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¿Sábado o Domingo?

Por Jesús Urones

Algunos de los no católicos tienen el sábado como día especial dedicado al Señor. Se basan en el Antiguo Testamento, donde el tercero de los Diez Mandamientos de la Antigua Alianza (porque la nueva solamente tiene dos: Mt 22, 37-40; Rm 13, 9) es respetar el sábado para dedicarlo al descanso y a Dios:

«Acuérdate del día del Sábado, para santificarlo. Trabaja seis días, y en ellos haz todas tus faenas. Pero el día séptimo es día de descanso, consagrado a Yavé, tu Dios. Que nadie trabaje: ni tú, ni tus hijos, ni tus hijas, ni tus siervos, ni tus siervas, ni tus animales, ni los forasteros que viven en tu país. Pues en seis días Yavé hizo el cielo y la tierra, el mar y cuanto hay en ellos, y el séptimo día descansó. Por eso bendijo el Sábado y lo hizo sagrado.» (Ex 20, 8 a 11).

Hasta aquí (y en Ex 31, 12-13), es una memoria de la creación del mundo (Gn 2, 2-3). Pero hay un problema, porque esta explicación es distinta de la de Dt 5, 15, según el cual el sábado se guarda en memoria de la liberación de Egipto. Como en todos los casos de aparentes contradicciones en la Biblia, y entender que su sentido en realidad es otro, se debe tratar de buscar su sentido teológico. Así, al examinar Ex 34, que contiene doce mandamientos, vemos que el descanso del sábado es de orden cultual puesto que todas esas órdenes tienen tal sentido. Sin embargo, al examinar las diferentes códigos legislativos del Pentateuco (código de la santidad, código de la alianza, código deuteronómico, etc.), es fácil concluir que los llamados «diez mandamientos» en sus dos versiones (Ex 20 y Dt 5) son conjuntos de leyes que deben reexaminarse a la luz del mensaje de Jesús en el Nuevo Testamento, puesto que la finalidad de la mayoría de esas leyes se ha cumplido y deben ser suprimidas o revisadas, como hizo Jesús expresamente (Mt 5, 20-37). Ello es patente cuando Jesús se declara Señor del Sábado y deroga esa ley (Mt 12, 1-21), sustituyéndola por la ley de la Misericordia.

Con Jesús comienza la Nueva Alianza según el signo que mostró en la Ultima Cena:

“Esta copa es la alianza nueva sellada con mi sangre, que es derramada por ustedes» (Lc 22, 20)

Bajo la Nueva Alianza, se mantiene el deber de consagrar el día al Señor pero se celebra el domingo, el día de la plenitud de la Nueva Alianza, de la Nueva Creación (el domingo es sagrado, se incurre en error si nos dedicamos a cosas mundanas el domingo). Ese día ocurrió el momento más importante con que comienza la Nueva Alianza: la Resurección de Nuestro Señor, ocurrida EN DOMINGO (Mt 28, 1; Mc 16, 1; Lc 24, 1; Jn 20, 1), el primero día de la semana, pero además pasa lo siguiente:

Jesús ordenó conmemorar la fracción del pan (Lc 22, 19) y los apóstoles la hacían EN DOMINGO (Hch 20, 7; Hch 2, 42; 1 Co 16, 2). La fracción del pan fue importante desde el principio (1 Co 11, 17).

«Yo he recibido del Señor lo que a mi vez les he transmitido. El Señor Jesús, la noche en que fue entregado, tomó pan y, después de dar gracias, lo partió diciendo: “Esto es mi cuerpo, que es entregado por ustedes; hagan esto en memoria mía.” De igual manera, tomando la copa, después de haber cenado, dijo: “Esta copa es la Nueva Alianza en mi sangre. Todas las veces que la beban háganlo en memoria mía.” Fíjense bien: cada vez que comen de este pan y beben de esta copa están proclamando la muerte del Señor hasta que venga.» (1 Co 11, 23-26)

Todo eso ocurría el primer día de la semana: el domingo. Por eso San Pablo aprovecha esas reuniones para cosas adicionales como colectas (ver 1 Corintios 16, 1-2).

Por eso Pablo indica:

«Por tanto, que nadie los venga a criticar por lo que comen o beben, por no respetar fiestas, lunas nuevas o el día sábado. Tales cosas no eran más que sombras, mientras que lo real es la persona de Cristo.» (Col 2, 16-17)

El libro del Apocalipsis, que se refiere a la Eucaristía, precisamente le fue revelado un domingo a San Juan (Ap 1, 10). Llama poderosamente la atención que algunos sostengan que Ap 1, 10 ocurre un sábado, siendo que fue un domingo. y digo que llama la atención porque poco más adelante declara:

» Feliz el que lea en público estas palabras proféticas y felices quienes las escuchan y hacen caso de este mensaje, porque el tiempo está cerca.» (Apocalipsis 1, 3, he resaltado, porque evidentemente no hacen caso del mensaje)

¿Para quién fue dada la Ley y el sábado?

Comencemos por definir el código de la Ley dado a Moisés en el Monte Sinaí. El Señor hace una Alianza con Abraham y su descendiencia la cual en su tiempo es llevada a la realidad por Moisés, en el Sinaí Moisés recibe el código de la Alianza hecha con Israel y sellada en la carne del hombre con la circuncisión… Veamos que dice Exodo 19, 5

“El Eterno llamó a Moisés desde el monte y le dijo: Así dirás a la Casa de Jacob y denunciarás a los Israelitas Ahora si dais oído a mi voz y guardáis mi pacto, vosotros seréis mi especial tesoro sobre todos los pueblos, por que mía es toda la tierra”

Vemos que este Pacto es hecho con la casa de Jacob y con el Pueblo de Israel en una alianza que en boca de Pablo en Galatas 3, 24-25

 “Así la Ley fue nuestro tutor para llevarnos a CRISTO, para que seamos  justificados, y como vino la fe, ya no estamos bajo el tutor”

San Pablo magistralmente da sentido a la Antigua Ley, fue quien nos llevó a Cristo cuando la fe aún no actuaba en la Gracia,una vez establecida la Gracia ya no hace falta esta ley, que más tarde va a  decir Pablo “hecha en carne de hombre”.

