). Hoy a muchos, Jesús preguntará lo mismo. Y así como algunos se alejaron de él, hoy también muchos se alejan de la Eucaristía por no reconocer a Cristo y dejarse llevar por hombres que enseñan doctrinas humanas como la de Zuinglio y Calvino[14].

De pronto muchos protestantes sean engañados con las siguientes palabras de Jesús:

“El espíritu es el que da la vida, la carne para nada aprovecha. Las palabras que yo os he hablado son espíritu y son vida. Pero hay algunos de vosotros que no creen.”(Jn 6, 63-64). Puede llegarse a pensar que como se habla que las palabras de Jesús son espíritu y vida y que la carne no sirve, entonces lo importante es el alimento espiritual y no el cuerpo de Cristo. Aclaremos: Las palabras que ha dicho Jesús y que son espíritu y vida no son su predicación de tres años, son las palabras que acaba de pronunciar. ¿Y por qué son vida? Pues Jesús nos ha dicho que si permanecemos en él, comiendo su carne tendremos vida. ¿Por qué entonces involucra al Espíritu? Al igual que en la encarnación de Cristo en el vientre de la  Santa Virgen María, actuó el Espíritu para que fuera engendrado, así el mismo Espíritu actúa para que esos dones que presentamos en la Eucaristía en las especies de pan y vino se transformen en el cuerpo de Cristo (epíclesis). No es el sacerdote quien hace que el pan sea el cuerpo, es el Espíritu Santo quien  transforma y hace posible esto, ¿acaso, hay algo imposible para Dios Espíritu?.  Cuando dice que hay algunos que no creen, no es en que su palabra sea vida, sino que dudaron de lo que dijo en el verso 55.

 

¿Por qué tampoco Cristo, al ver que muchos discípulos lo iban a dejar no aclaró que hablaba simbolicamente? Es más, le preguntó a los doce si lo iban a dejar. Jesús sabía que si ninguno estaba preparado para entender esto no iban a ser verdaderos cristianos. Pero Pedro en nombre de los verdaderos cristianos respondió:

“¿ A quien iremos, Tu tienes palabras de vida eterna? (Jn 6, 67)

Pedro, tal vez no entendía este mandato, pero el se quedó en fe en las palabras de Jesús.  Y obviamente, Cristo tiene palabras de vida eterna. Por eso los cristianos católicos creemos en la Eucaristía, pues es el mismo Jesús quien nos pregunta: ¿También quieren dejarme? Muchos católicos que han abandonado la fe han dejado al Señor porque no han entendido su mensaje y porque a diferencia de los de Emaús no lo ven en el partir del pan eucarístico.

De todos modos, Juan nos narra este pasaje del Pan de Vida, desde un sentido eucarístico sinóptico: Pascua cercana – comer la carne de Cristo – Mención de la traición.

 

La carta a los Hebreos.

Quedado aclarado hasta ahora con la Biblia, que el pan que Cristo consagró en la Última Cena SI FUE su cuerpo y que ese pan lo partimos los católicos en nuestra eucaristía. Entramos a una parte final: entender el valor escatológico de la Eucaristía.

La carta a los hebreos parece que le diera las herramientas suficientes a los protestantes para demostrar que lo que hacemos en la Eucaristía es innecesario. Pero si analizamos bien, muy por el contrario, demuestra que estamos obedeciendo al Señor.

El punto inicial aquí, es aclararle al protestante cual es nuestra doctrina, porque irónicamente, ellos para saber de nosotros se basan de sus pastores o de católicos que por no conocer la fe se pasaron a una secta. Nunca buscan un libro oficial de la Iglesia o le preguntan a nuestros dirigentes activos. Como dice el dicho: “ojos que no ven corazón que no siente”. Estando engañado estoy tranquilo, pues no me cuestiono de nada.

Lo primero que los protestantes utilizan es el argumento de que Cristo se sacrificó una sola vez y que no debe hacer mas sacrificios. Las citas que utilizan para esto son:

“El no tuvo que sacrificarse repetidas veces” (Heb 9,25)

“De la misma manera Cristo se sacrificó una sola vez para quitar los pecados del mundo”(Heb 9, 28)

“Cristo, por el contrario, ofreció por los pecados un único y definitivo sacrificio”(Heb 10, 12)

 

Cuando escucho a un protestante argumentar contra los católicos con estas frases sólo demuestro que no tienen un verdadero conocimiento de la Palabra. ¿Acaso los católicos no creemos también que Jesús ofreció un único sacrificio? Sí lo creemos, pero a los protestantes les hacen creer que no. La diferencia es que para nosotros ese único sacrificio se actualiza todos los días en las Eucaristías que se ofrecen en todo el mundo como profetizó Malaquías. Ese sacrificio se hace nuevamente presente ante nuestros ojos, nos recrea la muerte del Señor y su resurrección gloriosa. NO HAY OTRO sacrificio, es el mismo sólo que los méritos que ese sacrificio nos otorga están siempre actuales en nuestras vidas, pues esa UNICA ofrenda esta siempre ante Dios Padre. Mirémoslo en la Biblia.

