¿Hay evidencia de que Jesús naciera un 25 de diciembre?

La Navidad es un tiempo litúrgico de la Iglesia en que celebramos el Nacimiento de Cristo. Como en muchos otros temas, alguno podría extrañarse de leer la palabra “Iglesia” y la palabra “liturgia” asociada a la Navidad, y en parte es por la forma en que lo secular se fue apropiando de la navidad hasta el punto de ofrecerla de forma paralela pero desprovista de su sentido cristiano. Por tanto, hay quien pueda creer vivir la Navidad sin mencionar a Jesucristo.

De esta misma forma, algunos grupos radicales cristianos se enfilan en esta época para rechazar la Navidad tratando de atribuirle un origen pagano disfrazado con lo cual la Iglesia Católica estaría engañando a millones de fieles en el mundo, preservando la verdad sobre Jesús; mientras tanto los grupos ateos apelan a estos mismos orígenes paganos precisamente para negar la existencia de Jesús. ¿Qué hay de cierto en esto?

Una de las cosas que se cuestionan, es que la Navidad sea en diciembre, cómo algo plagiado de otras religiones, que a su vez plagiaron a otras más antiguas. Hay que decir inicialmente que no es que entre religiones se hayan plagiado, sino que en la antigüedad, las religiones tenían elementos comunes para sus rituales, el ciclo solar y el ciclo agrícola. Hay que comprender el ciclo solar para analizar el por qué estas religiones antiguas compartían fechas en sus celebraciones, sin ser copias entre ellas.

Solsticios y equinoccios

En muchas religiones antiguas el ciclo agrícola era utilizado como parte de sus ritos religiosos, y el ciclo agrícola estaba relacionado con el movimiento del sol, de ahí que los solsticios y equinoccios fueran relevantes a la hora de establecer fechas especiales. Vamos a explicar qué era un solsticio y un equinoccio.

Como debemos saber, la tierra gira alrededor del sol pero no describiendo un movimiento circular sino elíptico, esto implica que la tierra no está a la misma distancia del sol todos los días del año. Por tanto, habrá dos días en que la Tierra está en su punto más lejano respecto al sol y dos días en que la tierra esté en su punto más cercano respecto al sol. Los días más alejados se llaman solsticio y los más cercanos se llaman equinoccio, y cada uno marca el inicio de una estación.

Las culturas antiguas veían en estos acontecimientos, señales asociadas a la renovación o cambio, que no sólo se limitaban al plano físico sino también al espiritual. No es por tanto sencillo venir a acusar a una cultura de plagiar un acontecimiento ocurrido en una de estas fechas sino que está relacionado a la forma en cómo estas culturas interpretaban los mismos signos astronómicos.

Para las culturas antiguas, el solsticio de invierno del 21 de diciembre representaba el momento del nacimiento del sol, pues a partir de ahí los días empezaban a ser más largos, ya que el 21 de diciembre es el día más corto del año y la noche más larga en el hemisferio norte.

Quiere decir, que para los antiguos, los ciclos agrícolas son vistos como parte del ciclo vital del hombre, y los asocia a su forma de comprender el mundo, como nos expone (Ardevol, 2003):

El hombre acaba asociando estas realidades cíclicas a su propio ritmo vital, a su propio proceso de nacimiento, crecimiento y muerte, concibiendo una solidaridad cósmica en tres planos: el tiempo, la vida vegetal y la vida humana. Pero tanto el tiempo como la vegetación se renuevan de forma periódica: el invierno es sustituido por la primavera, la siega por la siembra y la muerte aparente de la vegetación en otoño por su nuevo  surgimiento en primavera[1].

Por otro lado, teniendo presente que el sol es el astro rey, la asociación entre el ciclo agrícola y el culto al sol se funden como en un mismo culto, y por ser un elemento afín a todas las culturas podemos encontrar elementos similares en distintas regiones. Al respecto (Bermudez, 2011) nos comenta:

El sol se va transformando, a su vez, en otros dioses, que se confunden y se unifican en diversos espacios y tiempos, pero que tienden a mantener su esencia. El hecho se asevera porque en todas las culturas humanas, incluyendo a las precolombinas en América, al sol se le rindió culto y se le consideró como el dios superior[2].

De lo anterior expuesto, se puede concluir que el hombre primitivo asoció el culto agrícola a su ciclo vital, y el culto al dios sol como el culto principal. Teniendo luego un elemento común en los solsticios, que afectara al sol y al campo, fue desarrollando una visión cosmológica en donde el sol regía todo.

Teniendo presente que la gran cantidad de acusaciones contra la Iglesia Católica la intentan conectar como sea con los cultos babilónicos, vamos a estudiar quien era la divinidad babilónica del sol, para probar la falsedad de que era Nimrod.

¿Quién era el dios del sol de los Babilonios?

Es evidente y demostrable que el sol era adorado en distintas culturas. De algún modo, los que atacan la Navidad tratan de relacionarla con estos cultos al dios sol. De parte de grupos no católicos, afirman que el origen del paganismo católico respecto a este tema viene del culto dado a Nimrod como dios del sol. Por ejemplo una página evangélica:

Finalmente, Nimrod murió asesinado, y el pueblo lo lloró. Pero su culto religioso que había iniciado, la religión babilónica, prosiguió. Su mujer, Semiramis (o Istar, Astarté), fue la gran sacerdotisa en tiempos de Nimrod y después de él. Esta dijo que Nimrod era el “dios-Sol”, o Baal (Señor)[3].

Esto sólo es una muestra de lo que replican la gran mayoría de sitios evangélicos, pero sin un sustento histórico sobre que Nimrod era el dios-sol de los babilonios. Cuando se analiza de donde beben estas páginas evangélicas, las fuentes apuntan a la obra de Alexander Hislop: Las dos Babilonias. Esta obra que incluso fue tomada como base por otro evangélico: Ralph Woodrow, para su obra: Babilonia, Misterio religioso, luego fue refutada por él mismo[4] al constatar las mentiras históricas de la obra de Hislop. Los evangélicos en su gran mayoría quedaron con la obra de Hislop y la primera obra de Woodrow como su fuente histórica para acusar a la Iglesia Católica. Woodrow en su primera obra vendrá a decir lo mismo que replican las páginas evangélicas:

La muerte de Nimrod fue muy lamentada por la gente de Babilonia. Pero aun cuando Nimrod había muerto, la religión babilónica, en la cual él tuvo una parte tan prominente, continuó y se desarrolló aún más, bajo el liderazgo de su esposa. Después de la muerte de Nimrod, su esposa, la reina Semiramis, lo proclamó como el dios-Solar. Más tarde, cuando esta mujer adúltera e idolatra dio a luz a un hijo ilegítimo, proclamó que su hijo, Tammuz de nombre, no era más que el mismo Nimrod renacido[5].