¿Quién debe guardar la Ley del Sinaí?

El Libro del Exodo es claro en el Capitulo 31, Versículo 13:

“Di a los ISRAELITAS: Guardad mis sábados, porque el es señal entre mi y vosotros por vuestras generaciones para que sepáis que Yo Soy el Eterno que os santifico”

Como vemos en Exodo 12,48,  Hechos 7,8 y Josué  5,1-9 La circuncisión era el signo de la pertenecía a la Alianza, El código del Sinaí era la Ley de la Alianza…La ley no se toma por porciones, o se cumple entera o no se cumple, esto lo discutiremos más adelante. Conclusión la Ley del Sinaí era  para los Israelitas y sus descendientes que se ponían bajo ella por el cumplimiento de la circuncisión.

Veamos que  dicen los Israelitas de hoy:

En su libro “Judaísmo” Yacob Newman confirma lo expresado antes. En la Pagina  266 hablando del Shabat dice: “El precepto se reitera en los Cinco Libros de Moisés como UN PACTO ENTREDIOS Y EL PUEBLO DE ISRAEL” o sea que es un mandamiento de DIOS con la Nación Israelita, en la página siguiente se hace más claro para nosotros los cristianos cuando el Sr. Newman aclara que el Shabat “ proveyó de un anticipo para la vida futura y la era del Mesías” (Pag 267).Estamos totalmente de acuerdo el sábado fue establecido y apunta a la era Mesiánica, a la era de JESUS CRISTO, una vez instaurado el nuevo pacto mesiánico el Shabat ya no tiene la función establecida en la Alianza antigua, a no ser que uno permanezca en esta alianza aún.

¿Qué dijo Pablo sobre el Shabath?

Todo el Nuevo Testamento está lleno de versículos que hablan en contra de cualquier tipo de práctica legalista, no hay que ser un exégeta para darse cuenta de esto, una vez que losApóstoles rompieron con el Templo de Jerusalén, rompieron con todo tipo de legalismo mosaico, como veremos más adelante desde la Ascensión de JESUS, la Iglesia naciente comenzó a observar el “día del SEÑOR”

Uno de los versículos que más dúramente refutan el Shabat lo encontramos en:

“a vosotros que estabais muerto en pecados y en la incircucisión de vuestra carne, os dió vida con CRISTO y perdonó todos vuestros pecados. Canceló la nota de nuestra deuda, que consistía en ordenanzas desfavorables  a nosotros, la quitó y la clavó en la cruz. Y despojó a los principados y potestades, los exhibió en público y triunfo sobre ellos en la cruz. Por tanto, nadie os juzgue en comida bebidas días de fiestas, nuevas lunas O SABADOS. Todo ese es sombra de lo por venir, pero la realidad es CRISTO” (Col 2, 13-17)

Esta tremenda enseñanza que coincide con la explicación del rabino Judío Yacob Newman

La era mesiánica inaugurada por Jesús cumple la expectativa del Shabat Hebreo.  Jesús  carga nuestros pecados y nuestra muerte y nos libera de LA LEY en todos sus aspectos. No de una llamada “ley ceremonial y otra moral” como aclaman los Adventistas sino de TODA ORDENANZA DESFAVORABLE, o sea de toda la ley de Moisés que se cumple en su totalidad y perfección en la Cruz de Jesús.

Los Adventistas  arguyen que esto se refiere a la Ley ceremonial y no al sábado que es parte de los Diez Mandamientos…pero en ningún lugar y ningún comentador judío con quien he hablado en mis viajes a Israel me ha mencionado estas  dos leyes, para el Judío solo existe LA LEY, de la cual los Diez Mandamientos son una porción, pero que se extiende a lo largo del Exodo, Levítico yDeuteronomio.

“Pero ahora que conocéis a DIOS, o más bien, que El os conoce. Como os volvéis de nuevo a los débiles y pobres elementos, a los que queréis volver de nuevo a escalvizaros? Guardais los días y los meses, las estaciones y los años. Temo por vosotros, que haya trabajado en  vano” (Gal 4, 9-11)

Esta Epístola de Pablo a los Galatas es un esfuerzo descomunal de San Pablo para sacar  a la naciente Iglesia de la Ley y llevarlos al Evangelio de la Gracia. San Pablo sistemáticamente se opone a todo signo de Judaísmo o antigua ley mosáica. Pablo recrimina a la Iglesia de Galacia de volver a celebrar el calendario judío de fiestas y días, este párrafo de “dias, meses, estaciones y años” coinciden exactamente con las palabras dichas en Números 28-29 en la traducción de moda en esos tiempos que era la versión  de los 70. Pablo, mas adelante en Galatas 3, 23 y  4, 21 en adelante aclara que la Ley era solo para mantenernos en el camino mientras llegaba el Mesías.

“¿Quién eres tu para juzgar al siervo ajeno? Para su propio Señor esta en pie, o cae. Pero se afirmará, porque el  Señor  tiene poder para sostenerlo. Uno da preferencia a un día más que a otro.Otro juzga iguales todos los días. Cada uno esté plenamente convencido en su mente. El que observa cierto día, lo observa en honor al  Señor . El que come, come en honor al  Señor , por que da gracias  a Dios. El  que no come, no come en honor del  Señor  y da gracias a Dios” (Rom 14 4-6)

agregando en el versículo  10:

“pero tu, ¿Por qué juzgas a tu hermano? O ¿Por qué menosprecias a tu hermano? Por qué todos hemos de comparecer en el tribunal de CRISTO”

y en el 13: 

“Por tanto, no nos juzguemos más unos a otros. Antes decidid no poner tropiezo ni ocasión de caer al hermano”.