“Porque todo sumo sacerdote está constituido para presentar ofrendas y sacrificios, por lo cual, es necesario que también éste tenga algo que ofrecer.”(Heb 8, 3)

Realmente un protestante honesto que lea esto se va a sorprender, pues no es posible que diga que Cristo debe ofrecer algo para mas adelante decir que El tuvo un único sacrificio. Y de seguro que si le pregunta al pastor, éste le sabré decir que ese sacrificio del que hablan ahí fue el de la cruz. ¿Realmente ese sacrificio fue el de la cruz? .

“Ahora bien, el punto principal de lo que venimos diciendo es que tenemos tal sumo sacerdote, el cual se sentó a la diestra del trono de la Majestad en los cielos, ministro del santuario, y de aquel verdadero tabernáculo que levantó el Señor, y no el hombre.” (Heb 8, 1-2)

Según esta cita Jesús es nuestro Sumo Sacerdote encargado del Santuario. No existe ninguna referencia en los evangelios, de que a Jesús se le llamara Sumo Sacerdote. Esto ocurre porque ese título se le otorga a Cristo una vez que ha entrado en el Cielo. Es allí pues donde El cumple su labor de Sumo Sacerdote, y según el verso 3, ahí ofrece algún sacrificio. Por tanto, ese sacrifico SI es el de la cruz, pero el autor habla en presente, lo que quiere decir que Cristo SIEMPRE está presentando ante Dios su UNICA ofrenda(Heb 10, 14).  Dios no actúa por nosotros sin nuestro consentimiento, es por eso que en cada Eucaristía, Jesús está ante Dios a favor nuestro.

 

Otra cita que nos puede aclarar esto es:

“Fue pues, necesario que las figuras de las cosas celestiales fuesen purificadas así, pero las cosas celestiales mismas, con mejores sacrificios que estos.” (Heb 9, 23)

Aquí se están refiriendo a los actos de purificación con sangre que hizo Moisés cuando estableció la Antigua Alianza Esto mismo hacía todo sumo sacerdote.

“Los cuales sirven a lo que es figura y sombra de las cosas celestiales” (Heb 8, 5). Lo que hacían los sacerdotes era sombra de lo que Cristo haría en la cruz, pero la cita explicada dice que esas cosas celestiales necesitan mejores sacrificios. ¿Cómo así que “mejores”?. Examinemos al hombre: se sigue enfermando, sigue pecando ante Dios ¿Por qué si Cristo nos redimió?

 

En la antigua alianza, cada año aunque los pecados del pueblo eran expiados, debían volverse a ofrecer los mismos sacrificios, mientras que Cristo se ofreció una vez. Pero ahora esa única ofrenda está presentándose continuamente. De tal modo que si antes de Cristo éramos condenados por el pecado, ahora cuando pecamos esa ofrenda de Jesús se actualiza mostrándole al Padre que por su vida nos salvamos de la maldición.

Con esto, se entiende que ese sacrificio tendrá pleno cumplimiento cuando nuevamente venga Cristo en su gloria(Mt 25, 31). De ahí en adelante no será necesario actualizar ese sacrificio, pues seremos completamente libres de la muerte y revestidos de cuerpos celestiales viviendo en la presencia de Dios.

Hay que entender bien algo: una cosa era el pecado que Cristo redimió por el pueblo judío anulando su alianza, y otra cosa fue la redención universal que obtuvimos los descendientes de Adán. Ese sacrificio sirvió para ambos casos. Entonces, miremos que esta carta fue escrita para los judíos, y debemos entender su mensaje bajo esta perspectiva. Digo esto por el pasaje:

“Y no por sangre de machos cabríos … sino su propia sangre.. habiendo obtenido la eterna redención”(Heb 9, 12)

Analizando este pasaje desde un contexto judío vemos que la eterna redención aquí no es que el hombre dejaría de pecar para siempre, es que ya no hay sujeción a la ley, pues el pecado se aprovechó de la ley como dirá Pablo:

“Pero yo no conocí el pecado sino por la Ley (Rom 7, 7)

“Porque el pecado tomando ocasión por el mandamiento, me engañó, y por el me mató” (Rom 7, 11)

 

Como vemos, la redención eterna mencionada en Hebreos se está refiriendo a la anulación de la ley. Esto no nos libera de seguir pecando a los cristianos, pero cuando esto sucede y desagradamos a Dios, Jesús actualiza su ofrenda por nosotros en cada Eucaristía.

Pensar que la sangre que Cristo derramó ya me limpió de todos los pecados que he de cometer durante mi vida es absurdo, pues Juan dirá:

“Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos” (1 Jn 1, 8).

Seguiremos pecando pero Cristo está allí listo para presentarle su único sacrificio por nosotros.

Una cita que nos puede ilustrar esta labor de Cristo la tenemos en Apocalipsis

“Y vi que en medio del trono y de los cuatro seres vivientes, y en medio de los veinticuatro ancianos, estaba en pie un Cordero como inmolado” (Ap 5, 6)

Este Cordero es Cristo como se verá en los versos posteriores, pero es increíble que Cristo esté mostrándose ante Dios como un cordero degollado. Sólo entendemos esto si el sacrificio de Cristo está presente ante el trono de Dios cada vez que pecamos. Por eso el pasaje de Heb 9, 23 muestra que los sacrificios mas excelentes son las veces que Cristo se presenta ante Dios cuando pecamos, para actualizar su único sacrificio, y esto sólo es posible en la Eucaristía Católica no en ninguna cena protestante.