Cualquier persona que quiera estudiar sobre las divinidades babilónicas en fuentes históricas se sorprenderá al constatar que el dios del sol no es Nimrod. Mostraré tres libros sobre historia de las religiones que terminan concluyendo que el dios del sol es Shamash. Pero, ¿en qué afecta que sea Nimrod o Shamash? En que las acusaciones de los evangélicos y otros grupos contra la Navidad, apuntan que no es más que el paganismo de culto a Nimrod, ahora disfrazado para Cristo. Por ejemplo:

La Navidad es una de las principales tradiciones del sistema corrupto llamado Babilonia, y como tal es censurado en las profecías y enseñanzas bíblicas. ¡Tiene sus raíces en la antigua Babilonia de Nimrod!

Luego ahondaré sobre el árbol de Navidad, que es en donde hacen la conexión con Nimrod, pero también aluden a que Nimrod era el dios del sol, con el fin de hacer ver que el 25 de diciembre en Roma, lo que se hacía era continuar con esa misma adoración a Nimrod, pues es la forma que tienen de conectarlo con la Biblia. Y así, las acusaciones sin pruebas continúan:

Cuando Semiramus dirigia la religión de Babel ella empezó a enseñar, que Nimrod se habia convertido en dios del sol, o sea, Baal. Semiramus se quedó embarazada y dió a luz un hijo, a quien dio el nombre Tammus, quien fue adorado como dios del sol[6]

Podemos ver que por un lado, todas las páginas evangélicas repiten lo mismo, seguramente replicándose unas a otras, y por otro lado no hay ninguna prueba histórica que sustente esto, más allá que las obras de Hislop y Woodrow (primera). ¿Se le podría dar peso a esto? Veamos ahora lo que nos dicen textos sobre la religión de los babilonios.

En la página www.allabouthistory.org al referirse a los dioses babilonios explican:

Antigua Babilonia – ¿A quién adoraban ellos?

Existe un número de dioses a quienes los antiguos babilonios adoraban:

  • An o Anu – el dios del Cielo

  • Enlil – El dios del aire y de las tormentas. Era representado comúnmente en forma humana, pero también se asemeja a una serpiente.

  • Enki – El dios del agua y de la tierra fértil

  • Ki – La diosa madre que representa la tierra

  • Assur – El dios principal de Asiria (dios del cielo)

  • Ninlil o Nillina – La diosa del aire (posiblemente el viento del sur) y la esposa de Enlil

  • Inanna – La diosa del amor y de la guerra

  • Ea – El dios de la sabiduría

  • Marduk – Originalmente el hijo de Ea y dios de la luz. Era el dios principal de Babilonia y el que enviaba al rey de Babilonia.

  • Nanna – El dios de la luna

  • Utu or Shamash – El dios del sol, así como el dios de la justicia

  • Ninurta – Una deidad solar[7]

Fíjese que el dios del sol es Shamash o Utu pero no Nimrod.

En la obra Historia de las religiones[8], se expresa que el dios del sol es Shamash, hijo de Sin. Y antes de atreverse a decir que Shamash es oro nombre para Tammuzigiones antiguas. Como es de esperarse, son muchísimas las diferencias entre Cristo y ellos. Entre ellas están:

–          Ninguno de los otros murió por alguien, Cristo murió por la humanidad.

–          Ninguno de los otros murió por los pecados de alguien

–          Sólo Cristo murió una vez, los otros renacían y morían asociados a los ciclos agrícolas

–          Sólo Cristo murió voluntariamente

–          Sólo la muerte de Cristo se considera un triunfo.

Vamos ahora a mencionar las diferencias puntuales que hay con Osiris y Dionisio, y luego en detalle las que hay con Mitra.

Pero aun así, las páginas evangélicas insisten:

«Está claro que la iglesia católica Romana quiso celebrar el día del nacimiento de Cristo el 25 de diciembre para que puedan continuar festejando la fiesta de Tammus. En Babilonia se celebraba una fiesta en la misma fecha. En Babilonia el 25 de diciembre era el día de solsticio de invierno y el día del nacimiento de Tammus. La palabra «yule» de Babilonia, significa un «niño»[11]

El 25 de diciembre no es el solsticio de invierno, ya vimos que es falso pues el solsticio cae el 21 de diciembre. Igualmente, ¿cuál es la fuente histórica o prueba que demuestre que Tammuz nació un 25 de diciembre? Ninguna, sólo se leerá en páginas evangélicas.

De igual forma, las acusaciones ateas apuntan a que Cristo no es más que una réplica de otras divinidades anteriores que tenían las mismas características como Dionisio, Mitra y Osiris.  En un excelente estudio en la web biblicalcatholic.com[12], se aborda el comparativo entre estas divinidades y Cristo, para examinar si en verdad el cristianismo es una copia de estas religiones antiguas. Como es de esperarse, son muchísimas las diferencias entre Cristo y ellos. Entre ellas están:

–          Ninguno de los otros murió por alguien, Cristo murió por la humanidad.

–          Ninguno de los otros murió por los pecados de alguien

–          Sólo Cristo murió una vez, los otros renacían y morían asociados a los ciclos agrícolas

–          Sólo Cristo murió voluntariamente

–          Sólo la muerte de Cristo se considera un triunfo.

Vamos ahora a mencionar las diferencias puntuales que hay con Osiris y Dionisio, y luego en detalle las que hay con Mitra.

Osiris

Osiris era un dios egipcio, el cual fue el padre de Horus, y esposo de Isis.  Osiris hace parte de esa larga lista que páginas ateas y evangélicas aseguran que también había nacido un 25 de diciembre. Por ejemplo, una página evangélica afirma:

Y no solamente Mitra, el dios sol del mitraísmo, del cual se decía que había nacido en esta época del año, sino también de Osiris, Orus, Hércules, Baco, Adonis, Júpiter, Tammuz y otros dioses, puesto que eran todos procedentes de la misma leyenda de Tammuz con otros nombres. Todos ellos habían nacido en la misma época invernal conocida hoy como «Navidad».[13]

Otra página atea, sigue la misma línea:

«Osiris: Nacida de la virgen Isis-Meri un 25 de diciembre.