Que gran bien les haría a nuestros hermanos Adventistas  leer bajo el Espíritu estos pasajes, de acuerdos a ellos si ellos sinceramente creen que agradan al Señor guardando el Sábado, que lo hagan!!!!!!!!!!!!! Pero que NO JUZGUEN al hermano que libremente en Cristo Jesús no lo hace y prefiere otro día y menos aún que llamen a los que guardan el domingo “la marca de la bestia” porque  están pasando juicio y poniendo tropiezos al hermano y un día todos, adventistas, católicos y evangélicos compareceremos ante el tribunal de Cristo y seremos juzgados por nuestros propios juicios!

EL sábado no es el signo del salvado, es la Sangre del Cordero, la Sangre de Jesús es nuestra marca de salvación:

“No debáis nada a nadie, sino el amaros unos a otros. Por que el que ama al prójimo ha cumplido la ley, porque no cometerás adulterio, no matarás. No  hurtarás, no dirás falsos testimonios, no codiciarás y TODO OTRO MANDAMIENTO es esta sentencia se resumen: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. El amor no hace mal al prójimo; así EL AMOR ES EL CUMPLIMIENTO DE LA LEY” (Rom 13, 8-10)

En este pasaje, al igual que en Colosences 2, 14-17 y Galatas 4, 9-11 se habla de cumplir la ley, la palabra griega que se utiliza para “ cumplir”  ( y es utilizada 90 veces en el Nuevo Testamento” es Pleroma, esta palabra en griego quiere decir “ llenar, cubrir, satisfacer, saciar, completar, realizar, llegar, acabar, cumplirce”  “ (diccionario manual Vox). O sea para  agradar al Señor solo tenemos que amarnos unos a otros: ESTO “PLEROMA” (llena, cubre, satisface, sacia, completa, realiza, acaba, cumple) la Ley. Creo que Pablo, fariseo por nacimiento entiende bien el griego y al Espíritu, no hay que guardar sábados, ni cumplir rituales para agradar a Dios, hay que amar…esa es la plenitud de la Ley.

Jesús, el Señor de la creación, ante quien se dobla toda rodilla en el cielo, en la tierra y hasta en los abismos (Filipenses  2, 10) declaró en (San Marcos 2, 27-28)

También les dijo: “El sábado fue hecho para el hombre, no el hombre para el sábado. Así EL HIJO DEL HOMBRE ES TAMBIEN SEÑOR DEL SÁBADO”

Para una persona que lea estas palabras bajo la unción del Espíritu Santo no haría falta ninguna explicación, sin embargo en estos tiempos de confusión es necesario hacerlo.

Nuestros hermanos Adventistas declaran en su defensa del sábado que Jesús, en estos versículos se declara que Él es Señor del sábado y por lo tanto este es  inamovible y el día del Señor por ende es el sábado. Esto ocurre cuando se lee un versículo fuera de contexto, ya sabemos el axioma “un versículo fuera de contexto es un pretexto”. Si leemos del versículo 23 en adelante encontraremos que  Jesús  es atacado por los fariseos por no guardar el sábado,  cosa que constituía una grave ofensa al pensamiento fariseo de la época,  Jesús  haciendo Apologética les recuerda a David comiendo de los panes de la propiciación destinado solo a los sacerdotes, o sea que para Dios es más importante el hombre que el culto….y Jesús  Jesús  proclama que el sábado fue hecho para el hombre o sea que no es una ley extática y que el hombre tiene preferencia sobre este día ya que EL ES EL DUEÑO DE SABADO y como tal lo puede cambiar o suprimir.

 Hermano,  Jesús  proclamó que el hombre es libre y esta por delante de un culto rígido y falto de misericordia, Pablo el Apóstol de los gentiles declaró la inutilidad de la Antigua Ley ya que hemos pasado al Pacto de la Gracia, la Iglesia primitiva celebró el día del Señor en el DOMINGO (Dominus dei) y en este día se congregó;  hay innumerables testimonios históricos desde los tiempos de los mártires hasta hoy.

DESCONTENTO DE DIOS CON EL SABADO. PREFIGURACIONES DEL OCTAVO DIA:

Muchos versos del Antiguo Testamento retratan o representan un «Tipo» de un octavo día para venerar o hacer ofrendas especiales.

«Y (Esdras) leyó en el Libro de la Ley de Dios cada día, desde el día primero hasta el ultimo, pues se celebró la fiesta por siete días; Y AL OCTAVO tuvo lugar la asamblea solemne según el rito.» (Neh 8:18)

¿Acaso «asamblea solemne en el octavo día» no suena como a veneración en la iglesia el domingo?

También se puede leer al respecto en Levíticos 9:1-2, 14:23, 15:14-15, 29-30, 22:27, 23:36-39, Números 6:10-11, 29:35 y Ezequiel 43:27.

Uno de los Diez Mandamientos de Exodo 20 estipula, «Acuérdate del día sábado para santificarlo». Todos los mandamientos nos atan día a día, o minuto a minuto durante nuestra existencia excepto uno, y ese es, el guardar un día semanalmente. Todos los mandamientos se explayan en una palabra. Son leyes «morales».

El «sabad» siendo una obligación semanal, cae en la misma categoría como «lunas nuevas» (mensual) y «festivales» (anual). Guardar el sabad no es una ley moral sino una ley ceremonial, y como tal es sujeta a cambio, como se menciona en Col. 2:16-17, en donde sencillamente se estipula que el «sabad» es una sombra de las cosas venideras.

El Antiguo Testamento profesa la expiración del «sabad»:

Is. 1:13 No sigáis trayendo oblación vana: el humo del incienso me resulta detestable. Novilunio, sábado, convocatoria: no tolero falsedad y solemnidad.

Compara esta profecía con su cumplimiento en Col. 2:16-17.

Lam. 2:6 «Ha forzado, como a un huerto su cerca, ha derruido su lugar de reunión. Ha hecho olvidar Yahvé en Sión solemnidades y sábados; Ha desechado en el ardor de su cólera a rey y sacerdote.»

Os. 2:11 «Haré cesar toda su alegría, sus fiestas, sus novilunios y sus sábados, y todas sus solemnidades.»

Jesucristo reprendió a aquellos que lo criticaron por hacer cosas en el «sabad».