Si con su primera venida  no fue necesario sacrificar mas animales, con su segunda venida no será necesario actualizar ningún sacrificio por nuestra redención, pues esta redención será absoluta cuando alcancemos la vida eterna en Cristo Jesús(1 Jn 5,12).

 

LOS PADRES DE LA IGLESIA

La concepción de querer encontrar todo en la Biblia no es tema de este curso, pero queremos aportar algo importante para entender la Eucaristía: La enseñanza que vivía la Iglesia Primitiva. Es sabido que los apóstoles cumplieron su labor de evangelizar(Mt 28, 19-20) pero esa enseñanza la fueron transmitiendo a otros hombres de Dios, como dirá San Pablo a Timoteo(2 Tim 2,2). Si Timoteo no escribió, es porque esa enseñanza la transmitió oralmente. También lo apreciamos en Juan quien prefiere predicar que escribir(2 Jn 1, 12)

De esta predicación oral surgen grandes hombres que dejaron por escrito lo que ellos aprendieron de los apóstoles. Muchos de ellos los lograron conocer de viva voz a los apóstoles como Ignacio de Antioquía.

Estudiémoslos siglo por siglo:

 

Siglo II

Ignacio de Antioquía.(105 D.C)

Ignacio fue Obispo de Antioquía. Conoció personalmente al Apóstol Juan de quien recibió sus enseñanzas. Cuando un protestante lee a Ignacio, y lo que él habla de la Eucaristía no sabe que hacer; si dice que él enseñó mentiras, entonces los apóstoles escogieron para Antioquía un Obispo mentiroso, siendo que era el Espíritu quien los guiaba(Mt 10, 20) para este tipo de cargos(Hch 2,24-25; 6,3-4). Si dice que enseñó verdades entonces debería reconocer que los protestantes no son verdaderos cristianos y debería abrazar la fe católica. Esto lo han hecho hombres como el Cardenal Jhon Newman, el escritor Max Thuriam, y otros mas jóvenes, pero que ahora han dejado sus escritos como James Akin, Steve Ray, etc. Ellos tuvieron el valor de dejar su doctrina de error. Lo curioso es que cuando los protestantes son adoctrinados sobre estos siglos de Cristianismo, les muestran superficialmente a ciertos Padres que no profundizaron en la Eucaristía como Policarpo. Dios sabrá porque los engañan así.

Además, Ignacio fue el primero en usar el termino “católico”. Muchos protestantes creen que la Iglesia la fundó Constantino, pero ya Ignacio en el siglo I usaba la palabra católico. Y todo esto ocurre porque les muestran la verdad a medias.

 

La obra de Ignacio como todo ministro sacerdotal está enfocada a la comunión de la Iglesia.

En sus diferentes cartas nos daremos cuenta de lo que Ignacio piensa de la Eucaristía.

“Esforzaos, por tanto, por usar de una sola eucaristía, pues una sola es la carne de Nuestro Señor Jesucristo, y uno solo es el cáliz para unirnos en su sangre, un solo altar, como un solo obispo junto con el presbiterio y con los diáconos consiervos míos; a fin de que cuanto hagáis, todo lo hagáis según Dios.” (Carta a los filadelfios, cap. 4)

 

La misma carta expresa también:

“Sólo aquella Eucaristía ha de tenerse por valida, que se realice bajo el obispo o aquel a quien se encargue. Donde esté el obispo, allí está la comunidad, de igual manera que donde está Jesucristo, allá está también la Iglesia católica. No es lícito ni bautizar ni celebrar el ágape sin el obispo.

 

De esta carta podemos notar ciertos elementos que sólo posee la Iglesia Católica: altar, obispo, presbíteros(sacerdotes), católico, Además vemos una frase muy diciente: “Donde está Jesucristo está la Iglesia Católica”. Como es posible que algunos digan: Cristo está en todos lados, o la Iglesia Católica es la Ramera, ¿Acaso está Cristo con una ramera? Mas bien miremos que Cristo dice:

“Y he aquí que yo estoy con vosotros, todos los días hasta el fin del mundo”(Mt 28, 20) Cristo le da la promesa a los apóstoles, y de su enseñanza escribe Ignacio que donde está Cristo está la Iglesia. Al buen entendedor pocas palabras.

Ignacio también se expresará sobre la presencia de Cristo en el pan al decir:

“De la eucaristía y la oración se apartan(los docetas) porque no confiesan que la eucaristía es la carne de nuestro Salvador Jesucristo, la que padeció por nuestros pecados, la que por bondad resucito el Padre.” (Carta a los efesios, cap 1 y 7)

 

Realmente, los protestantes deben preguntarse si quieren seguir como los docetas o si quieren venir a Cristo y su Iglesia. Porque si siguen en las doctrinas erradas son mas docetas que cristianos.