Conocido en Roma como Keristo, el ungido. Su nacimiento fue anunciado por una estrella y asistido por hombres sabios, (Reyes Magos)”.[14]

Esto es lo que encuentra uno de fuentes ateas o no católicas. Vayamos ahora a fuentes históricas, que se dediquen a estudiar de manera objetiva lo que sucedido en Egipto. Para ello, vamos a remitirnos a analizar el calendario egipcio. De acuerdo a la obra “La astronomía en el antiguo Egipto”[15], de José Lull García, el calendario civil egipcio consistía de tres estaciones (ajet, peret y shemu) de cuatro meses de treinta días, lo que nos da un total de 360 días, pero lo curioso es que a estos 360 días, se le sumaban cinco días llamados “epagómenos” (hrjw rnpt), estos 5 días se conocían como los que estaban por encima de todo, pero también se conocían como el nacimiento de los dioses, pues se creía que en esos cinco días habían nacido: Osiris, Horus, Seth, Isis y Neftis.

Otra obra que nos permite identificar qué día exacto correspondía a los epagómenos es la de José Velasco[16], obra cuyo prólogo realizó Francisco Martín, Director del Instituto de Estudios del Antiguo Egipto. En dicha obra se expone que los días epagómenos eran del 14 al 18 de julio, en donde el nacimiento de Osiris se celebraba el 14 de julio y el de Horus el 15 de julio.

Esta información es totalmente contrastable con lo que indica el portal web Egiptologia.org en donde se menciona que el calendario civil egipcio iniciaba el 19 de julio (año juliano) o 20 de junio (calendario actual) debido a que en esa fecha se daba la salida de la estrella Sirio (llamada Sotis)[17]. Por tanto, no se ve por donde se pueda aseverar que Osiris u Horus pudieran nacer el 25 de diciembre.

Respecto a la resurrección, Osiris sería el único dios que realmente en su historia resucita, sin embargo hay que comprender que su resurrección está sujeta al ciclo anual vegetativo, en el cual renace permanentemente, pero aun así esto dista mucho de Cristo[18].

Dionisio

Dionisio es el dios griego del vino, que también es conocido como Baco por los romanos. Al igual que Osiris, se aduce a que Dionisio nació también un 25 de diciembre, de una joven virgen, que hizo milagros de transformar agua en vino y que también resucitó.

Cuando se narra la historia del nacimiento de Dionisio hay grandes diferencias con el relato bíblico. Para empezar, Zeus dios griego, tenía una amante llamada Semeles, con quien se acostó y dejó embarazada, y que luego mata mostrando su poder por instigación de su esposa Hera a Semele. Pero otras versiones de la historia muestran que Dionisio es hijo de Zeus con la diosa Perséfone y no con Semele.

No hay textos pre-cristianos que de verdad puedan probar que Dionisio nació un 25 de diciembre, como nos menciona James Patrick Holding en su obra Shattering the Christ Myth[19], importante dato, ya que J.P. Holding no es católico sino ministro evangélico. Igualmente, John Pasquini en su obra Atheista persona: causes and consecuences, desmiente que el comer la carne y la sangre de Cristo sea algo copiado del culto a Dionisio pues mientras sus seguidores se comían la carne muerta de un animal, los católicos comemos la carne de su cuerpo glorificado[20]. Y así, si bien hay algunas similitudes como que Dionisio transformó agua en vino, es algo más que obvio que suceda pues precisamente es dios del vino, sin embargo Dionisio no fue un dios solar, por lo que llegar a pensar que su nacimiento lo celebraran cercano al solsticio de invierno no es probable, y por ello la ausencia total de su nacimiento un 25 de diciembre en fuentes precristianas.

Pero en donde se explayarán en el ataque es en asegurar que el 25 de diciembre en Roma era la continuación del culto a Mitra

 

Mitra y Jesús

De los ataques más dados contra la Navidad es que celebrar el Nacimiento de Cristo en un 25 de diciembre es seguir una línea pagana antigua, pues muchos pueblos celebraban el nacimiento de sus dioses el 25 de diciembre. Afirmaciones que caen sueltas y abundantes en el internet, pero que lastimosamente carecen de alguna referencia directa a una fuente antigua. Si se revisaran los artículos y videos que afirman que el 25 de diciembre se celebraba el nacimiento de muchos dioses, ¿cuántas fuentes antiguas podrían citar? Haga la prueba.

Se alega por ejemplo que el 25 de diciembre era el cumpleaños de Mitra, y que por ende, Jesús sólo sería una copia de Mitra envuelta en el cristianismo. Cuando se estudia sobre la figura de Mitra, hay que enmarcar bien el momento en que esta creencia entra en el Imperio Romano, cerca al siglo II, pues de esta forma se podrá analizar si el cristianismo tomó algo del mitraísmo como acusan los ateos.

Mitra era una deidad pagana proveniente de Persia[21], derivada del Zoroastrismo[22], que logra convertirse en el Creador del Universo, al decapitar a un toro al que arrastró a una cueva. Pero también, Mitra es mencionado en textos hindúes como el Rig Veda, en el cual es uno de los dioses secundarios, pero menos importante que el Mitra Persa[23]. Esto ocurre porque geográficamente la zona persa-iraní era compartida por pueblos que luego se separaron.

Se llega a decir, que el Mitra persa migró a Roma por medió de la expansión que tuvo el imperio persa. Es sabido que en las conquistas de muchos pueblos se daban mezclas culturales y religiosas, y de ahí que podamos hablar de un Mitra romano, el cual será de nuestro interés debido a que el Cristianismo surge en el apogeo del Imperio Romano y porque podremos analizar la acusación de paganismo con la Navidad. Pero este Mitra romano es totalmente diferente al Mitra persa[24]

Desde sus inicios como divinidad hindú, Mitra estuvo de algún modo ligado al sol, sea como dios solar o como divinidad del día, en contraposición a su hermano Varuna[25], aunque definido como el dios de los contratos, la honestidad y la amistad[26].  Debido a que los pobladores de la zona indo-iranie se dividieron en dos, el culto a Mitra se partió y por ello es considerado una divinidad tanto en Persia como en la India.

Luego, la figura de Mitra que no era un dios principal, pero sí acompañaba a Ahura Mazda, fue tomando características de otros dioses como Apolos, Hermes y Helios[27] se dice que se fue renovando hasta la figura como tal del Mitraísmo romano.