Mat. 12:1-8, Mar.2:23-28, 3:1-6, Luc.13:14-17. En Jn 5:5-18 Jesús mismo rompió el «sabad».

La Antigua Alianza, y con ella el «sabad» fueron hechos obsoletos por la Nueva Alianza. La anterior fue consumada y remplazada por la Ley de Cristo y el día de nuestro Señor:

La Alianza Mosaica y con ella las tablas con los Diez Mandamientos, eran inseparables.

Ex. 34:28 «Moisés estuvo allí con Yahvé cuarenta días y cuarenta noches, sin comer pan ni beber agua. Y Yahvé escribió en las tablas las palabras de la Alianza, los Diez Mandamientos.»

Deut. 9:11 «Al cabo de cuarenta días y cuarenta noches, después de darme las dos tablas de piedra, las tablas de la Alianza…»

1 Rey. 8:21 «He establecido allí un lugar para el Arca, donde se halla la Alianza que Yahvé hizo con nuestros padres al sacarlos del país de Egipto.»

2 Crón. 6:11 «y he puesto allí el arca, en la cual está la Alianza de Yahvé, que Él pactó con los israelitas.»

2 Cor. 3:7-8 «Pues si el ministerio de la muerte, grabado con letras en piedras, fué con tanta gloria, que los hijos de Israel no podían fijar la vista en el rostro de Moisés, a causa de la gloria de su rostro, la cual era perecedera, ¿cómo no ha de ser de mayor gloria el ministerio del Espíritu?»

2 Cor. 3:13-17 «Y no como Moisés, que ponía un velo sobre su rostro, para que los hijos de Israel no contemplasen lo que se acaba pporque es perecedero. Pero sus entendimientos fueron embotados, porque hasta el día de hoy en la lectura de la Antigua Alianza permanece ese mismo velo, siéndoles encubierto que en Cristo está pereciendo (La Antigua Alianza). Y así, hasta el día de hoy, siempre que es leído Moisés, un velo cubre el corazón de ellos. Mas cuando vuelvan al Señor, será quitado el velo. Ahora bien, el Señor es el Espíritu; Y donde está el Espíritu del Señor hay libertad.»

Heb. 9:4 «…y el Arca de la Alianza, cubierta toda ella de oro, en la cual estaba un vaso de oro con el maná, y la vara de Aarón que reverdeció, y las tablas de la Alianza.»

Heb. 4:3-7 «Entramos, pues, en el reposo los que hemos creído, según dijo: ‘Como juré en mi ira: no entrarán en mi reposo’; aunque estaban acabadas las obras desde la fundación del mundo. Porque en cierto lugar habló así del día séptimo: ‘Y descansó Dios en el día séptimo de todas sus obras’. Y allí dice otra vez: ‘No entrarán en mi reposo’. Resta, pues, que algunos han de entrar en el; Mas como aquellos a quienes primero fue dada la promesa no entraron a causa de su incredulidad, señala El otra vez un día, un ‘hoy’, diciendo por boca de David, tanto tiempo después, lo que queda dicho arriba:‘Hoy, si escuchareis su voz, no endurezcáis vuestros corazones’.

Los sabatinos insisten en que San Pablo predicó a los judíos en día sábado, por lo cual, el sábado es aun el día a santificar:

Están correctos acerca de la predicación de San Pablo a los judíos en día sábado como lo dice Hechos 13:14, 13:44 y 18:4. A lo que fracasan en darse cuenta es que, ese era el día en que los judíos se reunían en la sinagoga, pues así era su «sabad», se podía predicar al mayor numero de ellos reunidos en un lugar todos al mismo tiempo. Esa era la única razón. Predicó a los judíos primero en su «sabad» y después a los gentiles como lo muestra Hechos 13:46.

También fracasan en ver que San Pablo no estaba bajo la ley de la Antigua Alianza, sino bajo la ley de Cristo, «Y me hice: Para los judíos como judío, por ganar a los judíos; para los que estaban bajo la ley, como sometido a la ley, no estando yo bajo la ley, por ganar a los que están bajo la ley; Para los que están fuera de la ley, como si estuviera yo fuera de la ley, aunque no estoy fuera de la ley de Dios, sino bajo la ley de Cristo.» 1 Cor. 9:20-21

Resumiendo esto en términos más sencillos:

San Pablo dijo no estar bajo la ley de los judíos (Antigua Alianza).

De cualquier forma dijo no estar sin ley.

Dijo que su ley era una ley diferente.

Dijo que su ley es la ley de Cristo (Nueva Alianza).

PREGUNTAS A LOS SABATISTAS:

  1. Puesto que Dios descansó en el séptimo día en Gen.2:3, ¿les impuso observar el «sabad» a Adán y a Eva?
  2. Noé y su familia ¿observaron el «sabad»? ¿Lo hizo Sem?
  3. ¿Observaron el «sabad» Abraham, Isaac o Jacob, o José? Estas personas vinieron a la historia miles de años después del día de descanso de Dios. ¿En dónde la Escritura dice que ellos lo observaban?
  4. La alianza con Adán terminó en donde comenzó la alianza con Noé. Después vino otra con Abraham, seguida por la alianza con Moisés y con David cada una precediendo a la anterior. Finalmente la Alianza de Jesucristo comenzó ya que la Antigua Alianza se consumó. ¿Por qué los sabatinos aun practican solamente partes de la ley Mosaica de la Antigua Alianza y rechazan el domingo de alabanza de la Nueva Alianza de Jesucristo? Si alguien quiere seguir uno de estos acuerdos dados por Dios, entonces ¿por qué escoger y seleccionar parte de uno y parte del otro para después rechazar partes de cada uno?

Además, si alguien quiere guardar el sabado entonces debe de hacerlo como lo hacían los judíos en el antiguo testamento:

+ No se debe de encender el fuego (Ex 35,3)

+ No hay que llevar carga (Jer 17,21-22)

+ No deben comprar ni vender (Neh 10,31-32)

+ Deben ofrecer holocaustos (Num 28-9-10)

+ Los Judíos actualmente dejan los elevadores encendidos todo el día, subiendo y bajando, para cumplir el precepto de no encender fuego, pues hay una chispa de fuego en el boton de encendido y en el motor eléctrico.