De Ignacio podemos aprender que la Eucaristía es el vínculo mas fuerte que puede unir a la Iglesia, pues esta Eucaristía es el sello de la presencia de Cristo, y donde está El, está la Iglesia que el fundó.

 

Justino Martir.(165 D.C)

Justino es otro Padre del siglo II. Era griego de padre pagano, fílosofo. Se convierte al Cristianismo, y desde aquí logra llegar  con un lenguaje muy bien manejado, a tratar los temas mas importantes, sobretodo el defender a los cristianos, de las falsas creencias.

Justino es muy claro cuando se trata de la Eucaristía. Para este gran apologista del siglo II la Eucaristía es el centro de la vida cristiana. Estudiemos su obra: Apología, y transcribamos los pasajes que nos ayudarán a entender la Eucaristía.

Y este alimento se llama entre nosotros Eucaristía, de la que nadie es lícito participar, sino al que cree verdaderas nuestras enseñanzas y se ha lavado en el baño que da la remisión de los pecados… Porque no tomamos estas cosas como pan común ni bebida ordinaria, sino que, a la manera que Jesucristo, nuestro salvador, hecho carne por virtud del Verbo de Dios, tuvo carne y sangre por nuestra salvación; así se nos ha enseñado que por virtud de la oración al Verbo que Dios procede, el alimento sobre que fue dicha la acción de gracias – alimento de que, por transformación, se nutren nuestra sangre y nuestras carnes – es la carne y sangre de Aquel mismo Jesús encarnado.(Ap 1,66)  

Mas claro no pudo hablar Justino. El alimento que recibió la acción de gracias es la carne y la sangre del Señor. Yo no entiendo como los protestantes buscan acercarse mas a esta Iglesia Primitiva, si le creen mas a Calvino y la Reforma que a los que recibieron las enseñanzas de los mismo Apóstoles.

 

Justino en el tema 67 explicará como es la reunión semanal. Podemos decir lo siguiente:

  • Se reunen el día del Sol(domingo)(67, 3)
  • Se leen los profetas o los evangelios(67, 3)
  • Se da una explicación de lo leído(67, 4)
  • Se ofrecen a Dios Pan y vino, y se consagran a Dios(67, 5)
  • Se reparte entre los asistentes(67, 5)
  • Se recogen las ofrendas(67,6)

Realmente este esquema sólo se realiza completamente en una Eucaristía católica; y estamos hablando del año 165, y esto no ha cambiado 2000 años después. Este es el sello del Espíritu Santo, de que no habría error en las enseñanzas. El otro día, un evangélico por internet decía que a la Iglesia Católica la fundó Constantino después del 300(ni siquiera saben la fecha exacta). Yo le pregunte que siendo así, no podían existir doctrinas católicas antes del 300; y le pedí que me explicara por qué Justino en el siglo II ya hablaba de algo católico como la Eucaristía. Realmente no dijo nada y cambió el tema. Muchos protestantes son engañados por sus pastores, pues no les muestran la realidad de las cosas.

 

Ireneo de Lyon

Ireneo fue obispo de Lyon en Francia, nació entre el 140 y el 150. Tuvo una labor importante como apologista contra las herejías. La eucaristía es enfocada para defender la doctrina cristiana contra el dualismo gnóstico, según el cual todo lo material es inútil y no susceptible de salvación[15]. Ireneo mostrará en la Eucaristía la unidad de lo espiritual con lo material:

“¿Cómo podrán admitir que el pan sobre el que se han dado gracias es el cuerpo de su Señor, y el caliz es su sangre, si no admiten que él es el Hijo del Creador del mundo, es decir su Verbo…. Y así como el pan que procede de la tierra, al recibir la invocación de Dios, ya no es pan común sino Eucaristía, compuesta de dos cosas, la terrena y la celestial, así también nuestros cuerpos, cuando han recibido la eucaristía, ya no son corruptibles, sino que tienen la esperanza de la resurrección.” (Adversus haereses IV, 18, 4.5)

Ireneo expresa algo muy importante; que nuestros cuerpos ya no son corruptibles al recibir la Eucaristía. Esto va muy a tono con lo que dijo Juan: “El que coma de este pan vivirá para siempre”. Vivirá porque ya no es un pan lo que comemos sino que por la invocación a Dios(acción de gracias) se transforma en  el cuerpo del Señor, como lo dirá Ireneo:

“El(Cristo) proclamó que el cáliz que procede de la creación es su propia sangre, con la cual irriga la nuestra. Y el confirmó que el pan de la creación es su propio cuerpo, con el cual da incremento a nuestros cuerpos.”( (Adversus haereses IV, 2, 3)

Ireneo está hablando de que el pan es el cuerpo de Cristo y que el vino es su sangre. Esto no lo inventamos los católicos ahora. Esta doctrina mandada por Jesús está acentuada en los Padres de la Iglesia. Es interesante como Ireneo en Francia, Justino en Grecia e Ignacio en Antioquía(Siria) mantengan UNA única doctrina sobre la Eucaristía, y esta doctrina esta en plena armonía con la enseñanza de la Iglesia Católica.