El Mitraísmo romano no es algo que podamos estudiar por las muchas fuentes directas que sus seguidores hayan dejado, sino por algunas huellas arqueológicas o por la mención que se haga de ello en algunos textos. Hay varias teorías sobre cómo llegó a Roma, desde quienes afirman que llegó con los esclavos provenientes de Oriente, como afirma Cumont; otros como Clauss afirman que el culto a Mitra en Roma no vino de fuera sino que se creó propiamente en Roma como identificación del dios Helios[28]. Pero lo cierto es que hay una fuerte conexión entre las milicias romanas y el culto a Mitra.

El dilema sobre qué culto fue primero en Roma, si el cristianismo o el mitraísmo, ha llevado a indagar las evidencias arqueológicas de las que se dispone para dilucidar la fecha más exacta de ambos casos. De los cultos de Mitra no hay textos escritos, sólo algunos dibujos y artefactos y lo que los Padres de la Iglesia mencionan como refutación para defender a Cristo.


Estas dos imágenes son las más representadas por el mitraísmo como menciona Clauss en su obra El culto romano de Mitra[29]. Por otro lado y como dato a favor del cristianismo anterior al mitraísmo está en que de los artefactos que la arqueología ha podido hallar, no pueden ser anteriores al primer siglo, cuando ya todo el Nuevo Testamento había sido escrito, tesis que defiende Ronald Nash, profesor de filosofía del Seminario Teológico Reformado, escritor del libro The Gospel and the greeks. Es muy importante leer voces académicas protestantes, que opinan diferente a los blogs de sectas radicales más imbuidas por Hislop que por un rigor histórico sobre lo que mencionan. Como aporte adicional, Ronald Nash en un artículo llamado[30]  “Was the New Testament Influenced by Pagan Religions?, cita a Bruce Metzger, un profesor de crítica textual del Seminario Teológico Princeton, por lo siguiente:

«No hay que suponer acríticamente que los Misterios siempre influyeron en el cristianismo, ya que no sólo es posible y probable que en ciertos casos, la influencia se mueve en la dirección opuesta. «No debería ser sorprendente que los líderes de los cultos que fueron impugnados con éxito por el cristianismo deben hacer algo para contrarrestar el desafío. ¿Qué mejor manera de hacerlo que ofreciendo un sustituto pagano para intentar contrarrestar la creciente influencia del cristianismo por la imitación que son claramente evidentes en las medidas instituidas por Juliano el Apóstata, que fue el emperador romano desde 361-363 D.C.

Por tanto, si a partir del siglo II empieza a tomar fuerza el mitraísmo romano, el que la figura de Mitra haya tenido auge y existido en una variante antes de Cristo, no debe suponer que el Cristianismo haya heredado algo del mitraísmo, pues ya los Evangelios estaban redactados. Todo apuntaría en el sentido contrario; llegaría el momento en que el culto a Mitra se va a juntar con el culto al sol y será de ahí de donde se quiera suponer que el nacimiento de Mitra se celebrara un 25 de diciembre. Pero evidencia de que los persas celebraban a Mitra un 25 de diciembre o que durante el inicio del Cristianismo, los mitraícos celebraban el 25 de diciembre es una afirmación de gratis que no tiene peso.

¿Qué es lo que dificulta reconstruir la información del Mitraísmo? Que era una religión mistérica, es decir, que sus cultos y celebraciones eran secretos y que no dejaron registros escritos ni formas de interpretar sus dibujos o símbolos. De acuerdo a Angus en su The Mistery Religions, una religión mistérica es una religión de simbolismos, en la cual, a través de mito y alegoría, representaciones icónicas, luces y densa oscuridad, liturgia y signos, sugestión rápida, provocaba en el inicio, una experiencia mística que conducía a la regeneración[31]. Respecto al mitraísmo un dato importante lo encontramos en la Enciclopedia Británica, que mencionando los cultos mistéricos en Roma expresa que el culto a Mitra no puede ser anterior al siglo II, lo que nos confirma que el Cristianismo no tomó nada del Mitraísmo[32]: El dios persa Mithra, el dios de la luz fue introducido mucho después. Probablemente no antes del siglo II.

El emperador Comodo, el último de los antoninos, con el fin de ganarse a los soldados romanos y mejorar la crítica situación[33] decidió iniciarse en el culto mitraíco[34]. Según el historiador Lampridio, Comodo debía simular matar a alguien en un rito y lo terminó matando. De esta narración del historiador es que se sabe que Comodo fue el emperador que de manera pública mostró algún tipo de apoyo al Mitraísmo sin que por eso según las fuentes oficiales, el Imperio haya considerado al Mitraísmo como religión oficial[35] ni siquiera en los siglos en que el Cristianismo fue perseguido.

Mitra y el Sol Invictus

El Mitra Romano de los cultos mistéricos, diferente al Mitra persa empezó a converger y encontrar cercanía con el culto al sol. Hay inscripciones que detallan a Mitra y al dios sol, juntos, por lo que no es extraño que ambos cultos se juntaran pero no realmente porque Mitra representara dentro del romanismo lo mismo que a Mitra. Al respecto, cito la obra de Lopez Barja y Francisco Lomas, “Historia de Roma”, en la que mencionan:

…la escena principal del mito: Mitra tauróctono, inmolando al toro primigenio; mito que lo actualizaban mediante el banquete ritual que congregaba a los iniciados en recuerdo de la ingesta de los despojos de la víctima de Mitra en compañía del dios Sol con quien aquel compartía mesa; de ahí que Mitra se halle asociado al Sol  y se le denomine con frecuencia Sol Invictus[36].


Esto es respaldado por hallazgos arqueológicos como el Mitreo en Nemrut Dagi en Turquía, en donde Mitra está junto al dios sol. Es por ello que no puede encontrarse ningún indicio de que en los cultos mistéricos a Mitra en Roma, su nacimiento se celebrara un 25 de diciembre. Si hay alguna fuente que lo afirme, lo hará más basado en el tener un vínculo celebrativo entre Mitra y el Sol Invictus el mismo día, por ese día celebrarse en Roma el natalicio del Sol y eso, algo que sólo se da a partir del año 274 D.C. De este modo, es muy dudoso lo que afirman la mayoría de páginas evangélicas y ateas sobre que Mitra nació un 25 de diciembre. Podemos concluir afirmando que se revuelve el el Mitra persa con el Mitra romano, y de ahí se nos quiere vender que el culto a Mitra es el mismo, que es antiquísimo y que el Mitra que nace de una virgen lo hizo el 25 de diciembre, pero aquí solo hay un revoltillo y medias verdades que confunden a los que no profundizan el tema.