¿Acaso hacen esto los sabatistas?

TESTIMONIOS HISTORICOS SOBRE EL DOMINGO:

«En cada día del Señor reuníos y partid el pan y dad gracias después de haber confesado vuestros pecados, a fin de que vuestro sacrificio sea puro. No permitáis que nadie teniendo disensión con su prójimo, se reúna con vosotros hasta que no se hayan reconciliado, para que no sea profanado vuestro sacrificio». Didajé 14, 70-100 d. de C.

La carta de Barnabas… «Guardamos el octavo día (domingo) con mucha alegría, el mismo día en que también Jesús resucitó de entre los muertos.» Carta de Barnabas 15:6-8 74 d. de C.

Ignacio de Antioquía… «Aquellos que fueron criados en el orden antiguo (ej. Judíos) han llegado a poseer una nueva esperanza, sin tener que observar mas el «sabad» sino viviendo en la observancia del día del Señor, en el cual también nuestra vida se ha elevado de nuevo por Él y por su muerte». Carta a los Magnesianos 9. 107 d. de C.

Justino Mártir… (100-165) «Nosotros también observaríamos la circuncisión, y los sábados, y todas los festivales, si no supiéramos la razón por la que les fuera aconsejado observarlos, nominando la cuenta de sus transgresiones y la dureza de sus corazones… ¿Cómo es eso, Trypho, que no observaremos esos ritos que no nos hacen daño?, Hablo de la circuncisión de la carne y los sábados y los festivales… Dios les amonestó guardar el sábado, y les impuso otros preceptos como señales, como lo he dicho ya, tomando en cuenta su deshonra y la de sus padres». Dialogo con Trypho el Judío 18, 155 d. de C.

Justino Mártir… «Nos reunimos todos en el día del sol, pues es el primer día (después del «sabad» judío, pero también, el primer día de la semana) cuando Dios, separando la materia de la obscuridad, hizo el mundo; y en este mismo día, Jesucristo nuestro salvador, resucitó de entre los muertos». 1 Apol 67, pg.6:429 y 432.

Tertuliano… «Deja a aquel que defiende que el sábado es aun para ser observado como ungüento de salvación, y que la circuncisión en el octavo día… Enséñanos eso, porque el tiempo ha pasado, los hombres justos observaron el sábado o practicaron la circuncisión, y por ello fueron considerados ‘amigos de Dios’. Si la circuncisión purga al hombre, puesto que Dios hizo a Adán sin circuncisión, ¿por qué no lo circuncidó, aun después de su pecado, si la circuncisión purifica? … Por lo tanto, puesto que Dios creó a Adán sin circuncisión y sin observar el «sabad», consecuentemente sus hijos tampoco lo hicieron, Abel le ofreció sacrificios, sin estar circuncidado y sin observar el sabad, y fue por El elogiado Gen. 4:1-7, Heb. 9:4… Noé tampoco estaba circuncidado, ni observaba los sábados, Dios lo libró del diluvio. Enoc también, siendo un hombre tan recto, sin ser circuncidado y sin observar el sabad se trasladó de este mundo, quien no probó la muerte para que siendo un candidato a la vida eterna pudiera mostrarnos que también nosotros podemos, sin el peso de la ley de Moisés. Por favor Dios mío». Una respuesta a los Judíos 2, 203 d.de C.

La Didascalia… Los apóstoles dijeron mas adelante: Que haya servicio en el primer día de la semana, y lectura de las Sagradas Escrituras, y oblación, porque en el primer día de la semana nuestro Señor resucitó del lugar de los muertos, y en el primer día de la semana se levantó sobre el mundo, y en el primer día de la semana ascendió al cielo, y en el primer día de la semana aparecerá finalmente con los ángeles del cielo». Didascalia 2, 225 d. de C.

Origen… «Por lo tanto, no es posible que el día de descanso después del sábado haya venido a existir desde el séptimo día de nuestro Dios. Al contrario, es nuestro Salvador quien, después del patrón de su mismo descanso, nos hizo a imagen de su muerte, y así también de su resurrección». Comentario de Juan 2:28 229 d.de C.

Victoriano… «El sexto día (viernes) es llamado parasceve, es decir, la preparación del reino… En este día también, tomando en cuenta la pasión de nuestro Señor Jesucristo, hacemos o una estación para Dios o ayunamos. En el séptimo día, Él descansó de toda su obra, y la bendijo, y la santificó. En el día anterior estamos rigurosamente acostumbrados a ayunar, para que en el día del Señor podamos ir a tomar nuestro pan dando gracias. Y deja que el parasceve se torne en un ayuno riguroso, no sea que observemos algún sábado con el judío… el mismo que Él (Cristo) en su cuerpo abolió». La Creación del Mundo, 300 d.de C.

Eusebio de Cesarea… » A ellos (los primeros santos del Antiguo Testamento) no les importaba la circuncisión del cuerpo, ni tampoco a nosotros (cristianos). No les importaba el observar el sábado, ni tampoco a nosotros. Ellos no evitaron ciertos tipos de comida, tampoco consideraron las otras distinciones que Moisés primeramente les entregó a posteridad para ser observadas como símbolos; ni tampoco los cristianos del tiempo presente hacemos esas cosas».

La Historia de la Iglesia 1:4:8, 312 d.de C.

Eusebio de Cesarea… «El día de Su (Cristo) luz… fue el día de su resurrección de entre los muertos, el cual ellos dicen ser el único y verdaderamente día santo y el día del Señor es mejor que cualquier numero de días como ordinariamente los entendemos, y mucho mejor que los días separados para los festivales de la ley Mosaica, lunas nuevas (novilunios), y sábados, lo que el apóstol (Pablo) enseña que son sombras de días y no días en realidad».

Prueba de los Evangelios 4:16:186, 319 d.de C.