 

 

Siglo III

En esta época encontramos a muchos Padres hablando de la Eucaristía. La ventaja de esto, es que si la Iglesia se corrompe en el siglo IV(como les hacen creer a los protestantes), ya antes hemos comprobado el valor de la Eucaristía en la Iglesia.

Se pueden distinguir diferentes escuelas: La Griega, la Alejandrina, la Antioqueña, la Africana.

De la escuela griega podemos visualizar la relación entre Cristo y la Eucaristía. Jesús es el Logos de Dios, que se puede hacer cercano por la imagen(eikon) de la Eucaristía. Es una relación original – copia, donde la copia mantiene todo el contenido verdadero del original(logos) por medio de la acción del Espíritu Santo. Dos signos se perciben aquí: la anámnesis que actualiza la presencia de Cristo de forma tangible, y la epíclesis que asegura una verdadera presencia por la acción del Espíritu.

 

En la escuela alejandrina distinguimos un pensamiento mas profundo en el alimento en sí que se recibe. Considerando a Cristo como el Logos, se llega a comer no tanto algo corpóreo sino espiritual, que permite recibir la plenitud de Cristo. Este pensamiento de carácter espiritual se acentúa por una verdadera presencia en el pan, que hace que la comunión con el Logos se logre, como lo querrá expresar Cirilo de Jerusalén, para quien el cuerpo eucarístico y el histórico existen gracias al Logos, que está presente en ambos.

En la escuela Antioqueña lo más importante es acentuar el valor salvífico del sacrificio del Cristo histórico. Desde esta perspectiva se debe entender la Eucaristía. Juan Crisóstomo fortalece el valor de anámnesis como muestra de la presencia verdadera y del único pan en Cristo, de una forma  atemporal. Lo expresará así:

“Pues, qué, ¿acaso no presentamos oblaciones todos los días? Ciertamente, pero al hacerlo hacemos conmemoración de su muerte, y esta oblación es una, no muchas. ¿Cómo puede ser una y no muchas? Porque fue ofrecida una sola vez, como aquella que se ofrecía en el sancta sanctorum. Esta es tipo de aquella, pues SIEMPRE ofrecemos al mismo Cristo, no hoy uno ni mañana otro, sino siempre el mismo. Y por esta razón el sacrificio  es siempre UNO”. (Homilía sobre la carta a los Hebreos, 17,3)

“ Porque, ¿qué cosa es el pan? El Cuerpo de Cristo. ¿Y en qué cosa se convierten los que participan de él? En el Cuerpo de Cristo: no muchos cuerpos, sino en un solo cuerpo” (Homilía sobre 1 Corintios).

 

Cirilo de Jerusalén en su catequesis mostrará la presencia real de Cristo en el pan para llega a la comunidad de la Iglesia:

“Por tanto, participamos con absoluta seguridad del cuerpo y sangre de Cristo…, para que por la comunión del cuerpo y sangre de Cristo, te conviertas en un solo cuerpo y una sola sangre con El.” (Catequesis IV, 3).Pablo habla de que comemos de un solo pan(1 Cor 10, 17). Las enseñanzas de los Padres complementan la Palabra escrita de la Biblia. Esos dos caminos son las DOS FUENTES para la salvación: La Tradición Oral y la Tradición escrita como quedara expresado en el Concilio vaticano II.

 

En Africa, Cipriano y Tertuliano también se expresarán sobre la Eucaristía

Cipriano realza el valor de la comunión en la Iglesia y la fuerza de la eucaristía como sacramento de la Pasión  y la unidad en Cristo. Cipriano escribirá:

 “Si Cristo Jesús, Señor y Dios nuestro, es sumo sacerdote de Dios Padre, y prescribió que se hiciera esto en memoria de sí, no hay duda que cumple el oficio de Cristo aquel sacerdote que reproduce lo que Cristo hizo, y entonces ofrece en la Iglesia a Dios Padre el sacrificio verdadero y pleno, cuando ofrece a tenor de lo que Cristo mismo ofreció. (Carta 63, , 3-4)

Se ve claro que no se habla de OTRO sacrificio diferente al de Cristo. El mandato de memorial implica REPRODUCIR en una dimensión espacial y temporal el mismo sacrificio de Cristo. Quien haga esto cumple el papel de Cristo. Ningún pastor, anciano u otro líder cumple el oficio de Cristo, ya que sólo lo remeda, mas nada. Que el lector protestante mire si en verdad sus doctrinas las encuentra en estos hombres que recibieron de los Apóstoles y del Espíritu sus enseñanzas. Pues desde la perspectiva negra que les enseñan, aun no se ha pervertido la Iglesia, pues eso es con Constantino en el siglo IV.