Jon Sorensen, en una columa publicada en Catholic Answer nos dice sobre los hallazgos arqueológicos: En algunos casos parece que los mitraistas creían que Mitra y el Sol son dos manifestaciones diferentes de un mismo dios. En otros parecen ser dos dioses unidos como uno solo. Estas conexiones son difíciles de entender dado nuestro limitado conocimiento del sistema de creencias de Mitra, pero son importantes porque ayudan a explicar por qué los escépticos afirman que el cumpleaños de Mitra se celebraba el 25 de diciembre[37].

De acuerdo a esto, de manera circunstancial fueron convergiendo el culto a Mitra con el culto al sol, pero esto no es prueba para afirmar que Mitra naciera un 25 de diciembre.

En páginas evangélicas se encuentran cosas como:

Los líderes de la Iglesia apostata acuñaron el nacimiento de Cristo en una fecha que armonizara con la celebración pagana del nacimiento del dios-sol. Desde el siglo V se viene observando el 25 de Diciembre como aniversario del nacimiento de Cristo que era el día de la antigua fiesta romana del solsticio de Invierno.

Es decir, así como esto, muchas páginas aseguran que la Navidad se puso o para reemplazar el culto al sol, o como una continuación pagana. Pero ¿cuáles son las supuestas pruebas de esto?

El culto al sol en Roma y las saturnalias

En Roma, el emperador Heliogábalo, introdujo el culto al Sol Invictus hacia el año 218 D.C, pero no fue culto oficializado, sino que quedó sólo durante su mandato. Solo con el emperador Aureliano hacia el año 274 D.C, quedó el culto al sol como oficial por medio de decreto. Más adelante ahondaremos lo sucedido en el siglo III. Vamos antes a analizar lo que sucedía en Roma con las saturnalias, fiestas paganas en honor a Saturno, que según los evangélicos tuvieron influencia sobre la Navidad[38].

El calendario solar fue adoptado por Julio Cesar en el año 46 a.C. Ya los romanos celebraban unas fiestas llamadas saturnales. Las saturnales se celebraban en Roma, el 17 de diciembre. Esto lo confirma un historiador del siglo IV llamado Macrobio, que en su obra “Saturnales” nos menciona:

Entre nuestros mayores las saturnales concluían en un solo día, que era el décimo cuarto día de las calendas de enero; pero después de que Gayo Cesar añadiera dos días a este mes, comenzaron a ser celebradas al décimo sexto día[39].

Más adelante, Macrobio concluirá:

Considero que ya hemos probado suficientemente que las saturnales solían celebrarse en un solo día, el decimocuarto día antes de las calendas, pero que después se prolongaron por espacio de tres días: en primer término debido a los días añadidos a este mes por Cesar; en segundo, debido a un edicto de Augusto en el que añadió a las Saturnales fiestas por tres días. En consecuencia, iniciadas el décimo sexto, acaban el décimo cuarto, único día en el que habitualmente antes se habían celebrado. Más, añadida la celebración de las Sigilares se extendió la agitación pública y la felicidad de la celebración hasta el séptimo día.

Es decir, que la saturnalias lograba extenderse por siete días, aunque oficialmente se debían celebrar sólo por tres días. Si se iniciaban el 17 de diciembre, terminaban el 23 de diciembre, es decir NO terminaban el 25 de diciembre como para afirmar erróneamente que por eso fue que los cristianos decidieran colocar la fecha de Navidad el 25 de diciembre. De la postura que afirma esto, se queda sin pruebas o argumento por parte de los Padres de la Iglesia, ya que ninguno menciona una cristianización de las saturnalias. De quienes aducen que el 25 de diciembre es una paganización, pues las fechas no les darían.

Volviendo al culto al sol, antes de que Aureliano retomara el culto al sol, las fechas en que se festejaba al sol eran el 8 de agosto, el 28 de agosto y el 11 de diciembre, y posiblemente un festival en octubre 19 pero nunca el 25 de diciembre. Esto lo explica Steven Hijmans, profesor del departamento de Historia de la Universidad de Alberta, en un ensayo titulado Sol Invictus, the Winter solstice and the origins of Christmas en 2003[40]. Si antes no había una fecha para el 25 de diciembre en el culto al sol, si no hay pruebas que Mitra naciera un 25 de diciembre, ¿de donde se saca que el Sol Invictus se celebraba el 25 de diciembre? Hijmans en su estudio plantea que si alguna de las fechas antiguas pudiera sobrevivir para celebrar al sol, sería el festival del 19 al 22 de octubre, mucho que la posible 25 de diciembre.

El 25 de diciembre romano

Caemos ahora sí a la prueba reina de los evangélicos y ateos, de que la fecha en la que la Iglesia latina celebra el nacimiento de Cristo es una continuación del culto al Sol Invictus. Es precisamente un calendario llamado “Cronógrafo” del año 354. Es decir, es de aquí de donde se desprendería que los romanos le dedicaban el 25 de diciembre al Sol. Pero, ¿qué dice realmente este documento?

El cronógrafo del 354 es un documento del siglo IV, que tiene fechas y acontecimientos para cada mes del año. Para el mes de diciembre menciona el 25:

N·INVICTI·CM·XXX[41]

En un interesante artículo, el pastor luterano Jospeh Abrahamson[42] plantea que si bien la inscripción dice N (natalis) INVICTI, es una conjetura asumir que se refiere al Sol Invictus. Si bien puede ser posible, no se asume que se refiera a una fiesta celebrativa como tal, como sí ocurre en la fecha de agosto 28 u Octubre 19, las que según el estudio de Hijmans sí eran fiestas como tales dedicadas al sol (solis):

SOLIS·ET·LVNAE·CM·XXIIII (August 28th) y LVDI·SOLIS (October 19-22).

Resulta importante que el mismo Cronógrafo del año 354 también menciona al 25 de diciembre como la fecha del nacimiento de Cristo[43]:

VIII kal. Ian.   natus Christus in Betleem Iudeae

En donde: VIII Kal Ian (se refiere a 8 de las calendas de enero). Es decir que el mismo documento usado para afirmar que el nacimiento del sol se celebraba el 25 de diciembre también afirma que Cristo nació el 25 de diciembre. ¿Por qué afirmar que los cristianos copiaron a los romanos para erradicar el culto al sol? ¿Tal vez lo dirán porque el culto al sol lo introdujo Aureliano muchos años antes? Pero Aureliano no mencionó fecha. Por ello, vamos a apelar a fuentes más antiguas para poder analizar quien copió a quien.