Anastasio… «El sabad fue la terminación de la primera creación, el día del Señor fue el principio de la segunda, en la cual Él renovó y restableció lo antiguo en la misma manera que Él había ordenado antiguamente que observaran el sabad como un conmemorativo del final de las primeras cosas, entonces honramos el día del Señor, siendo un conmemorativo de la nueva creación». Sobre los Sábados y la Circuncisión 3, 345 d.de C.

CONSTANTINO Y EL SABADO. ES VERDAD LO QUE DICEN LOS ADVENTISTAS?

Testimonio de expertos en liturgia:

Por Mario Righetti.

La celebración eucarística ordinaria de los domingos está descrita en el capítulo 14: Reunidos cada día del Señor, romped el pan y dad gracias, después de haber confesado vuestros pecados, a fin de que vuestro sacrificio sea puro. Todo aquel, empero, que tenga contienda con su compañero, no se junte con vosotros hasta tanto no se ha van reconciliado, a fin de que no se profane vuestro sacrificio. Porque éste es el sacrificio del que dijo el Señor: «En todo lugar y en todo tiempo se me ofrece un sacrificio puro, porque yo soy rey grande, dice el Señor, y mi Nombre es admirable entre las naciones» (BAC 65,91)

Patrología

Parte I.

Hasta el Concilio de Nicea

Prof. Johannes Quasten

2.-MITRAISMO:

Veamos ahora qué se sabe con respecto al mitraísmo. Fue un culto al dios solar Mitra que floreció en Roma y en otras partes del Imperio Romano en los siglos II y III ¡después de Cristo! No se conoce ningún texto sagrado de esta religión, por lo cual lo poco que se sabe de ella proviene de hallazgos arqueológicos o de indicios aislados. El origen de este culto es muy discutido entre los estudiosos. Dado que en las antiguas religiones de Persia y de la India existieron dioses de nombres parecidos (Mithra, Mithras, etc.) algunos han postulado una relación genética entre el mitraísmo y una de estas religiones. En particular el belga Cumont propuso la hipótesis de un origen persa. Su obra tiene algunas debilidades y continúa siendo debatida. De todos modos no es posible probar que las características propias del culto romano de Mitra provengan de la antigüedad persa. Mitra (o un dios de nombre semejante) era una deidad inferior en el panteón persa y en el hindú y al parecer no recibió ningún culto litúrgico especial en Persia. El mitraísmo romano fue una de las muchas «religiones de misterios» que proliferaron en el Imperio por esa misma época. No fue sino uno de los muchos cultos que compitieron con el cristianismo. Además de la religión pagana oficial de Roma, existían los cultos mistéricos de Osiris, Isis, Adonis, Cibeles, etc. Todos estos cultos mistéricos eran «religiones esotéricas», es decir sectas cerradas reservadas a relativamente pocos iniciados en los misterios respectivos. El culto de Mitra excluía a las mujeres, pero no prohibía la pertenencia simultánea del iniciado a otra religión. Mitra era adorado en pequeños templos con forma de cueva, presididos por una estatua que representaba a Mitra sacrificando un toro. El sentido de este sacrificio es discutido; probablemente tiene relación con la astrología. En esos templos los fieles realizaban sus ritos, entre los cuales se destacaban los ritos de iniciación y los banquetes sagrados.

Vamos a probar como el Mitraismo Romano no tiene nada que ver con el Mitraismo persa:

La distinción entre el Mitraísmo Romano e Iranio era también reconocida por el Primer Congreso Internacional de Estudios Mitráicos. Ellos concluyeron que el Mitraísmo Romano fue una «creación» enteramente «nueva»26 y que el Mitraísmo Romano fue Mitraísmo tan sólo de nombre. Meramente un nuevo sistema que usó el nombre de una conocida deidad Oriental antigua para atraer a los Romanos urbanos que encontró al este (Oriente) y todos sus equipos un misterio tentador.27

La evidencia parece estar señalando en la dirección de que el Mitraísmo Romano no alcanzó su pleno desarrollo antes de la caída de Jerusalén en 70 A.D., por eso parece improbable que el Cristianismo fuese influenciado por el Mitraísmo. De lo que sabemos, el Mitraísmo Iranio estaba aislado a Irán teniendo una asociación con el dios del sol junto con Apolo y Hermes, menos la historia de la resurrección. El Mitraísmo Romano por otra parte tuvo su asociación con el tauroctony (o sea, la escena en que se mata violentamente al toro) en Roma, y fue después asociado con una resurrección por escritores literarios que no tuvieron conexión con los devotos mismos.

Los alegatos de la influencia Mitraiana en el Cristianismo han sido rechazados por los eruditos en estudios bíblicos y clásicos.

Como se mencionó antes, el tauroctony (escena en que se mata violentamente al toro) del Mitraísmo Romano estaba ubicado en el lugar más importante en cada mitreo (el templo)[/b]. Así, si el dios Mitra de la religión Romana fue de hecho el dios iraní Mitra, deberíamos esperar encontrar en la mitología iraní una historia en la cual Mitra mata a un toro

el erudito Mitráico David Ulansey, «ningún semejante mito iraní existe,» él dice de esto que «en ningún texto Iraní conocido, nada tiene que hacer Mitra con la matanza de un toro»

No obstante en los templos Mitráicos Romanos que suman centenares (400 a 500), encontramos al tauroctony (escena en que se mata violentamente al toro) localizado en cada mitreo. Seguramente si el Mitraísmo Iranio estuviese relacionado al Mitraísmo Romano esperaríamos encontrar el tauroctony en el Mitraísmo Iranio. Sin embargo, no lo encontramos incluso en una sola instancia. [b]En otras palabras, no hay paralelos directos en el antiguo Irán para la iconografía que es el hecho primario del culto Mitráico Romano.

Por tanto el Mitraismo Romano surge despues del Cristianismo en el Imperio Romano. Hacia el siglo II que es cuando se tiene datos de su existencia.

Historia Eclesiástica, de Eusebio, Libro 1, Capítulo 5 (c. 315 D. C.).