 

De Tertuliano no exponemos ninguna cita pero es muy rico en explicar las partes de la celebración Eucarística y la naturaleza sacrificial de la Misa[16]

Hasta aquí hemos querido llegar con los Padres de la Iglesia antes del siglo IV. Claro que después se sigue hablando como con: Agustín, Ambrosio, Isidoro, Tomas de Aquino, entre otros., pero esto sirven de referencia para entender que la Eucaristía como la ve la Iglesia Católica hoy día, es como la vieron los primeros cristianos, incluso antes de que el Cristianismo fuera la religión oficial del Imperio Romano. El lector podría incluso llegar a pensar que estos textos están acomodados a nuestras enseñanzas, pero tiene la libertad de buscar los escritos de estos autores y comprobar que no hay mentira en lo que hemos expuesto.

 

 

PARTES DE  LA MISA EN SU CONTENIDO HISTORICO

Muchos protestantes y hasta católicos argumentan que la Misa es una repetición de frases. Que todas las veces es lo mismo y que hasta se las saben de memoria. Tal ves existan oraciones establecidas y ritos para enriquecer el sacrificio eucarístico, pero si miramos desde donde vienen históricamente estas oraciones, veremos que ocurre desde la Iglesia Primitiva.

La Didaché.

Este escrito de finales del siglo primero(atribuido a los apóstoles), recoge plegarias de acción de gracias, aunque no se ve claro si son para un ágape o si en verdad son para la eucaristía

“Respecto a la Eucaristía dareis gracias de esta manera: primero sobre la copa: “Te damos gracias, Padre Nuestro, por la santa viña de David tu siervo, la que nos diste a conocer por medio de Jesús, tu siervo. A ti sea la gloria por los siglos, amén. Luego sobre el pan partido: “Te damos gracias, Padre Nuestro, por la vida y el conocimiento que nos manifestaste por medio de Jesús tu siervo. A ti sea la gloria por los siglos, amén (Didaché, 9)

Resaltemos el hecho de que se propusiera una forma de dar la bendición sobre el pan y el vino. De ser así, esta bendición se emplearía en todas las celebraciones. ¿Acaso no pensaron estos cristianos, en que así sería aburrido, como dicen muchos hoy día?

 

Justino también nos muestra como era la celebración primitiva. De esto hay referencia en su Apología I, y ya lo mencionamos anteriormente en Los Padres.

Tal vez el argumento mas interesante para entender como el proceso de liturgización en la Eucaristía viene de tiempos primitivos es analizar la Tradición de Hipólito. Aun cuando la autoría se pueda discutir, es enriquecedor mirar su contenido, que data de los años 220 D.C.

“Una vez consagrado el Obispo, que todos le den el beso de paz y le saluden, porque ha sido constituido en dignidad; que los diáconos le presenten la oblación, y que él, extendiendo las manos sobre ella con todo el presbiterio, diga dando gracias:”

Obispo: El Señor esté con vosotros

Asamblea: Y con tu espíritu

Obispo: Levantad vuestros corazones

Asamblea: Los tenemos levantados hacia el Señor

Obispo: Demos gracias al Señor

Asamblea: Es justo y necesario.

Obispo:

Te damos gracias, oh Dios, por tu Hijo muy amado Jesucristo, a quien en los últimos tiempos, tu nos enviaste…. Cuando se entregaba a la pasión voluntaria, para destruir la muerte … tomando pan, pronunció la acción de gracias y dijo… Te suplicamos que envíes tu Espíritu Santo sobre la oblación de la Iglesia…

Realmente se proponía un tipo de anáfora para la celebración. No era una camisa de fuerza pues el mismo Hipólito lo dirá[17] pero si se trataba de establecer un esquema. Que el lector piense si sabía esto antes de irse para alguna iglesia protestante.

 

Ahora bien, miremos cada parte sólo mencionando desde cuando se tienen referencias históricas.

  • Entrada del presidente. El Papa Celestino I (422-431) en Liber Pontificalis  ya menciona  un canto de entrada[18]
  • Saludo al altar y a la asamblea.  La tradición Antioqueña veneraba en primer lugar la mesa del sacrificio y, a veces el evangeliario , como símbolo de Cristo y de unión entre la palabra y el sacrificio[19]. San Agustín en el siglo IV mostrará como responder la asamblea al saludo. La expresión podía ser diversa:
  • 1 fórmula. “El Señor esté con ustedes”(Rut 2,4); “y con tu Espíritu”
  • 2 fórmula. “La gracia de Nuestro Señor Jesucristo, el amor del padre y la comunión del Espíritu Santo, estén con todos vosotros”(2 Cor 13,13)
  • 3 fórmula. La gracia y la paz de Dios nuestro Padre y Jesucristo, el Señor, esté con vosotros” (Rom 1,7; Gal 1,3; 1 Cor 1,3)
  • Rito penitencial. La Didaché ya hablaba de pedir perdón (exomologesis) antes de ofrecer el sacrificio[20].
  • El Gloria. Tiene su raíz en el evangelio de Lucas(Lc 2, 14) y sería usado para Navidad. Con el tiempo se usaría en las otras celebraciones
  • Oración Colecta. Se piensa que se introdujo durante el pontificado de León Magno(440-461). En muchas iglesias protestantes utilizan este tipo de oración en comunidad. La diferencia es que en la Eucaristía, todo la Iglesia en el mundo entona a una sola voz esta plegaria.
  • Lecturas. Ya Justino(165) describe que se leían los profetas y las memorias de los apóstoles[21].
  • Homilía. Este tipo de exhortación que realiza quien preside la celebración era ya vista en los Padres de la Iglesia como Clemente, Juan Crisóstomo o Cirilo.
  • Credo.  El Credo se introdujo tarde en la liturgia occidental, aun cuando Oriente lo toma del Concilio de Nicea en el (325 D.C) y ha referencia de que era obligatorio desde el siglo VI
  • Oración Universal. Ya Justino y la Tradición Apostólica[22] darán indicios de esta oración. El Misal Romano ya introducía un tipo de oración: invitación – silencio – oración –amén, en el siglo V.