En la obra “Natale”, del italiano Antonio Pittau se menciona que ya Hipólito de Roma, 70 años antes de Aureliano menciona la fecha del 25 de diciembre como la fecha del nacimiento de Cristo. Hipólito escribió lo siguiente en su Comentario a Daniel:

la primera venida de nuestro Señor, la que tuvo lugar en la carne, según la cual Él nació en Belen, tuvo lugar ocho días antes de las calendas de Enero, el miércoles, el año 42 del reino de Augusto” (Commentario su DanieleIV,23,3)

Ocho días antes de las calendas de enero es exactamente el 25 de diciembre. Y esto lo menciona Hipólito mucho antes de Aureliano, y muchísimo antes que el Cronográfo del 354. Aunque algunos alegan que puede ser una interpolación posterior[44], Hipólito también en su Chronicon, 686 indicó que Cristo habría nacido nueve meses después del aniversario de la creación del mundo[45] [46], algo que para varios escritores antiguos habría ocurrido el día de la Pascua. En este punto, podemos mencionar a Thomas Schmidt, de la Universidad de Yale, quien estudiando a Hipólito de Roma menciona cómo él fijó la primera pascua, sucediendo en luna llena en la semana de la creación, lo cual ocurrió un 29 de marzo, por lo que la creación del mundo inició un 25 de marzo[47].

Quiere decir, que para Hipólito, aun cuando la cita al Comentario de Daniel sea una interpolación, en su otra obra menciona que Cristo nació 9 meses después del aniversario de la creación, y si este fue el 25 de marzo, Cristo nacería el 25 de diciembre, y estamos aún, varias décadas antes de Aureliano.

Otro autor del siglo III, que se decanta porque Cristo haya muerto un 25 de marzo es Tertuliano, según nos refiere Andrew Mc Gowan, quien publicó un artículo en el Diario de la Sociedad de Arqueología bíblica en 2012, en donde menciona[48]:

Alrededor de 200 d.C, Tertuliano de Cartago informó el cálculo de que el 14 de Nisán (el día de la crucifición de acuerdo con el Evangelio de Juan) en el año en que Jesús murió, equivalía al 25 de marzo en el calendario (solar) Romano. 25 de marzo es, por supuesto, nueve meses antes del 25 de diciembre; más tarde fue reconocida como la Fiesta de la Anunciación, la conmemoración de la Concepción de Jesús. Por lo tanto, Jesús se cree que ha sido concebido y crucificado en el mismo día del año. Exactamente nueve meses más tarde, Jesús nació, el 25 de diciembre.

También el historiador Julio Africano en su Cronografía en el año 221 menciona que la encarnación de Cristo ocurrió el 25 de marzo. De esta forma, son varias las fuentes que nos apuntan a que mucho antes del culto al Sol Invictus, ya los cristianos tenían claridad sobre la fecha del nacimiento de Cristo, apuntando al 25 de diciembre para Occidente y al 6 de enero para Oriente, que incluso mantienen en la actualidad esta fecha.

Incluso, un autor como San Agustín, que torcidamente mencionan las sectas para alegar contra el Primado de Pedro, el libre albedrío, la Inmaculada Concepción, llega a expresar:

No sin causa, en la formación del cuerpo del Señor, simbolizado en el templo, que fue destruido por los judíos y que Cristo se comprometió a resucitar en tres días, el número seis tiene la valencia de un año. Dijeron los hebreos: Cuarenta y seis años se tardó en edificar este templo42. Cuarenta y seis multiplicado por seis da doscientos setenta y seis; es decir, nueve meses y seis días, tiempo que se computa como si fueran diez meses en el parto de las mujeres, no porque todas lleguen en su preñez al sexto día después de los nueve meses, sino porque la perfección del Señor exigía que se emplearan íntegros los días prescritos, como nos lo enseña la iglesia por la autoridad de sus mayores. Se cree fue concebido el 25 de marzo. El sepulcro nuevo donde nadie había sido sepultado es como el seno virginal de María, donde, ni antes ni después, ningún mortal había de nacer por seminación de varón. Se cree también que Cristo nació el 25 de diciembre. Luego desde su concepción hasta su nacimiento tenemos doscientos setenta y seis días, número igual a seis repetido cuarenta y seis veces. (Ver texto)

  

Llegando a la fecha por fuentes bíblicas

Para poder abordar lo que la Biblia nos relata y permitirnos aproximarnos a una fecha debemos tocar lo mencionado por los Evangelios. San Lucas nos da detalles interesantes:

Sabemos que el ángel Gabriel apareció a María, al sexto mes de embarazo de Santa Isabel, y que en ese momento Zacarías oficaba en el Templo, de la orden sacerdotal de Abías (Lc 1, 5). Si se pudiera saber en qué mes le correspondía el turno a la clase sacerdotal de Abías, podríamos saber cuándo nació Cristo.

Las clases sacerdotales se dividieron en 24, lo que leemos en 1 Cro 24:

El escriba Semaías, hijo de Natanael, uno de los levitas, los inscribió en presencia del rey y de los jefes, y en presencia del sacerdote Sadoc, de Ajimélec, hijo de Abiatar, y de los jefes de las familias sacerdotales y levíticas. Se echaba la suerte, una vez por Itamar y dos veces por Eleazar.

La primera suerte cayó sobre Iehoiarib; la segunda sobre Iedaías;

la tercera sobre Jarím; la cuarta sobre Seorím; 

la quinta sobre Malquías; la sexta sobre Miamím; 

la séptima sobre Hacós; la octava sobre Abías; 

la novena sobre Iesúa; la décima sobre Secanías; 

la undécima sobre Eliasib; la duodécima sobre Iaquím; 

la decimotercera sobre Jupá; la decimocuarta sobre Iesebab; 

la decimoquinta sobre Bilgá; la decimosexta sobre Imer; 

la decimoséptima sobre Jezir; la decimoctava sobre Hapisés; 

la decimonovena sobre Petajías; la vigésima sobre Ezequiel; 

la vigésima primera sobre Iaquín; la vigésima segunda sobre Gamul; 

la vigésima tercera sobre Delaías; la vigésima cuarta sobre Maazías.