«Por cuanto el nombre de cristianos tiene el propósito de indicar esta misma idea, de que un hombre, por el conocimiento y la doctrina de Cristo, se distingue por la modestia y la justicia, la paciencia y una virtuosa fortaleza, y por una profesión de piedad hacia el único y solo Dios suopremo; todo esto no menos estudiosamente cultivado por ellos que por nosotros. Por tanto, ellos no guardaban la circuncisión ni el sábado, ni lo hacemos nosotros; ni nos abstenemos de ciertos alimentos, ni guardamos otras ordenanzas, que Moisés subsiguientemente entregó para ser observadas en tipos y símbolos, porque cosas como éstas no pertenecen a los cristianos». (13)

Historia Eclesiástica, de Eusebio, Libro 3, Capítulo 27 (c. 315 D. C.)

«Los ebionitas tenían opiniones bajas y despreciables de Cristo. Porque le consideraban un hombre común y corriente, y justificado sólo por sus adelantos en virtud, y que había nacido de la virgen María, por generación natural. Para ellos, la observancia de la ley era cmpletamente necesaria, como si no pudiesen salvarse sino por la fe en Cristo y una vida correspondiente. Éstos pensaban, de hecho, por una parte, que todas las epístolas de los apóstoles debían ser rechazadas, llamándoles apóstatas de la ley, pero, por la otra, usando sólo el evangelio de acuerdo con Hebreos, estiman a los otros como de poco valor. También observan el sábado y otras disciplinas de los judíos, tal como ellos, pero, por otra parte, también celebran el día del Señor de forma muy parecida a nosotros, en conmemoración de su resurrección». (14)

Historia Eclesiástica, de Eusebio, Libro 5, Capítulo 23 (c. 315 D. C.)

«Las iglesias en el resto del mundo observan la práctica que ha prevalecido desde la tradición apostólica hasta la actualidad, así que no sería apropiado terminar nuestro ayuno en ningún otro día que no sea el día de la resurrección de nuestro Salvador. De aquí que hubiese sínodos y convocatorias de los obispos sobre esta cuestión; y todos redactaron unánimemente el decreto eclesiástico, que ellos comunicaron a todas las iglesias en todo lugar, de que el misterio de la resurrección de nuestro Señor no debe celebrarse en ningún día que no sea el día del Señor». (15)

Oscar Cullmann en su importante estudio Los primeros comentarios de Christian Worship

«Ese no es el sábado judío, pero a diferencia deliberada del judaísmo, los primeros cristianos seleccionado el primer día de la semana, ya que en este día Cristo había resucitado de entre los muertos, y en este día se les había aparecido a los discípulos se reunieron para una comida. El día del Señor de los primeros cristianos, por lo tanto una celebración de la resurrección de Cristo. cada Día del Señor fue un Festival de Pascua, ya que esta no se limita sin embargo a un solo domingo del año … De hecho, en su [John] tiempo, el día de la resurrección de Cristo, llamados en Apocalipsis 1:10-kuriake hemera-, ya era universalmente celebrada en iglesias cristianas. » (Oscar Cullmann, página 7, 10-11, 91)

Hutton Webster, en su estudio antropológico e histórico del domingo cristiano y el Sabbath judío, titulado días de descanso, escribe:

«… El domingo, que por la costumbre judía se llama» el primer día «después del sábado, finalmente recibió la designación-kuriake hemera-[y en América] (dies dominica), el Día del Señor»

Los DATOS DEL NT. En el año 112, Plinio el Joven, gobernador de Bitinia, escribe al emperador Trajano para hablarle de lo que él llama una «perniciosa y extravagante superstición»6: es el primer documento profano que poseemos sobre los comienzos de la iglesia, calificada ya por el contemporáneo Tácito como «una multitud inmensa». La investigación promovida por el gobernador ha dado como resultado que los miembros de esta secta —es decir, los cristianos— tienen la costumbre de reunirse antes del alba en un día establecido para cantar himnos a Cristo como si fuera un Dios7. La policía de Plinio había visto la realidad, a pesar de que la descripción es superficial y sumaria. 

Esta reunión es considerada por los mismos cristianos como un hecho original y típico de su fe. San Justino, en su conocida Apología I, escrita para el emperador Antonino Pío hacia mediados del s. II, nos ofrece un precioso testimonio al respecto. Afirma que «en el día llamado del sol»! los cristianos «que habitan en la ciudad y en los campos  se reúnen en un mismo lugar»; y pasa luego a describir el desarrollo de la celebración, que es el más antiguo que poseemos. -diccionario liturgico. Ediciones Paulinas

Día del Señor es una creación genuinamente cristiana que se remonta a los primeros tiempos, y que no depende ni del culto al sol, ni del mandeísmo, ni del sábado judío, ni de los usos de Qumrán 8. Ahora bien, la causa «inmediata» de la institución dominical se encuentra en las

apariciones del Señor, que comunica a sus discípulos el don del Espíritu Santo y les hace «ver» que ha resucitado (cf. Jn 20,19-29; Le 24,36-45; Hech 1,2-3). Por tanto, en el origen del domingo no está solamente el acontecimiento de la resurrección, sino también la singular experiencia de los testigos que Dios designó, en las manifestaciones que vinieron después (cf. Me 16,9-14; Hech 10,41-42; 1 Cor 15,5-8).

Por otra parte, según esta misma opinión, se tiende un puente entre los hechos acaecidos en Jerusalén en los últimos días de la existencia terrena de Jesús, en los encuentros con el Resucitado y en los comienzos de la Iglesia, y las comunidades de Corinto, de Tróade, de Asia Menor, del norte de África y de Roma, las que han legado los primeros testimonios del domingo durante los tres primeros siglos.

LA LITURGIA DE LA IGLESIA. Mons. JULIÁN LÓPEZ MARTIN

OBISPO DE CIUDAD RODRIGO SEGUNDA EDICIÓN REVISADA

Estudió en el Seminario Diocesano de Zamora y en el P. Instituto de San Anselmo de Roma, donde obtuvo el doctorado en Teología Litúrgica en 1975, como alumno del P. Colegio Español y del Centro Español de Estudios Eclesiásticos anexo a la Iglesia Nacional Española de Roma.