En la Liturgia Eucarística encontramos:

  • Santo. Este canto no aparece en la fórmula original de Hipólito pero según Liber Pontificalis se atribuye al Papa Sixto en el 530. Tiene su origen en:
  • “Santo, santo, santo, Jehová de los ejércitos; toda esta tierra, llena de su gloria” (Is 6, 3). Algunas las liturgias orientales lo aplicaban en el siglo IV[23]
  • Epíclesis. Es cuando el ministro invoca a Dios la acción del Espíritu Santo para transformar los dones en el cuerpo de Cristo. Según las diferentes liturgias: bizantina, antioqueña, alejandrina; esta plegaria se colocaba en diferentes partes de la anáfora. Pero ya San Basilio en el S.IV la menciona.
  • Consagración. Esta tomada de la Biblia. Es el momento de relatar cuando Cristo instituye la Última Cena.
  • Padre Nuestro. Esta oración que está en la Biblia data de usarse en la liturgia desde el siglo IV como lo expresaban(Ambrosio(Obispo de Milán)), Cirilo de Jerusalén, San Agustín y el Papa Gregorio.
  • El rito de paz. De este rito ya se expresaba Hipólito[24], Agustín[25].
  • Agnus Dei. Esta expresión latina significa Cordero de Dios. La fórmula de este canto está tomada de (Jn 1, 29), y en los cantos de gloria al Cordero(Rev 5, 6; 13,8)
  • Oración privada del sacerdote. En esta oración se observa la expresión: “Dichosos los llamados a la Cena del Señor”(Rev 19, 9). 

Si el lector llega a encontrar discrepancias en la doctrina puede asegurar que la Iglesia ha tergiversado la enseñanza real, pero si la enseñanza de la Iglesia va acorde con lo anterior, debe reconocer que la Eucaristía es mandato de Dios, tal y como la celebra la Iglesia hoy día.

 

LA REFORMA DE LUTERO

Por último miremos que fue lo que llevó a la Reforma a pronunciarse sobre la Eucaristía, que es de donde los protestantes han desarrollado la teología sobre la “Cena del Señor”.

Durante la Edad Media, el sentido de la Eucaristía como memorial(anamnesia) se fue perdiendo, y dando paso al desarrollo de una teología mas cerrada basada sólo en la presencia real de Cristo en la Eucaristía. Es por esto que durante los siglos X al XV se pueden encontrar conflictos teológicos sobre la presencia real o simbólica de Cristo. Lo interesante es ver como se pronunció la Iglesia, ya que muchos no entendían como se daba la presencia real. Ya no era sólo el si se daba o no, sino el como. Muchos pensaron que el cuerpo y la sangre coexistían con el vino y el pan, lo que se llamaría consustanciación, y que será lo que defienda Lutero. Ante esto, la Iglesia se pronuncia. El Concilio Lateranense IV utiliza el término(transustanciación)  en un texto dogmático contra los Albigenses, afirmando que en el sacramento de la Eucaristía el pan y el vino son transustanciados en el cuerpo y la sangre de Cristo[26]. La transustanciación implica que las sustancias iniciales son transformadas en nuevas aunque las propiedades permanecen intactas. No es que se destruya la esencia de los dones, ni que se reemplacen por el cuerpo de Cristo. Realmente aunque nuestros ojos ven pan y vino, nuestro cuerpo entra comunión con el Cuerpo y la Sangre de Cristo.

Con la reforma llega también a cuestionarse algo que ya mencionamos: la misa como sacrificio. Según la reforma, el hecho de considerar la misa como sacrificio, además de ser antibíblico, lo hacer ver como una obra buena del hombre y no como don de Dios. El sentido de que la Iglesia como Cuerpo de Cristo actúa en el ofrecimiento de su cabeza no es entendido por Lutero. En general, se demuestra que Lutero no entendió, al igual que la Reforma el verdadero sentido de memorial, que implica también contemporaneidad del sacrificio de Cristo. Para ellos esto no es mas que un simple recuerdo subjetivo que basa su sentido sacrificial como sacrificio de alabanza. Pero como actualización del único sacrificio no lo entienden.

Lutero también ataca el hecho de que sólo los sacerdotes comulgan con pan y vino mientras que a los laicos sólo se les administra pan. Según él esto va contra el mandato de Cristo. Según esto, para Lutero la presencia de Cristo estaría partida, mitad en el pan y mitad en el vino. Para la Iglesia Jesús está COMPLETAMENTE presente tanto en el pan como en el vino y puede ser recibido en cualquiera de las dos especies.