Esta fue su distribución por turnos para entrar en la Casa del Señor, conforme al reglamento establecido por Aarón, su padre, como lo había ordenado el Señor, el Dios de Israel. (1 Cro 24, 6-19)

Los judíos tenían un calendario lunar, sin embargo hay varios académicos que plantean que esto cambió varios siglos a.C., así, Gabriel Bocaccini en su obra Enoch and Qumrams origins, nos menciona que era necesario intercalar un mes cada tres años para armonizar el calendario solar y el lunar[49]. Para el siglo III, Palestina estaba bajo el poder de Ptolomeos y en Egipto se usaba el calendario solar.

Según lo investigó el profesor de la Universidad Hebrea de Jerusalén, Shermajahu Talmon, quien publicó un estudio llamado “The Calendar Reckoning of the Sect from the Judean Desert. Aspects of the Dead Sea Scroll, e Scripta Hierosolymitana, vol IV, Jerusalén, 1958, pags 162-199, el turno que le correspondía a la clase de Abías era la última semana de Septiembre[50].

Esto nos permite anotar que la Concepción de San Juan Bautista fue en esta semana, y esto concuerda con lo que celebra aun hoy la Iglesia Ortodoxa. Por ejemplo, ellos el 23 de septiembre celebran la Concepción de San Juan Bautista[51] [52].

Si la Concepción de San Juan fue un 23 de septiembre, la Concepción de Jesús fue seis meses después, es decir, 23 de marzo (casi 25 de marzo) como hemos expuesto a lo largo del artículo. Y de este modo, la cristiandad celebra el nacimiento de San Juan el 24 de junio y por ende, la de Cristo el 25 de diciembre. Quiere decir, que si nos atenemos a los datos bíblicos, la fecha más segura del nacimiento de Cristo es el 25 de diciembre.

Pero las sectas cuando abordan la fecha del turno de Zacarías asumen que se seguía el calendario lunar, cuando ya eso había cambiado. Por eso el estudio del profesor Talmon es importante, porque sin ser cristiano, coloca el turno de Zacarías en una fecha que encaja con el nacimiento de Cristo un 25 de diciembre. Por tanto, hemos podido mostrar que la fecha del 25 de diciembre no es algo inventado, ni copiado del paganismo, ni usada para erradicar un culto, sino que es la fecha histórica del Nacimiento del Señor Jesús.

El 25 del mes de Quisleu

En la historia de Israel, hay un acontecimiento que celebran los judíos pero que no aparece en las Biblias protestantes, y narra cuando el pueblo purificó el Templo de la profanación de Antíoco. Se cuenta que fue el día 25 del mes de Quisleu en el que los judíos celebraron la dedicación del altar. Resulta que el mes de Quisleu corresponde a Diciembre, por lo que la Dedicación al templo ocurrió un 25 de diciembre.


El texto menciona:

El día veinticinco del noveno mes, llamado Quisleu, del año ciento cuarenta y ocho, se levantaron al despuntar el alba y ofrecieron un sacrificio conforme a la Ley, sobre el nuevo altar de los holocaustos que habían erigido. 

Este fue dedicado con cantos, cítaras, arpas y címbalos, justamente en el mismo mes y en el mismo día en que los paganos lo habían profanado.

Todo el pueblo cayó con el rostro en tierra y adoraron y bendijeron al Cielo que les había dado la victoria.

Durante ocho días celebraron la dedicación del altar, ofreciendo con alegría holocaustos y sacrificios de comunión y de acción de gracias.

Adornaron la fachada del Templo con coronas de oro y pequeños escudos, restauraron las entradas y las salas, y les pusieron puertas.

En todo el pueblo reinó una inmensa alegría, y así quedó borrado el ultraje infligido por los paganos.

Institución de la fiesta de la Dedicación y otras medidas

Judas, de acuerdo con sus hermanos y con toda la asamblea de Israel, determinó que cada año, a su debido tiempo y durante ocho días a contar del veinticinco del mes de Quisleu, se celebrara con júbilo y regocijo el aniversario de la dedicación del altar. (1 Mac 4, 52-59)

El Papa Benedicto XVI en una audiencia en Navidad expresó:

El primero que afirmó con claridad que Jesús nació el 25 de diciembre fue Hipólito de Roma, en su comentario del Libro del profeta Daniel, escrito hacia el 204. Algún exegeta observa, además, que ese día se celebraba la Dedicación del Templo de Jerusalén, instituido por Judas Macabeo en el 164 antes de Cristo. La coincidencia de fechas vendría entonces a significar que con Jesús, aparecido como luz de Dios en la noche, se realiza verdaderamente la consagración del templo, el Adviento de Dios sobre esta tierra. (Audiencia general de 23 de diciembre de 2009)

Pastores en invierno

Otro argumento muy mencionado es que Jesús no pudo nacer en diciembre porque era invierno y había pastores. Sin embargo es preciso resaltar que los pastores no estaban en Belén:

En esa región acampaban unos pastores, que vigilaban por turno sus rebaños durante la noche. » (Lc 2, 8)

Es decir, los pastores se encontraban seguramente en regiones más bajas y pllanas, donde seguramente la temperatura es más alta. Adicionalmente tengamos en cuenta los siguientes datos:

  • En el Templo de Jerusalén se ofrecían sacrificios todos los días, por lo que se necesitaban ovejas todos los días.
  • La temperatura en Belén en invierno oscila entre 7° y 25°C, lo que no es una temperatura que impida el pastoreo de ovejas
  • Belén tiene altitud de 765 m sobre el nivel del mar
  • Los pastores no estaban en Belén, sino en la región. Cuando los ángeles aparecen les dicen:
    Hoy, en la ciudad de David, les ha nacido un Salvador, que es el Mesías, el Señor. (Lc 2, 11)

Luego mencionan:

Después que los ángeles volvieron al cielo, los pastores se decían unos a otros: «Vayamos a Belén, y veamos lo que ha sucedido y que el Señor nos ha anunciado». Fueron rápidamente y encontraron a María, a José, y al recién nacido acostado en el pesebre. (Lc 2, 15-16)

Hay una cita interesante al respecto de pastores en invierno:

«En veinte años que llevo contigo, tus ovejas y tus cabras nunca han malparido, y los machos de tu rebaño nunca me los he comido.

Ganado destrozado por fieras nunca te llevé: yo pagaba el daño, de lo mío te cobrabas tanto si era yo robado de día como si lo era de noche.