Ha sido director del Centro Teológico Diocesano «San Ildefonso» y de la Cátedra «Juan Pablo II» (1984-1992); delegado diocesano para el IV Centenario de la Muerte de Santa Teresa de Jesús (1980-1982); Año de la Redención (1983-1984); Año Mariano Universal (1987-1988); V Centenario (1992) y Congreso Eucarístico de Sevilla (1993).

Profesor de Liturgia y Sacramentos de la Universidad Pontificia de Salamanca (1975-1981 y 1988-1994), ha sido también Presidente de la Asociación Española de Profesores de Liturgia (1992-1995), habiendo impartido clases en las Facultades de Teología de Burgos (1977-1988) y de Barcelona (1984-1989).

El término domingo (dominica dies, κυριακή ημερα = dνa del Señor) para designar el día que sucede al sábado y el primer día de la semana se encuentra va al final del siglo I en la Didaché: die dominica autem convenientes… y en el Apocalipsis de San Juan: Fui in spiritu in dominica die. En los otros escritos neotestamentarios y subapostólicos, el domingo es indicado ya con las perífrasis prima(dies) sabbati, una sabbati, dies octava, o bien con el apelativo pagano de dies solis.

Sobre el origen del domingo, es decir, cuándo y cómo la prima sabbati llegó a ser el día por excelencia del culto litúrgico cristiano, no tenemos datos precisos. Probablemente esto tuvo lugar muy pronto. La primera Carta a los Corintios, escrita alrededor del año 56 d.C., y el episodio de Tróade, que tuvo lugar dos o tres años después, hacen pensar que en la mitad del siglo I en Grecia, Galacia y Bitinia, y consiguientemente en Palestina y en Siria, la sinaxis dominical fuese ya una institución consuetudinaria regularmente establecida en las comunidades cristianas.

No menos incertidumbre reina en torno a los motivos que hicieron elegir este día. ¿Fue una formal decisión de los apóstoles? No lo parece, porque ningún documento apostólico nos ha dejado este testimonio. ¿Fue una derivación de los cultos solares, y en particular del mitraísmo, como quiere Loisy? La hipótesis está desmentida por el hecho de que las provincias de Palestina, Siria y Grecia, donde por primera vez se manifestó la observancia del domingo, fueron las menos infectadas del culto de Mitra. ¿Fue una yuxtaposición del servicio litúrgico cristiano al preexistente oficio judaico del sábado? Es una sentencia bastante común. Los apóstoles y los primeros fieles, después de haber asistido al culto sabático de la tarde en la sinagoga, se habrían reunido al caer de la noche; es decir, cuando, concluido el día festivo, hasta los más lejanos podían ponerse en camino, sin temor de infringir las meticulosas prescripciones rabínicas, para celebrar todos juntos el nuevo sacrificio cristiano. La función debía de ser muy larga, y, como sucedió en Tróade estando presente San Pablo, alargándose fácilmente durante toda la noche hasta casi el alba del día siguiente. Una tercera hipótesis ve en la institución del domingo la conmemoración y celebración semanal de la resurrección de Cristo, una especie de Pascha hebdomadaria. Las fuentes más antiguas confirman exactamente esta sentencia. Diem octavam in laetitia agimus — leemos en el Pseudo-Bernabé — quo et lesus resurrexit a moríais. Y más claramente todavía en San Justino: Die autem solis omnes simul convenimus, tune quia prima haec dies est qua Deus… mundum creavit, tum quia lesus Christus Salvator noster eodem die ex mortuis resurrexit. El milagro de la resurrección, que había puesto el sello a la misión divina de Cristo y formaba el núcleo de la predicación evangélica, había tenido lugar en la noche de la prima sabbathi; las apariciones de Jesús resucitado a los apóstoles y la venida del Espíritu Santo, también en el mismo día. No hay que maravillarse, por tanto, si ya desde los primeros tiempos la noche entre el sábado y el domingo fuese particularmente santificada, pasándola casi por entero en oración, en la fracción del pan y quizá para muchos en la espera del retorno glorioso de Cristo.

Por otra parte, estas íntimas relaciones entre la institución del domingo y el misterio de la resurrección explican muy bien por qué este día haya conservado siempre en la liturgia una impronta festiva de alegría, con exclusión absoluta de cuanto parece tener carácter de penitencia o de luto; el ayuno, por ejemplo, y la oración de rodillas. Die solis laetitiae indulgemus, decía a los paganos Tertuliano; y en otro lugar:Die dominica ieiunium nefas ducimus vel de geniculis adorare. Aún más: así como la resurrección, en el pensamiento de San Pablo, era figura de la novitas vitae comenzada por el cristiano en el bautismo, así el domingo fue considerado como el recuerdo semanal de la iniciación cristiana.

HISTORIA DE LA LITURGIA TOMO I- PUNTO 2 EL CICLO SEMANAL.

Dios les Bendiga

BIBLIOGRAFIA

HISTORIA DE LA LITURGIA TOMO I- PUNTO 2 EL CICLO SEMANAL.Por Mario Righetti.Patrología. Parte I. Hasta el Concilio de Nicea Prof. 

Johannes Quasten

 Historia Eclesiástica, de Eusebio, 

Oscar Cullmann en su importante estudio Los primeros comentarios de Christian Worship

Hutton Webster, en su estudio antropológico e histórico del domingo cristiano y el Sabbath judío, titulado días de descanso.

diccionario liturgico. Ediciones Paulinas-LA LITURGIA DE LA IGLESIA. Mons. JULIÁN LÓPEZ MARTIN OBISPO DE CIUDAD RODRIGO SEGUNDA EDICIÓN REVISADA

http://www.buscadoresdelreino.com/sabadoodomingo.htmhttp://www.defiendetufe.org/Sabado_o_Domingo_Que_dia_hay_que_guardar.htm

 http://home.inreach.com/bstanley/index2.htm

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