La reforma también atacó otros puntos sobre abusos que se cometían en la Misa. Esto no fue oculto a la misma Iglesia, y que fue expresado en boca de los católicos de la época como Erasmo de Rótterdam, Gerson, Nicolas Cusano. Como vemos dentro de la Iglesia era palpable que habían abusos, pero esos abusos fueron corregidos desde dentro sin justificar una reforma que lo que logró fue partir el cristianismo. Los abusos se corrigieron y el cristianismo se resquebrajó. De aquí que la misma Iglesia designó una comisión encargada de escuchar todos los abusos para pronunciarse al respecto y mejorar la liturgia. Abusos palpables como las misas privadas fueron corregidos por el Concilio de Trento, pero en los puntos en que la Reforma pensó que iban contra la doctrina de la fe, se pronunció :

Entre los puntos sobre la presencia de Cristo establece:

  • Se da una presencia real de Cristo en la Eucaristía
  • La presencia no dura solo lo que dura la celebración
  • Debido a lo anterior se promueve la adoración eucarística, pues a Cristo adoramos
  • En ambas especies hay totalmente contenido a Cristo
  • La necesidad de confesarse para recibir la comunión.
  • Se pueden reservar las hostias para llevarla a los enfermos.

 

Con respecto al carácter sacrificial de la Eucaristía establece:

  • No se repite ni se hace un nuevo sacrificio
  • Memorial se entiende en sentido objetivo: como actualización del mismo sacrifico de Cristo, no de manera subjetiva como un “recordar”
  • El sacrificio de la Misa es el mismo que el de la Cruz sólo que este es incruento.
  • Tiene valor propiciatorio, para perdón de los pecados.

 

De todos modos, aunque la Reforma llegó a tocar puntos en los que había que mejorar, Trento no fue del todo claro a la hora de tratar de corregirlos, ya que mantuvo ciertos como: Dar la Misa en latín, distanciamiento del pueblo, devociones exageradas. De todos modos, es claro ver como la Iglesia conciente de estas cosas ha ido reformando la liturgia de la Eucaristía como lo muestran los documentos del C. Vaticano II, todo en busca de llegar la unidad entre la comunidad y Dios. Y a medida de que la Iglesia busca la unidad en Cristo, los protestantes se dividen mas y mas en sectas y pequeñas iglesias.

Hasta aquí llega este pequeño estudio bíblico e histórico para mostrarle a los protestantes cual es la verdad sobre la Cena del Señor, que la Eucaristía católica es fiel mandato de lo que quiso Nuestro Señor. Si aun después de esto no quieren aceptar la verdad de Dios, se cumple en ellos la Palabra:

“Tienen ojos y no ven, tienen oidos y no escuchan”

Que el Señor los bendiga a todos.

                                                                                  


[1] JUSTINO. Diáologo con Trifón. ,

[2] MORERA, Frank. Pascua y Misa.  Página Web Ministerio SILOE.

[3] STORNIOLO, Ivo. Como leer el libro del Éxodo: un camino hacia la libertad. Bogotá: San Pablo. 2 ed.

[4] JUSTINO. Diálogo con Trifón 40,3.

[5] ESCUELA BIBLICA ARQUIDIOCESANA. Barranquilla, Colombia.

[6] RAY, Steve. El sacrificio de la Misa. Tomado de http:// apologética.org

[7] JUSTINO. Diálogo con Trifón 41,3

[8] BROWN, Raimond. El Evangelio según San Juan. Madrid, 1979

[9] (Sermones del Evangelio de Juan, Cap. 14-16, 1537, en el volumen 24 de Luther’s Works, St. Louis, Missouri: Concordia Publi. House, 1961, 304).

[10] BOROBIO, Dionisio. La Eucaristía. 153

[11] Ib. Pág. 156.

[12] THURIAM,  Max. La Eucaristía. Pág. 54-55.

[13] Raymond Brown, El evangelio según San Juan I-XII [New York, NY: Doubleday, 1966], 283).

[14] Reformadores protestantes del S.XVI que se oponían a Lutero al considerar que la presencia de Cristo en la Eucaristía era simbólica, y que esta  se da en la fe y por la Palabra de Dios. Zuinglio decía que el mandato de Cristo(anamnesis)  se daba porque él no estaba presente (N del A).

[15]R.TREVIJANO. Patrología . BAC, pag. 77

[16] TERTULIANO, Adversus Marc. 4, 40; De pudit 9,6; Apol 39…)

[17] HIPÓLITO DE ROMA, Pág. 50

[18] BOROBIO, Dionisio. Eucaristía. Pág. 131

[19] Ibd. Pág. 131

[20]

 [21] JUSTINO, Apología 1, 67.

[22] LA TRADICIÓN APOSTÓLICA. Pág. 54-55.

[23] Ver mas en BOROBIO, Dionisio. Eucaristía. Cap 3.

[24] LA TRADICIÓN APOSTÓLICA. Pág. 40

[25] SAN AGUSTÍN. Sermo 227: PL 38, 1101.

[26] A. GERKEN. Teología de la Eucaristía., 117.

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