Estaba yo que de día me devoraba el resistero, y de noche LA HELADA, mientras huía el sueño de mis ojos» (Gen 31, 38-41)

Jacob cuenta como cuidó las ovejas aun en las heladas. ¿Y en qué zona fue esto? En Padanaram (Gen 28, 5), y aunque no era Belén sino al norte, era mucho más frío.

Hoy día esa región, Harán, está en la actual Turquía. En la siguiente foto observamos en un 3 de enero cómo es el clima en la actual Harán.

Lógica final

Lo que sucedió hace siglos, los romanos queriendo imponer la fiesta al Sol Invictus justo el día que los cristianos católicos celebraban Navidad, ¿acaso no es lo que el mundo intenta hoy también? ¿Acaso tendríamos que creernos que la Iglesia quiso colocar el Nacimiento de Jesús justo el día que Santa Claus traía regalos? Al paso que va el mundo, en un par de siglos no faltará el que crea que en verdad la Navidad de Jesús fue la que quiso suplantar la histórica y real venida de Santa Claus del Polo Norte sobre trineos; y el argumento que darán quienes crean esto serán los mismos que se dan hoy: porque lo vimos en internet, lo leímos en un blog y hasta hay películas sobre eso.


[1] Varios autores. Antropología de la religión. Editorial UOC, pág. 98. Edición Google Books.

[2] BERMUDEZ, Mario. El mito humano: una visión cosmo natural de la historia de las religiones. Autoreseditores.com. Pág. 60.

[3] http://graciaencristo.blogspot.com.co/2010/04/el-origen-de-babilonia-y-su-religion.html

[4] http://www.apologeticacatolica.org/Protestantismo/Anticatolic/Anticat0272.htm

[5] Puede ver la versión digital http://www.elgranenganyo.com/babiloniamisterioreligioso.pdf

[6] http://alientodelcielo.jimdo.com/que-es-la-navidad/origen-de-la-navidad/

[7] http://www.allabouthistory.org/spanish/antigua-babilonia.htm

[8] BERGUA, Juan. Historia de las religiones. Pág. 177. Versión Google Books

[9] BLEEKER, C.J. Religiones del pasado. Pág. 135. Versión Google Boos

[10] BRANDON, S.G. Diccionario de religiones comparadas Vol 2. Pág 1314. Versión Google Books.

[11] http://www.laverdaduniversal.org/iglesiacatolica.html

[12] http://www.biblicalcatholic.com/apologetics/JesusEvidenceCrucifiedSaviors.htm#Conclusion

[13] https://www.casadeoracioncr.com/tratado/1316

[14] http://x1mundoateo.blogspot.com.co/2006/12/el-nacimiento-de-un-mito.html

[15] LULL, José. La astronomía en el antiguo Egipto. Universidad de Valencia, 2006. Pág. 67. Versión Google Books.

[16] VELASCO, José. Egipto eterno. Ediciones Nowtilus. 2007. Pág. 53.

[17] http://www.egiptologia.org/ciencia/calendario/calendario_civil.htm

[18] GRANERIS, José. Las religiones al desnudo. Círculo Latino, 2005. Pág. 359. Versión Google Books.

[19] HOLDING, James. Shattering the Christ Myth. 2008. James Patrick Holding. Pág 304. Versión Google Books

[20] PASQUINI, John. Atheist persona. University Press of America, 2014. Pág. 66. Versión Google Books

[21] http://www.biblicalcatholic.com/apologetics/JesusEvidenceCrucifiedSaviors.htm#Mithras

[22] ORBANEJA, Fernando. Breve historia de las religiones. Versión Google Books.

[23] http://www.pantheon.org/articles/m/mitra.html

[24] http://www.godandscience.org/apologetics/mithras-es.html

[25] http://ec.aciprensa.com/wiki/Mitra%C3%ADsmo

[26] https://www.asabharwal.com/exploring-hinduism/varuna-the-elder-god/

[27]

[28] http://www.mithraeum.eu/intro.php?iid=origin&lang=es

[29] http://www.biblicalcatholic.com/apologetics/JesusEvidenceCrucifiedSaviors.htm#Mithras

[30] http://www.equip.org/PDF/DB109.pdf

[31] ANGUS. S. The Mistery Religions. Dover Publications. 1975. Pág. 45. Versión Google Books.

[32] http://www.britannica.com/topic/mystery-religion

[33] http://historicodigital.com/la-dinastia-de-los-antoninos.html

[34] http://es.aleteia.org/2015/03/14/como-se-explican-las-similitudes-entre-el-cristianismo-y-el-culto-de-mitra/

[35] CAMPOS, Israel. Los misterios mitraícos. Universidad de las Palmas.

[36] BARJA, Sergio. Historia de Roma. Ediciones Akal, 2004. Pág. 424. Versión Google Books.

[37] http://www.catholic.com/blog/jon-sorensen/why-december-25

[38] http://www.miapic.com/es-cristiano-el-origen-de-la-navidad-puede-un-cristiano-celebrarla

[39] MACROBIO, Saturnales. Edición de Juan Francisco Mesa. Edicioes Akal, 2009. Libro I. Pág. 123

[40]https://www.academia.edu/968841/_Sol_Invictus_the_Winter_Solstice_and_the_Origins_of_Christmas_Mouseion_Number_47_3_2003_277-298

[41] http://www.tertullian.org/fathers/chronography_of_354_06_calendar.htm

[42] http://www.patheos.com/blogs/geneveith/2012/12/christmas-is-not-based-on-the-feast-of-sol-invictus/

[43] http://www.tertullian.org/fathers/chronography_of_354_12_depositions_martyrs.htm

[44] FINEGAN, Jack. The archeology of the New Testament. Princeton University, 1992. Pág. xlvi

[45] http://penelope.uchicago.edu/~grout/encyclopaedia_romana/calendar/invictus.html

[46] http://rbedrosian.com/Greece/Chronicon_of_Hippolytus_Schmidt-Nicholas.pdf

[47] https://tcschmidtblog.files.wordpress.com/2015/11/schmidt-calculating-december-25-as-the-birth-of-jesus-in-hippolytus1.pdf

[48] http://www.biblicalarchaeology.org/daily/biblical-topics/new-testament/how-december-25-became-christmas/

[49] BOCACCINI, Gabriele. Enoch and Qumrams origins. Willam Erdmans Publishing. 2005. Pág. 108.

[50] http://biblia.verboencarnado.net/2015/01/02/la-fecha-historica-de-la-navidad/

[51] http://www.abbamoses.com/months/september.html

[52] http://www.iglesiaortodoxa.cl/santoral.htm#SEPTIEMBRE

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